TradeSport 233 - Junio 2015

EDITORIAL Poco a poco parece que la crisis se aleja. O eso parece. O eso es lo que dan a entender la mayoría de indicadores económicos que se publican últimamente. Uno de los principales indicadores, el del consumo, deja claro el cambio de tendencia. El consumidor empieza a gastar. Y, sobre todo, vuelve a invertir. Las ventas de coches crecen un 23,9% en el primer cuatrimestre y el sector inmobiliario da un giro: suben las ventas de los pisos, suben los precios y crecen las hipotecas. Cada vez hay más gente que, ante la poca rentabilidad que ofrecen actualmente los bancos, empieza de nuevo a invertir en ladrillo. Estos y otros datos de consumo interno son un síntoma claro de que las cosas están mejorando. Los bancos poco a poco van abriendo el grifo, especialmente a quienes tienen capacidad para asumir los créditos, y gran parte de las inversiones y del ahorro que ha estado oculto durante estos últimos años, empieza a aflorar. Invertir tiene mucho menos riesgo… Y gastar también. Este cambio de tendencia que se está dando en el consumo también se ha dejado notar a nivel empresarial. En España y en el resto de mercados. Las grandes empresas han racionalizado sus inversiones durante los últimos años, a veces por falta de liquidez y otras para evitar riesgos, pero en los últimos meses se han reactivado muchas negociaciones de compra-venta. Los fondos de inversión y las grandes compañías de capital riesgo empiezan a moverse. Y rápido. Pero también lo hacen empresas con mucha menos liquidez pero que tienen claro que es el momento de crecer y que uno de los caminos para hacerlo es invertir en sinergias; en compañías dispuestas a buscar nuevos aliados para ser más fuertes. Entramos en un entorno donde el capital empieza a moverse y la palabra riesgo ha desaparecido casi por completo de los departamentos de expansión. Un contexto donde el capital empieza a moverse y la palabra riesgo ha desaparecido casi por completo de los departamentos de expansión de las grandes –y medianas- compañías, es el idóneo para que cualquier empresa del sector ponga sus marcas en valor y se plantee la posibilidad de buscar nuevos socios o, incluso, de entrar a formar parte de grupos más fuertes a nivel internacional. El futuro de muchas compañías nacionales pasa, irremediablemente, por la internacionalización. Y la internacionalización suele depender, casi siempre, de la capacidad que se tenga para invertir a medio y largo plazo. El Made in Spain todavía es un reclamo en muchos mercados. Y cada vez hay más marcas nacionales, muy especializadas, que pueden tener un hueco en los mercados internacionales. Y eso, obviamente, no pasa desapercibido a los inversores, que ven en ellas una buena oportunidad para crecer de forma inorgánica. En España, es cierto, no hay apenas tradición de generar fusiones, joint venture, grupos inversores o grandes compañías como estrategia de crecimiento, pero la globalización nos impone un cambio de mentalidad. Y los pocos casos que hemos podido vivir en nuestro sector han sido muy positivos para todas las partes. Ahora el riesgo es mucho más asumible que hace unos años. El único escollo es el miedo. El miedo a las sinergias y el miedo a perder el control, la identidad o las oportunidades. Pero el miedo no es más que un muro que separa lo que se es, de lo que se podría ser… JAUME FERRER jferrer@tradesport.com Crecimientos inorgánicos O P I N I Ó N DESDE EL AÑO1993 SPORT PANEL EDITA MENSUALMENTE TRADESPORT, LA PRIMERA PUBLICACIÓN DEL SECTOR DEPORTIVO. TRAS MÁS DE 18 AÑOS DE HISTORIA, Y CON LA MISMA INDEPENDENCIA CON LA QUE SE FUNDÓ, TRADESPORT SE HA CONSOLIDADO COMO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN IMPRESCINDIBLE PARA AQUELLOS QUE QUIERAN CONOCER LA EVOLUCIÓN DEL SECTOR. TS 3 Reconozco, vaya por delante, que me he leído muy pocos programas electorales últimamente. Bueno, más bien ninguno. Pero sí miro la tele de vez en cuando y este año me ha dado por ver muchos debates políticos durante la campaña electoral. Por mucho miedo que intentasen meter desde el Gobierno, las Autonomías o los Ayuntamientos, era obvio que se avecinaba un cambio. Y cuanto menos, quería saber un poco más cuáles eran las ideas de quiénes llegaban con el claro objetivo de cambiar la política. Y más allá de poder compartir o no algunas de sus ideologías, y de tener claro que será muy complejo aplicar según que programas –los poderes económicos tienen mucha más fuerza que los políticos- en ninguno de los debates que vi se habló de deporte. Ni siquiera de salud. Economía, Venezuela, antisistema, casta, desahucios, bancos, corrupción... Lo de siempre. Y de deporte nada. O casi nada. Estoy convencido de que en los programas electorales de estas nuevas formaciones políticas sí se hablaba de deporte. Es más, es probable que por su tradición ideológica el deporte tenga, incluso, un papel importante en la formación del individuo. También se hablaba mucho de formación, promoción y deporte base en los programas de los hasta ahora dos grandes partidos políticos de España, pero este asunto siempre ha sido completamente intrascendente en sus políticas. Sólo cuando se ha empezado a asociar salud con deporte –y no precisamente desde las instituciones públicas-, se ha reaccionado. Y siempre de forma insuficiente. Economía, Venezuela, antisistema, casta, desahucios, bancos, corrupción... Lo de siempre. Y de deporte nada. O casi nada. No sé muy bien cuáles serán las estrategias, en este sentido, de estos nuevos líderes políticos que acaban de llegar a los Ayuntamientos de algunas de las principales ciudades de España, a Autonomías con mucho poder y que, presumiblemente, tendrán también un importante papel en el gobierno central, pero aunque sea desde sus departamentos de salud y bienestar, sería muy aconsejable que dieran un papel protagonista a la práctica deportiva. El estado del bienestar del que gozamos en nuestro país no se tambaleará porque mande la derecha, el centro o la izquierda; se tambaleará si quien manda sigue ignorando por completo que el deporte es fundamental para que el gran pilar de este modelo, la salud, no se derrumbe. Y no estaría de más, por supuesto, que quienes pueden sacar más beneficio de este necesario aumento de los índices de práctica deportiva, hagan algo para ayudar. Está muy bien que las marcas patrocinen deportistas, equipos o apoyen carreras populares y otros acontecimientos deportivos, pero hay cosas mucho más importantes que la imagen de marca. Y aunque a muchos les escueza, suerte que al menos tenemos a unos amigos franceses que, por lo que sea, van construyendo la base. Los demás, que se gasten el dinero que quieran en grandes estrellas, pero, solos o juntos, deberían procurar que quienes serán sus compradores mañana, se muevan un poco más. Es tristísimo que sean otros sectores los que se tengan que preocupar de que la gente haga deporte. RAUL BERNAT raul@tradesport.com Práctica(mente) nada AYUDANOS CON TUS SUGERENCIAS: tradesport@tradesport.com TRADE 232 ESPECIAL BAÑO TRADE 231 ESPECIAL RAQUETA TRADE 229 ESPECIAL INVIERNO TRADE 230 ESPECIAL MUJER

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