TradeSport 235 - Septiembre 2015

Desde hace una década, y pese a algunos batacazos –más externos que internos- el fitness y todos los deportes que engloba no han perdido un ápice del potencial que se les auguraba. Y que aún tienen a corto y medio plazo. El porqué de su éxito es bastante simple. Y tienen mucho que ver con la transformación de todo este universo y su radical cambio en las últimas dos décadas. Un cambio que se culminó con una “redefinición” de este mundo, englobado ahora bajo el paraguas del llamado Wellness. Este nuevo término, que engloba todo lo que tiene que ver con el bienestar, se ha impuesto con fuerza en una sociedad cada vez más estresada y que, por culpa de la crisis –y el cambio de hábitos que ha conllevado- se ha visto obligada a reconducir sus gastos hacia nuevas formas de ocio, muchas de las cuales, afortunadamente, están estrechamente ligadas con el deporte. El momento exacto en el que el fitness dio ese paso al frente es difícil de concretar, pero es obvio que en estos últimos años ha habido dos factores que han incidido directamente en su desarrollo: por un lado, la transformación radical de los gimnasios, que con relativa rapidez se han convertido en verdaderos templos de salud y deporte; y por otro lado, la incomprensible subida del IVA, que no sólo ha frenado el crecimiento de este mundo sino que, sobre todo, ha obligado a muchos centros a reinventarse. Y, probablemente, haya sido la semilla del que, sin duda, ya es un nuevo punto de inflexión en el mundo del wellness: el boom y consolidación de los gimnasios low cost. Del primer factor, es decir, de la evolución de los gimnasios, poco que decir. Es obvio. Hace no mucho más de dos décadas la mayoría de gimnasios eran simples centros de musculación, con alguna alternativa más. Ahora, con modalidades nuevas cada año y con la obligación de responder a una demanda muy potente –y generar más-, los centros apuestan firmemente por un concepto más global, vinculado al llamado Wellness y que les convierte en centros de salud y bienestar –con el deporte como eje, obviamente- donde el músculo ha dejado todo el protagonismo al bienestar. Respecto al IVA, a estas alturas no hace falta enredarse mucho en el tema. Pero empecemos por el IVA. La subida del IVA hasta el 21% fue un fuerte revés para el sector. Por el cómo, el qué y, sobre todo el cuándo. En el peor momento posible, cuando los gimnasios ya estaba sufriendo una fuerte caída de los socios. Esta subida incomprensible ha dejado en la cuneta a miles de profesionales y a una larga lista de clubes. Y las marcas de aparatos de fitness, lógicamente, se han resentido. Seguramente haya quien piense que no hay para tanto; que 13 puntos, al final, sólo son 5-10 euros de más en la cuota final, pero las cifras que vamos viendo desde la entrada en vigor de la subida, son muy alarmantes, especialmente entre aquellos gimnasios que han asumido esta subida (cada vez menos). Las soluciones propuestas por algunas asociaciones para equilibrar la balanza (bonificación del 50% en la cuota íntegra del Impuesto sobre Sociedades a empresas de instalaciones deportivas privadas por la prestación de servicios relacionados con la práctica del deporte o un plan de exenciones, desgravaciones fiscales para aquellas empresas que invierten en programas de salud y bienestar para sus trabajadores, o que los ciudadanos inscritos en un gimnasio o centro deportivo puedan desgravar en su declaración de la renta parte del importe anual satisfecho por las cuotas correspondientes) no han fructificado, y aunque hay quien prevé una rebaja en breve, la verdad es que esta absurda decisión ha sido un palo a las ruedas de un segmento que avanzaba a muy buen ritmo. Finalmente, en cuanto a los low cost, basta decir que era algo previsible pero que seguramente el boom ha sido mucho mayor del esperado. No deja de ser una consecuencia previsible de este explosivo cocktail de crisis, IVA y transformación de los gimnasios. ¿El resultado? Nuevos formatos de negocio basados en el precio que han ganado muchos adeptos y han cambiado radicalmente las preferencias de un target determinado. Obviamente nadie da duros a cuatro pesetas, y los servicios no son los que pueda ofrecer un gimnasio con cuotas más altas, pero quienes buscan lo básico, han encontrado una buena manera de apuntarse a un gimnaTS 81 ESPECIAL FITNESS Ni el IVA ni la crisis han parado al fitness. Al contrario. Lo han obligado a reinventarse. Y mejorar. El frenazo ha sido obvio, pero no ha logrado detener el crecimiento sostenido que mantiene este universo desde hace algunos años, especialmente en practicantes. Esquivando baches La situación del fitness en estos últimos dos años apenas ha cambiado. Este basto universo sigue teniendo un peso muy importante en el panorama deportivo de nuestro país y es, sin duda, uno de los deportes –en su globalidad- que más practicantes tiene y, sobre todo, que más practicantes nuevos suma. Es una puerta de entrada al deporte y, para muchos, su única alternativa para practicarlo.

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