TradeSport 236 - Octubre 2015

ESPECIAL CALZADO ATLÉTICO zado técnico en estos momentos y el porqué de su progresión, pero, obviamente, no son los únicos deportes donde el calzado es el gran eje sobre el que giran todas las estrategias y, tampoco, son los que tienen mayor volumen de ventas. Hay otros deportes como el fútbol, el baloncesto o el tenis/padel donde el calzado también tiene un peso a tener muy en cuenta. Son deportes, sobre todo los dos primeros, cuyas ventas son muy regulares y en los que, probablemente, el único “pero” sea que tienen un look excesivamente “técnico”, así que sus ventas suelen estar condicionadas por la práctica. Comencemos por el fútbol. Durante muchos años ha sido el deporte que más pares vendía, por encima de los dos millones. Ha sido, y en muchos comercios lo sigue siendo, el deportes estrella y quizás por ello la red de especialistas no es tan “atrevida” como la del running. Además, a diferencia del tenis y el basket, el fútbol sí ha podido aprovecharse un poco de la moda y potenciar las colecciones de calzado urbano inspiradas en la estética de las botas de fútbol. La parte más técnica está aplastantemente dominada por adidas y Nike, con más del 75% del mercado. El resto se lo reparten marcas especialistas como Lotto, Mizuno, las españolas Joma, Kelme o Munich, o la recién llegada New Balance, entre otras. La lucha, a nivel tecnológico, es intensa. Entre Nike y adidas para robarse cuota, y entre las demás, para intentar mitigar el protagonismo de las dos grandes. Mención aparte merece Munich, que en medio de este jaleo, apostó en firme por dar un salto al complejo mundo de la moda deportivo y con colecciones específicas para ese canal –inspiradas en sus iconos de fútbol sala- ha conseguido , no solo hacer frente a las dificultades que supone luchar en un segmento donde dos empresas controlan más del 75% del mercado, sino, sobre todo, entrar en un canal tan restrictivo y hacerlo, además, por la puerta grande. En cuanto al baloncesto y al tenis, vidas paralelas. Mantienen una cifra bastante regular de ventas y una buena presencia en la tienda tradicional. La cifra de practicantes no crece, pero no cae excesivamente, y su principal handicap es que muchas veces ha estado a expensas de lo que decía la moda, creciendo cuando el look tenía aceptación en las calles, y perdiendo fuerza cuando se le daba la espalda. En baloncesto, dominio contundente de Nike y adidas y un muy buen trabajo de marcas como Under Armour. En tenis pasa algo parecido, pero la fuerza de las especialistas es mucho más importante, por número y por volumen, con marcas como K-Swiss, Asics, Wilson, o Babolat al frente. La fuerza de Nike y adidas, que llevan a cabo importantes inversiones en I+D y en patrocinios, es considerable, pero mucho menos que en otros segmentos. Caso aparte merece el calzado pádel, demasiado joven todavía para hacer un análisis más profundo, pero que, sin duda, está siendo una de las categorías con mejor comportamiento en los últimos años. El trabajo llevado a cabo por las marcas ha sido determinante para que este deporte en auge empezara a darle mayor protagonismo al calzado… y el consumidor entendiera la importancia de usarlo. REFLOTANDO EL SECTOR El sector deberá estar eternamente agradecido a lo técnico. Aun dándole la espalda de manera descarada tras dejarse seducir por los cantos de sirena de la moda deportiva, el sector no ha tenido más remedio que volver a sus orígenes para salvar una situación que podría haber sido dramática. El calzado, una vez más, ha salido al rescate de un textil imprevisible, demasiado a expensas de las tendencias y modas. Y en el peor de los momentos, el calzado técnico se ha convertido en un balón de oxígeno para muchos segmentos, para muchas tiendas y para una larga lista de marcas. El éxito del calzado atlético y, en definitiva, de todo lo atlético, no hay que buscarlo en la crisis. Es fruto de mucho trabajo. De firmes apuestas por el I+D aunque el mercado estuviera confuso. De muchos esfuerzos para conseguir que la gente hiciera deporte. De mucha formación, tanto de tiendas como de consumidores. Y los resultados de este trabajo van a perdurar en el tiempo. Probablemente un día el sector volverá a cometer el error de apostar por lo que aparentemente funciona y, quizás, se atreva a volver a darle la espalda a lo atlético, pero afortunadamente se ha tejido una red de tiendas y marcas especializadas que, difícilmente, dejará que lo atlético vuela al ostracismo. Y más sabiendo que, cuando las cosas se tuercen, es este universo el que nos salva del desastre.. El éxito del calzado atlético y, en definitiva, de todo lo atlético, no hay que buscarlo en la crisis. Es fruto de mucho trabajo. De firmes apuestas por el I+D aunque el mercado estuviera confuso. De muchos esfuerzos para conseguir que la gente hiciera deporte. Y de mucha formación, tanto de tiendas como de consumidores. TS 40

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