Una de las características que siempre ha definido al fitness, especialmente en su vertiente más ligada a los aparatos y, en especial, al home-fitness, ha sido su dependencia respecto a la economía. Cuando el ciclo económico es desfavorable, por mucho que la práctica deportiva suela repuntar, las bajas de los gimnasios se multiplican y, sobre todo, cae considerablemente la venta de aparatos domésticos. Ypuesto que estamos en una época poco propicia para el gasto, es obvio que este subsegmento no pasa por su mejor momento. Las marcas se esfuerzan en renovar sus propuestas para ganar atractivo, pero la realidad es que el segmento está muy pendiente de cuándo y cómo se dará la esperada recuperación económica. La crisis, en este sentido, ha sido un gran freno para todo lo que tiene que ver con el home-fitness. Es cierto que algunos operadores, aquellos que apuestan por las gamas de iniciación –y, en especial, Decathlon- han aguantado el tipo e, incluso, han ganado terreno, pero las grandes marcas han sufrido mucho. Algunas, incluso, han reequilibrado su balanza entre homefitness y profesional para minimizar pérdidas, conscientes de que, aunque los gimnasios no pasan su mejor momento, su dinamismo es ligeramente mayor que el de los aparatos domésticos, sobre todo desde que se han disparado las propuestas low cost. El home-fitness se mantiene inmóvil. A la expectativa. Más pendiente de no seguir perdiendo cuota que de buscar soluciones para volver a ganarla. Y como hemos dicho, esta situación es visible, especialmente, en gamas medias y altas. Durante algunos años el Home-fitness mantuvo una buena progresión. Algunos operadores especializados en la parte profesional no dudaron en apostar, también, por los aparatos domésticos, y este pequeño nicho de mercado creció en competencia al mismo ritmo que lo hacía en ventas. Pero eran otras épocas. La subida del IVA no ha tenido apenas incidencia en esta pequeña parcela del fitness, pero la crisis sí ha sido determinante en las últimas cuatro o cinco campañas de este universo. DAÑOS COLATERALES Aunque pueda sonar a paradoja, la marcha del home-fitness siempre ha estado estrechamente ligada a la de los gimnasios. Y no nos referimos, ni mucho menos, a que cuando los segundo pierden clientes, sea el home-fitness quien los gana. Al contrario. Cuando los gimnasios han crecido, el home-fitness también lo ha hecho. Como también tuvo su repunte cuando el triatlón se puso de moda. Evidentemente hay gente que para ahorrar, prefieren sacrificar cuotas de gimnasio y apostar por aparatos domésticos, pero por regla general, quienes apuestan en firme por estos aparatos –al menos por las gamas medias y altas- son quienes ya tienen una rutina de gimnasio o de entrenamiento. El problema es que, ahora, tras 4 o 5 años de crisis, el consumidor no puede permitirse invertir en gamas bajas o medias. Y eso explica, en gran parte, que en apenas dos años meses el mundo del home-fitness HOME-FITNESS La difícil situación económica que atraviesa nuestro país, y que ha cambiado por completo los hábitos de los consumidores, ha puesto encima de la mesa del home-fitness nuevas reglas del juego. Reglas muy marcadas por la caída de las ventas... TS 72 El home-fitness es uno de los muchos segmentos cuyo crecimiento dependerá, en gran parte, de la economía. El potencial está ahí, pero difícilmente explotará si no dejamos atrás la crisis. Esperando el cambio de ciclo
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