Hace apenas un año, en nuestro especial Outdoor, ya se veían ligeros síntomas de recuperación. El Outdoor había avanzado completamente ajeno a la crisis durante unos años pero, al final, la tormenta acabó llegando. Duró poco, es cierto, pero fue intensa. Por suerte, desde el principio se vio que era un tema vinculado básicamente a las ventas y muy relacionado con aspectos económicos. La práctica seguía en auge y la gran mayoría de modalidades, en especial el trail y el senderismo, gozaban de muy buena salud en este sentido. Probablemente fue el descenso de las ventas de la llamada moda Outdoor –el gran grueso del segmento- la que propicio la ralentización, pero afortunadamente, como ha pasado en otros segmentos, la vertiente más atlética actuó como colchón. Como le ha pasado al running, o al bike, la crisis convirtió a muchas modalidades Outdoor en una válvula de escape perfecta, por su accesibilidad y asequibilidad, para llenar los momentos de ocio. Pero como hemos dicho, la crisis también tuvo su lado oscuro, lógicamente. La gente hacia deporte por no compraba. O, al menos, no tanto como 3 o 4 años atrás. Por si fuera poco, en plena crisis, el tiempo nos dio la espalda, con inviernos calurosos y veranos –la época floja del outdoor- que tampoco propiciaban el sell-out. Pero afortunadamente, las cosas parecen haber cambiado,. Por el tiempo y, sobre todo, porque el miedo va en declive. Y con los brotes verdes cada vez más visibles –o eso parecelos ánimos del segmento han cambiado. Es probable que los primeros frutos no se vean hasta dentro de algunos meses, pero poco a poco el pesimismo que asolo al mundo del Outdoor hace apenas un año y medio, ha quedado atrás. Y con la lección aprendida. LA ESPECIALIZACIÓN SE CONSOLIDA El Outdoor es, probablemente, el gran pionero en la especialización. Ya antes de la crisis, pero sobre todo con ella, el panorama comercial dio un vuelco espectacular y las especialistas empezaron a coger mucha fuerza en detrimento de las multideporte tradicionales. Seguramente tuvo mucho que ver que, durante años, el comercio deportivo se obcecara con la moda deportiva y dejase de lado lo atlético. Eso y, obviamente, un deportista cada vez más exigente y con nuevos hábitos de compra. Sea como sea, el Outdoor fue uno de los pioneros, construyendo con relativa rapidez una red muy sólida de tiendas especialistas –y superespecialistas- que, con permiso de Decathlon y de algunas grandes cadenas, no tardó en controlar una parte muy importante del pastel, especialmente en gamas altas y, últimamente, también en las medias. La tecnicidad exige conocimiento, especialización. Es lo que demanda el consumidor. El comercio multideporte tiene muy complicado trabajar bien el Outdoor. O, al menos, trabajar bien las gamas altas. Por inversión, por conocimientos y, también, por preferencias del consumidor. En cuanto a las gamas bajas, tampoco tiene muchas expectativas, porque es un universo controlado aplastantemente por Decathlon, que con su marca Quechua se ha convertido en el gran tótem del Outdoor. ¿Qué les queda? Pues seguramente trabajar bien algunas marcas reconocidas de gama media que ofrecen un perfecto equilibrio entre precio y calidad. El “problema” es que estas marcas tienen cada vez más encaje en el comercio especialista, que aunque renegara de ellas hace unos años, ahora ha entendido perfectamente que éstas le permiten atraer a otro perfil de público muy importante y, además, permiten diversificar la oferta sin perder especialización y garantizan un margen muy bueno. ¿Tiene las de perder el comercio multideporte? Fácil no lo tiene, desde luego, pero tiene algunas alternativas para no tener que dejar de lado este deporte y poder aprovechar su potencial. Y estas alternativas tienen mucho que ver con el trail o el travel, que además de tener un buena demanda, tienen muchas más posibilidades de encajar en según qué tiendas multideporte que otros deportes vinculados al outdoor que son mucho más técnicos y que, por lo tanto, requieren una mayor especialización. El objetivo del comercio multideporte no debe ser convertirse en un referente del outdoor técnico; basta con ser un buen socio para las marcas que quieren explotar las colecciones más asequibles o, sobre todo, las líneas claramente urbanas, que seguramente no requieren un grado tan alto de especialización. TS 25 ESPECIAL OUTDOOR Desde el principio se vio que la crisis del outdoor era un tema vinculado básicamente a las ventas y muy relacionado con aspectos económicos. La práctica seguía en auge y la gran mayoría de modalidades, en especial el trail y el senderismo, gozaban de muy buena salud. Camino a la cima Después de unos meses de incertidumbre, y sufriendo, aunque tarde, la crisis, el Outdoor parece volver a recuperar su ritmo lógico. Un ritmo de ascensión que, gracias al empuje de determinadas modalidades, nunca se ha visto frenado del todo y ahora, dejando atrás la crisis, aumentará de intensidad. El outdoor vive muy buenos momentos en practicantes y, probablemente, esté a punto de empezar un nuevo ciclo positivo en ventas.
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