sitivo. Los problemas empiezan en cuanto hacemos referencia a las ventas. Y no precisamente porque haya caído, al contrario. El crecimiento espectacular en practicantes también se traducido, lógicamente, en un boom de las ventas, especialmente de calzado, bicicletas y neoprenos. El problema es que han sido muchos los que le han atribuido al triatlón un potencial que no tenía, tal y como advirtieron, desde el principio, quienes llevan años viviendo –e impulsando- este deporte. Tenía recorrido, está claro, pero no tanto como algunos pensaron. Y pasó lo que se veía que iba a pasar: más oferta que demanda. Y cuando esto se da en marcas y productos, el problema es relativo, pero si se da en tiendas. Las cosas se complican un poco. Y así pasó. En tres o cuatro años abrieron decenas de tiendas, muchas de ellas, incluso, en sitios donde no tenía ningún sentido abrirlas. Optimismo desmesurado y falta de sentido común. Somos expertos en explotar una moda hasta ahogarla. Cuando algo funciona, salen inversores y nuevos detallistas por todas partes. Y en estos últimos años lo estamos viviendo con varias modalidades, especialmente con el Running, el bike y el triatlón. ¿Justifica la demanda esta oferta? En triatlón la respuesta es contundente y clara: No. Pero aun así, durante algunos años -y todavía ahora- ha habido muchos inversores-detallistas que han pensado que por ser triatletas y por tener 30 o 40 mil euros la cosa sería fácil. Fácil y rentable. Y claro, el revés ha sido de órdago. La realidad, pese a quien le pese, es que el triatlón, con boom incluido, sigue siendo un deporte minoritario y la cifra de practicantes no justifica las innumerables aperturas que ha habido en los últimos años, especialmente en las grandes ciudades. Muchos empresarios han abierto tiendas porque les gustaba este deporte o porque creían que era la gallina de los huevos de oro. El problema es que no han tardado en ver que las cosas no son tan fáciles y que salir adelante implica un gran esfuerzo. Una tienda especializada requiere mucho trabajo y necesita unos años para funcionar bien, y algunos han abierto convencidos de que bastaba con subir la persiana para empezar a facturar. Una tienda especializada no depende solo de la venta. Ni de los 4 amiguetes que te pueden comprar. Hay que picar mucha piedra para posicionarse. Además, hay que tener muy en cuenta que aunque los neoprenos son un producto muy específico que, generalmente, se vende sólo en tiendas especializadas, el calzado se puede comprar en una tienda de running y las bicis en una de bicicletas. Y eso significa mucha más competencia, sobre todo teniendo en cuenta que tanto bike como running son dos de los segmentos más fuertes del momento y, también, dos de los más especializados a nivel comercial. LA TEORÍA DE LA SUPERVIVENCIA Como era previsible, aunque muchos no se dieran cuenta, al final la ley del mercado se impone. Es prácticamente imposible que un segmento donde la oferta está muy por encima de la demanda no acabe implicando cierres. La selección natural hace meses que está haciendo su trabajo, dejando en evidencia a quienes han puesto más corazón -y dinero- que cabeza. Como en cualquier comercio -especializado o noaguantarán las tiendas que se gestionan con la cabeza y que tienen al frente gente que sabe cómo hacerlo y que conoce muy bien el producto (de triatlón y de cada una de sus modalidades). Aunque esta modalidad goce, aparentemente, de buena salud, para aguantar con la persiana abierta no basta con ser un apasionado de este deporte y encontrar un local más o menos decente. Las marcas, por su parte, deben seguir apostando por este deporte, pero también tienen que asumir sus limitaciones y, especialmente, tienen que cuidar a sus clientes históricos y no dejarse cegar por las constantes aperturas para colocar producto. Si la evolución se cuida, si no se abusa en exceso de una moda que sigue siendo moda, el triatlón aún puede ser una buena apuesta para tiendas y marcas. UN AUGE QUE ANIMA TRES SEGMENTOS Dejando de lado el problema de las tiendas y su sobreoferta, es obvio que el boom del triatlón ha tenido varios beneficiados, entre ellos los segmentos del bike, la natación y el running . En el caso del running, basta con tener claro que, a pesar de que hay marcas especializadas en calzado de triatlón y de que algunas marcas del universo running tienen modelos específicos de triatlón, la gran mayoría de los triatletas corren con calzado running, de manera que los movimientos que han tenido que hacer estas marcas han sido mínimos, y generalmente más vinculados al marketing que al I+D. En textil la cosa cambia un poco porESPECIAL TRIATLÓN Somos expertos en explotar una moda hasta ahogarla. Cuando algo funciona, salen inversores y nuevos detallistas por todas partes. Y en estos últimos años lo estamos viviendo con varias modalidades, especialmente con el Running, el bike y el triatlón. ¿Justifica la demanda esta oferta? En triatlón la respuesta es contundente y clara: No. El triatlón tiene una relación muy directa con el running y el bike, dos de los deportes que más han crecido en los últimos años y que, lógicamente, han “derivado” a muchos de sus practicantes al triatlón, sobre todo desde el running. TS 32
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