TradeSport 237 - Noviembre 2015

TS 35 El Outdoor parece haber recuperado fuerzas. En su día, consiguió, sin excesivos problemas, esquivar los primeros reveses de la crisis, pero como era previsible, acabo “recibiendo”. Y aunque es verdad que la sacudida fue bastante más suave que la que sufrieron otros segmentos y otros sectores, el frenazo que experimentó fue bastante alarmante. Y más teniendo en cuenta la fuerte progresión que se había experimentado en los años anteriores y, sobre todo, el grado de especialización que se había alcanzado. Ahora, después de dos años malos, y esperando que la climatología nos dé un empujón, el Outdoor, en su globalidad, parece recuperar fuerzas. Ha estado cogiendo fuerzas y viendo pasar el temporal en el campo base y ahora, con más confianza y, obviamente, con una cierta reactivación del consumo, retoma su camino hacia la cima El pasado más reciente del Outdoor le debe mucho a modalidades como el senderismo, el trail running y, también, la moda. Ambos universos han sido claves para equilibrar el retroceso que ha experimentado el textil en segmentos más técnicos, donde, en una época en la que incluso los deportistas habituales miran con mucho más cautela las etiquetas, el elevado precio medio de las prendas ha sido un freno para mantener el buen comportamiento de los últimos años. Ahora, en plena recuperación, el sector es plenamente consciente de que el Outdoor, a corto, medio y largo plazo, y aun sufriendo baches, se mantendrá como uno de los deportes con mayor potencial. Es y seguirá siendo uno de los grandes motores del deporte y aunque seguramente muchas de sus categorías, empezando por el textil, seguirán condicionadas por factores poco controlables como la crisis o la meteorología, las modalidades más accesibles y asequibles ganarán adeptos a un buen ritmo, como lo han hecho en plena crisis. La naturaleza ganará protagonismo en un mundo cada vez más estresante, y en este sentido es lógico que deportes como el trekking, el senderismo o el trail running sigan ganando seguidores. Como también los ganará la llamada moda Urban o Travel que, a pesar de la crisis y de su vinculación más o menos directa con la moda, ha experimentado, gracias a su versatilidad, un buen comportamiento. El look outdoor está de moda. Y lo mejor de todo es que las marcas de este universo están sabiendo aprovecharlo. RECUPERANDO EL OPTIMISMO La autoconfianza es clave. A nivel personal y, también, a nivel sectorial. El deporte siempre ha pecado de un pesimismo exagerado, especialmente el comercio, y con la crisis esta desconfianza se ha disparado. Es lógico, pero probablemente algunos se han asustado mucho más de lo que cabría esperar. Evidentemente que un revés económico como el que ha sufrido España asusta, y más aún cuando el tiempo, uno de nuestros mayores aliados, no acompaña. Pero el simple hecho de que se haga evidente que la práctica sube debe ser un argumento suficiente como para, al menos, mitigar tanto victimismo. El Outdoor ha vuelto al camino. Al sendero que lleva a la cima. El segmento ha sido bastante maduro a la hora de detectar las causas de este bache y está más que preparado para seguir avanzando y, sobre todo, para explotar las herramientas que tiene para seguir creciendo. Hay que ser optimista, porque tenemos razones para serlo. Razones que tienen mucho que ver, como hemos dicho antes, con el creciente apego a la naturaleza que hay entre los españoles y a la accesibilidad que tienen muchas modalidades vinculadas al universo Outdoor: algunos se irán al Montblanc o a escalar otros cuatromiles; otros correrán por los pequeños montes que tienen cerca de donde viven; otros irán a buscar setas; y otros muchos, simplemente, se perderán andando por los alrededores de su ciudad. Este perfil, el de practicantes de modalidades de bajo impacto como el walking, el senderismo o los trekkings ligeros, ha sido el motor del outdoor, al menos hasta que el trail ha cogido la fuerza que ha cogido. Estas modalidades, por su accesibilidad, han sumado practicantes a un ritmo espectacular y han sido un impulso, también, para que otras modalidades más técnicas ganarán cuota. Este crecimiento en practicantes, lógicamente, se ha traducido en un crecimiento de las ventas, tanto de textil como, sobre todo, de calzado (donde generalmente el consumidor suele apostar más por las gamas medias o altas). Y el trabajo de las marcas, en este sentido, ha sido muy bueno. Han sabido trasmitir al consumidor la importancia de apostar por lo técnico; las ventajas que tiene el material específico y cómo puede incidir en el rendimiento y la seguridad. E incluso en una época en la que el precio ha ganado tanto protagonismo, ha logrado que la gente no anteponga este factor y pague por las prestaciones. Lo bueno del outdoor, por mucha crisis que haya, es que tiene muchos consumidores potenciales… y muchas oportunidades para crecer. Y en todo los “niveles”: las modalidades más técnicas y exigentes ganan ESPECIAL OUTDOOR El pasado más reciente del Outdoor le debe mucho a modalidades como el senderismo, el trail running y, también, la moda. Ambos universos han sido claves para equilibrar el retroceso que ha experimentado el textil en segmentos más técnicos Ganando altura El Outdoor, a corto, medio y largo plazo, y aun sufriendo baches, se mantendrá como uno de los deportes con mayor potencial. Es y seguirá siendo uno de los grandes motores del deporte y aunque seguramente muchas de sus categorías, empezando por el textil, seguirán condicionadas por factores poco controlables como la crisis o la meteorología, las modalidades más accesibles y asequibles ganarán adeptos a buen ritmo, como lo han hecho en plena crisis.

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