El baño es y ha sido siempre un segmento muy complejo. Y lo es, básicamente, porque la oferta se divide en dos grandes universos –moda y deporte- que, además, no se parecen en nada ni en concepto ni en producto. Y mucho menos en ventas. La parte técnica, obviamente, la controla el deporte, pero el gran grueso de las ventas, vinculadas a la moda, pasan de largo de nuestro canal y las monopoliza la moda. El porcentaje de baño moda que vende el deporte es muy bajo, sobre todo en mujer, y cada vez hay más tiendas que, simplemente, desisten de apostar por algo que, a priori, deberíamos saber explotar. La caída del X-Wear, además, no ha ayudado mucho. Antes que nada, lo primero que debemos tener claro es que cuando hablamos de natación, hablamos del deporte más practicado por los españoles. O eso es, al menos, lo que pone siempre en las estadísticas. Esto, obviamente, debería implicar que la venta de bañadores fuese bastante buena y, también, bastante regular. El problema, como siempre, es saber dónde y cuándo nada la gente y, especialmente, con qué nada, porque es más que probable que un porcentaje de quienes dicen nadar lo hagan puntualmente, y con material no atlético –baño moda- que habrán adquirido en una tienda que no es del canal. En los últimos años el segmento del baño, en general, ha cambiado mucho. Muchísimo. La crisis, lógicamente, ha tenido mucho que ver, porque ha frenado en seco las ventas de baño moda de las principales marcas deportivas y, de rebote, ha hecho crecer, todavía más, las ventas de las grandes cadenas de moda, pero los cambios de este universo comenzaron mucho antes de que las cosas se torcieran a nivel económico. El diseño y la marca son valores añadidos en este universo, pero también lo es el precio, y si te ponen encima de la mesa un bikini o un bañador por 10 euros y con un diseño decente y, al lado, un boardshort o un bikini de estética surfera por 40 ó 50 euros, la decisión, para muchos (y sobre todo para muchas) es fácil. Y más en un contexto como el actual. Es triste, pero es así, y pese al esfuerzo que están haciendo muchas marcas deportivas en los últimos años, la práctica totalidad de este tipo de productos los vende el canal moda. El deporte hace mucho tiempo que pasó a un segundo plano en la venta de baño moda. Más allá de esta evidencia, de la que ya hablaremos más adelante, lo que nadie puede negar es que en el segmento del baño hay un desfase brutal entre ventas potenciales y ventas reales, sobre todo en baño moda, precisamente por el peso que tiene el precio en las decisiones de compra. Y en eso la moda nos gana por goleada. Seguramente hubo un tiempo en que la marca también era importante, pero ese tiempo parece haber pasado. Así, no es nada extraño que, como hemos dicho antes, el gran volumen de ventas de bañadores, sobre todo de mujer, lo controlen determinadas cadenas de moda juvenil, algunas de ellas especializadas en baño. Allí los bañadores tienen precios muy inferiores a los de cualquier marca de deporte, y para muchas consumidoras (la mujer copa la mayoría de las ventas) que utilizan esta prenda para pasar el día en la playa y que, como prenda de moda, quieren tener varias, aspectos como la marca o la tecnicidad son completamente prescindibles. La combinación de precio, diseño y, también, canal, facilita mucho la decisión. ¿Renacerá el llamado beachwear? ¿Volverán las marcas surferas a robar protagonismo a la moda? Es muy complicado, y seguramente las pocas posibilidades que tiene el deporte de robar protagonismo a la moda en todo lo que no tenga que ver con la natación pasen por seducir a la mujer. Y ya sabemos que eso es casi imposible. Mantener el control En natación pasa exactamente lo mismo que en running: tenemos la suerte de vender un tipo de producto que no vende ningún otro canal. De momento. Además, es uno de los segmentos más estables e importantes del sector, y los altos índices de En los últimos años el segmento del baño, en general, ha cambiado mucho. Muchísimo. La crisis, lógicamente, ha tenido mucho que ver, porque ha frenado en seco las ventas de baño moda de las principales marcas deportivas y, de rebote, ha hecho crecer, todavía más, las ventas de las grandes cadenas de moda, pero los cambios de este universo comenzaron mucho antes de que las cosas se torcieran a nivel económico. TS 57 ESPECIAL BAÑO Explotar lo atlético... y recuperar la moda el baño atlético vive un buen momento, y apostar por ello puede ser muy rentable, pero nos guste o no, con lo que podemos crecer es con el baño moda, mucho más imprevisible e irregular, pero con más demanda. No podemos olvidar que la gran mayoría de consumidores cuando compra bañadores compra moda. Y quien quiera crecer no tiene más remedio que adaptarse a esta realidad.
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