TradeSport 231 - Abril 2015

En cuanto a las marcas, y dejando de lado el omnipresente Decathlon (que, como era de esperar, tiene el control absoluto de las gamas bajas-iniciación), el mercado de las raquetas lo controlan marcas como Babolat, Head y Wilson, pero con otras marcas como Dunlop o Prince apretando muy fuerte. Es una categoría muy marcada por la especialización, sin presencia de las grandes multinacionales, y donde las fuerzas están mucho más repartidas entre apenas 10 marcas, y sin diferencias abismales como las que se dan en deportes como el fútbol, por ejemplo. Ni con tanta sobreoferta como la que actualmente tiene el pádel. En cuanto al calzado, es probable que sea la categoría que, dentro del tenis, ha experimentado un mejor comportamiento en los últimos años. En apenas una década se ha triplicado la cifra de unidades vendidas. Eso sí, a diferencia de las raquetas, Nike y adidas, sí tienen un protagonismo importante. Ellos, marcas especialistas como Asics (con un crecimiento espectacular), K-Swiss, Lotto o Joma, y algunas marcas de material duro que han apostado por esta categoría en los últimos años –principalmente Babolat Wilson y Head-. En textil, entran en juego Decathlon y, también –o sobre todolas grandes multinacionale, que sacan partido a sus inversiones en patrocinio y dominan aplastantemente el mercado. Aunque es una categoría muy compleja, especialmente por la dificultad que aún tiene conseguir que los jugadores usen textil específico, el trabajo de marcas como Nike, adidas, Asics o la española Joma, está cambiando esta tendencia. En cualquier caso, si hay que apostar por el potencial de alguna categoría dentro del tenis, parece lógico que quien tiene las de ganar sean, precisamente, textil y calzado. Con el auge del pádel, las posibilidades de que el tenis “pegue un estirón” se han visto muy limitadas, pero el aguante que ha demostrado -pese a la caída de las ventas de material duro- es un argumento sólido para defender que, ni a corto ni a medio plazo, el tenis va a sufrir más. Sin nuevos practicantes, será la lucha entre marcas, con la tecnología como eje de las estrategias, la que marcará el futuro de este deporte. PÁDEL: EN BUSCA DEL DORADO El pádel ha sido, junto al running, una de las grandes “sorpresas” de la última década. Llegó a España con la etiqueta de deporte elitista, aunque se la consiguió arrancar de repente y, sin saber muy bien quién había encendido la mecha, comenzó a crecer. Y a un ritmo espectacular. Y su mérito, si cabe, era mayor que el del running, que debe mucho a la crisis. La cifras de uno y otro no son las mismas, obviamente, (por accesibilidad sobre todo), pero en crecimientos porcentuales es probable que el pádel encabece la lista. No en vano, en el periodo 2012-1014 este deporte suma crecimientos del 41% en unidades y del 47% en valor. Y con estos datos, es obvio que su presente y, sobre todo, su futuro, invitan básicamente al optimismo. Un optimismo, eso sí, que puede desvanecerse de golpe si no se superan algunas de las barreras que tiene este deporte, especialmente su escasísima práctica más allá de España, Argentina y algún que otro país, y la exagerada lista de marcas que hay en el mercado… y que se sigue ampliando cada día. El porqué de su auge ya lo hemos explicado muchas veces, y basta con decir que es un deporte bastante fácil de aprender –mucho más que el tenis-, relativamente asequible –el material no es caro y el precio por jugar tampoco-, y con un fuerte componente social. Además, por su crecimiento, se han multiplicado las instalaciones y cada vez es más fácil encontrar dónde jugar. Centrémonos pues en los “problemas”. El primero, sin duda, la sobreoferta. Más de 100 marcas de palas es, simplemente, esperpéntico. Es cierto que el 80% venden poco o muy poco pero también lo es que la suma de estas pequeñas ventas acaba pasando factura a las grandes de este segmento, las que llevan años luchando por ESPECIAL TENIS Y PÁDEL TS 32 Uno de los principales problemas del pádel es la sobreoferta de palas que hay actualmente. Con más de 100 marcas operando en nuestro país, muchas de ellas con una política comercial poco ética, es imposible evitar la guerra sucia de precios que hay en este segmento y que ha convertido al pádel en el deporte con mayor índice de promociones.

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