TradeSport 229 - Febrero 2015

Cuando compra para ella, diseño, estilo, tienda e, incluso, marca, suelen estar por encima del precio, pero cuando la mujer (o el hombre) compra para sus hijos, la cosa cambia. Es mucho más racional, especialmente si se trata de la ropa para el cole o para las extraescolares de deporte. Los niños, eso lo sabemos todos, crecen muy rápido y cuidan muy poco su ropa, y los padres saben perfectamente que lo que compran hoy mañana se ha quedado pequeño. Y con este panorama la prioridad, está claro, es no gastarse más de la cuenta. Hay excepciones, claro, pero la mayoría de padres miran con lupa los precios de la mayoría de ropa y calzado que compran para sus hijos. Harán excepciones con unas zapatillas de futbol u otros artículos técnicos y, seguramente, también con parte de su vestimenta no escolar, pero con el resto, gastar más de lo necesario no es lo habitual. Quede claro, por si acaso alguien está pensando en adolescentes, que cuando nos mostramos tan pesimistas con la categoría Niño pensamos en un target que puede ir de los 4 a los 12/13. Antes, poco deporte hacen y apenas visten moda deportiva (de marcas deportivas); luego, a partir de los 12-13, las cosas cambian y por suerte, ganan peso las preferencias por determinadas marcas vinculadas al deporte (más lifestyle que técnico). También hay que dejar claro que en esta franja a la que hacemos referencia existen ciertas diferencias entre niños y niñas. Los niños seguramente preferirán ropa deportiva y las niñas, en cambio, ropa más “formal”. Muchas veces es cosa de los padres, pero desde pequeños, los niños son un target mucho más afín al canal que las niñas (aunque en ambos casos, las compras en cadenas de moda infantil son infinitamente superiores a las del canal deporte). Con la edad, los niños tienen pasión por ciertas marcas deportivas. Poco les importa vestir todos los días con artículos deportivos. Al contrario. Sin embargo, las niñas, sobre todo a partir de los 9 o 10 años, no tienen ningún interés por las marcas deportivas. Ni siquiera por las marcas. Si no hay más remedio se ponen un chándal para hacer gimnasia o alguna extraescolar –chándal que seguramente habrán comprado en una tienda de moda infantil- y unas zapatillas. Pero luego, de marcas deportivas ni oír hablar. Máximo unas zapatillas que les gusten. Y no por la marca. ESPECIAL NIÑO TS 34 La cadena gala Decathlon arrasa en todo lo que tiene que ver con deporte o material “técnico”. Su monopolio es espectacular, y no sólo por los precios, también porque en muchos deportes es la única alternativa que hay... tras la renuncia de las marcas y las tiendas. ¿Se puede hacer algo más allá de lo atlético? Aquí empiezan los problemas. Las batallas perdidas antes de comenzarlas. Es cierto que hay marcas –muy pocas- que están haciendo bien su trabajo y se están ganando la confianza de la mujer (como compradora y consumidora) y el niño, pero la cruda realidad es que luchar contra otros canales es prácticamente imposible. El llamado lifestyle es territorio ocupado por las grandes cadenas de moda (juvenil e infantil) y luchar contra ellas es una quimera.

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