TradeSport 234 - Julio-Agosto 2015

Acabamos de asistir a la presentación de las camisetas de los más importantes clubes de futbol de nuestro país, lo que supone comenzar la venta de un producto muy demandado por la masa social de estos, e incluso, por los aficionados de otras partes del mundo, ya sea en sus lugares de residencia o cuando visitan nuestro país. Pero, casi al mismo tiempo que su presentación en sociedad, tenemos múltiples webs y "mantas" en las calles de nuestras ciudades que ofrecen copias de este producto a un precio infinitamente menor. No es un caso aislado este de las camisetas de futbol, sucede con todo tipo de productos ya sean zapatillas, chaquetas, gafas e incluso bicicletas. Lo cierto es que tenemos un problema de grandes dimensiones ante nosotros, el cual tampoco resulta novedoso, pues durante más de una década hemos asistido al desplome brutal de sectores e industrias asoladas por la Piratería, como la música, el video/cine o los videojuegos. También es algo común en la industria del lujo desde hace algún tiempo, aunque en su caso con unas connotaciones distintas, pues afecta más a la imagen de marca que a las ventas, probablemente. Seguro que habrá quien piense, frente a sectores como la música o el cine, que en nuestro sector no se puede servir digitalmente el producto y multiplicarlos gratuitamente. Que los productos de nuestro sector necesitan una realidad física. Sin duda esto es cierto, pero no lo es menos que las nuevas tecnologías y el abaratamiento de los costes de transporte han multiplicado el problema de las copias piratas. Del mismo modo que una persona acude a una tienda para hacer showrooming y compra el producto en internet por unos euros menos, muchos clientes están acudiendo a este tipo de copias, en muchos casos de alta calidad o gran parecido con los productos originales, tanto que muchos consumidores, por no decir la gran mayoría, no sabrían identificar a simple vista cuál es un producto original y cuál es una copia falsa. Ante este hecho, y en un mercado altamente marquista como el nuestro, si existe la posibilidad de un canal paralelo que abarata el producto en torno a un 60%-75%, que es fácil de conseguir, fiable y que el resto de la población no identifica como copia falsa, ¿no consideramos que van a crecer exponencialmente las compras en este canal? En mi opinión, no hay duda en la respuesta. Si productos que pueden suponer un riesgo para la integridad del usuario como puede ser una bicicleta, e incluso entre deportistas avanzados o meridianamente intensivos como lo son los ciclistas de carretera, han entrado de lleno y hay un mercado creciente de producto falsificado, como lo demuestra, por ejemplo, la última operación de la Guardia Civil denominada "Tourmalet" desarrollada en la Comunidad Valenciana y que acabó con la detención de dos personas y la incautación de efectos valorados en 120.000 euros de falsificaciones de primeras marcas ciclistas; que nadie dude de la existencia, y el más que probable crecimiento, de un número importantísimo de consumidores que están adquiriendo las camisetas de su equipo de futbol o las sneakers a través de este canal. Si alguien lo duda le propongo un juego tan sencillo como hacer alguna búsqueda en google, o ir a la web de aliexpress y buscar por cualquier marca, o por un modelo de sneakers, o por el nombre de su equipo favorito. No es difícil encontrar cientos de posibilidades de adquirir falsificaciones en tu casa sin apenas esfuerzo. Estoy convencido, que habrá muchas personas del sector que considerarán que esto es fruto de la coyuntura económica y que en cuanto se recupere el crecimiento este fenómeno se disipará, por el contrario yo no lo creo. En mi opinión, este fenómeno sólo parará si el sector se enfrenta a él, y digo el sector, ya que es evidente que las marcas son las principales implicadas, pero si el sector no trabaja unido y de manera colaborativa difícilmente podrán acometerse resultados notables. Dicho esto, he de decir que no va a ser fácil acabar con esta situación por varias razones, en primer lugar por la falta de vertebración del sector, la cuál es bastante deficitaria, e incapacita, por ejemplo, para enfrentarse de manera conjunta a un problema de un modo parecido al de los taxistas frente Uber. Por otro lado, una fuerte lucha de egos y prevalencias, que hace que algunos no se quieran unir ni frente a un problema común o para buscar soluciones conjuntas, circunstancia que sucede en todos los niveles de la distribución deportiva. Y por si esto fuera poco, le podemos añadir una falta de voluntad en la administración que ha demostrado su incapacidad absoluta frente a manteros y venta ambulante ilegal, así como para controlar la Piratería atroz en los sectores anteriormente comentados. Por desgracia, mi opinión es que la piratería de artículos deportivos es un problema creciente que va a seguir desarrollándose, sobre todo si no se administran cortafuegos que dificulten el fácil acceso actual. Igualmente, considero que si no se aborda el problema de manera conjunta los resultados no serán exitosos y se provocarán daños en el sector en todos los niveles. Espero, sin embargo, que todos tomemos conciencia al respecto. A estas alturas nadie debería dudar de la existencia, y el más que probable crecimiento, de un número importantísimo de consumidores que están adquiriendo las camisetas de su equipo de futbol o las sneakers a través de páginas web que ofrecen copias de buena calidad a un precio muy inferior Piratería creciente ARTÍCULO DEL MES Carlos Grande Secretario general de ASECODE TS 18

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