uno de los deportes más caros de practicar, tanto por el material necesario como por el coste que conlleva el desplazamiento (hoteles, restauración, forfaits…). Y con este panorama, que muy poco tiene que ver con marcas y tiendas, las posibilidades de experimentar un fuerte boom de esquiadores son bastante remotas. Además, España sigue teniendo un problema de cultura, de tradición. No somos un país con una cultura sólida del esquí. Tenemos historia, es cierto, pero estamos a años luz de la mayoría de países europeos con estaciones de esquí. El turismo, que podría ser una pieza clave para el esquí, cree que España es sólo un país de playa, y cuando descubre que también hay pistas de esquí –y muy buenas- se asusta con los precios. Por si fuera poco, muchos de nuestros esquiadores prefieren irse fuera de nuestras fronteras porque las condiciones –de nieve y económicas- son mejores. El trabajo de las estaciones para cambiar esta evidencia ha sido, en los últimos años, muy importante. Se han llevado a cabo inversiones millonarias tanto en la mejora de las pistas como en los servicios de las estaciones. Muchas de estas inversiones se han realizado con la ayuda de las administraciones –locales, regionales y centrales-, un apoyo que viene a constatar la importancia económica del esquí más allá del deporte, sobre todo en un país, como España, donde el turismo es una de las fuentes de ingresos más importantes. Sin embargo, y pese a que muchas de estas estaciones no tienen nada que envidiar a otras estaciones europeas, el esquí sigue siendo un deporte caro a los ojos de muchos españoles. La realidad, por mucho que las marcas se esfuercen en innovar y, sobre todo, en potenciar determinadas modalidades –especialmente las que atraen a un target joven y a las mujeres- es que a día de hoy el margen de recorrido del esquí, en practicantes y en ventas, es bastante limitado. Pese al Carving, al Rocker o al espectacular boom del esquí de montaña, es muy difícil captar nuevos esquiadores. Y eso, para marcas y tiendas, es un handicap importante. ¿La ventaja? Que los practicantes son muy “fieles” y cuando llega el invierno tienen mono de nieve. Esquían sí o sí – sobre todo los que tienen segundas residencias cerca de las estaciones- y suelen renovar el material con cierta asiduidad. Además, es uno de los pocos deportes, seguramente el único, que suele pasar de generación en generación y que, cuando se aprende, difícilmente se abandona. Se venderá más o se venderá menos, pero el target está allí. Esta estabilidad que define el esquí en practicantes y ventas también está muy consolidada a nivel de tiendas. Por sus características es un deporte con una gran especialización y aunque todavía hay algunas tiendas multideporte que lo trabajan muy bien, las ventas, sobre todo las de material duro, están controladas por la sólida red de tiendas especialistas y por algunas grandes cadenas. Sin embargo, a diferencia del running o el triatlón, las posibilidades de que esta red de comercios especializados crezca son mínimas. Porque el pastel ya está muy repartido y, sobre todo, porque en los últimos años se ha demostrado que, pese a que la especialización es una fórmula de éxito, en determinados segmentos tan dependientes de la climatología, es mejor diversificar. Además, el segmento en general tiene que replantearse la relación entre marcas y tiendas. El tiempo ha demostrado que hay que lograr un equilibrio más lógico entre programaciones y reposiciones y en el esquí, hoy por hoy, todavía hay demasiada programación. Por suerte las cosas ya están cambiando. Entre otras cosas porque es la única alternativa para que marcas y, sobre todo, tiendas, se blinden ante años de calor o cuando la nieve, como este año, tarda en llegar. TEXTIL: RECUPERANDO TERRENO... CON LO ATLÉTICO El textil invierno es, seguramente, uno se los subsegmentos más dependientes del I N V I E R N O Por mucho que las marcas se esfuercen en innovar y, sobre todo, en potenciar determinadas modalidades –especialmente las que atraen a un target joven y a las mujeres-, el margen de recorrido del esquí, en practicantes y en ventas, es bastante limitado. TS 60
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