TradeSport 228 - Enero 2015

TS 31 La crisis, nos guste o no, ha animado al sector. Muchos deportes han “renacido” y tiendas y marcas han podido tirar de lo atlético para equilibrar el desastre sufrido con la moda deportiva. Entre los deportes que gozan de mejor salud, el running es, sin duda, el más dinámico, y cada día gana más practicantes. Es probable que las ventas se hayan desacelerado un poco respecto a años espectaculares como el 2012 o el 2013, pero esta modalidad –y su primera hermana, el trail- sigue siendo la que genera más tráfico en los comercios. Y también, con el permiso del bike, sigue siendo la que tiene más atractivo entre los nuevos aventureros que, en una época tan compleja, se atreven a apostar por el comercio deportivo. Las razones que han convertido al running en el deporte de moda en estos últimos años las hemos numerado muchísimas veces y creemos que, a estas alturas, todo el mundo tiene muy claro que su boom tiene mucho que ver con sus ventajas a nivel físico y psíquico y, también, con las consecuencias que, a nivel de ocio y gastos, ha tenido la crisis. Es una modalidad accesible (especialmente en inversión) y con múltiples ventajas a nivel de salud. Segurament estos dos factores son los que, precisamente, nos animan a creer que, aunque la crisis se deje atrás, el running seguirá teniendo la fuerza que tiene ahora. Seguramente muchos corredores volverán a dirigir parte de su ocio hacia otros caminos (y canales) , pero estamos ante uno de los deportes más adictivos del sector y que quien ha empezado a correr con cierta frecuencia, es muy difícil que deje de hacerlo. Así, no es arriesgado afirmar que, a corto y medio plazo, el running seguirá siendo el motor de la vertiente más atlética del sector. También será el gran reclamo de las tiendas multideporte y, aunque a un ritmo bastante más contenido, y pese al peligro que ello conlleva en el equilibrio oferta-demanda, es probable que sigan abriéndose más tiendas especializadas. Tiendas que tendrán que luchar mucho para sobrevivir porque el mercado ya está bastante repartido y porque, no nos engañemos, los practicantes crecen a mayor ritmo que las ventas. Aun así, aunque en estos últimos 12-24 meses su progresión se haya visto frenada y se haya empezado a sufrir como en otros segmentos y sectores más tocados por la crisis, el techo del running está muy lejos todavía lejos. Y eso lo saben muy bien marcas y tiendas. UN ÚNICO BACHE: LA SOBREOFERTA A día de hoy es complejo buscarle pegas al running. Gana practicantes, las ventas son buenas y el potencial sigue intacto. Seguramente el único problema que tiene actualmente este deporte es que puede morir de éxito. Especialmente a nivel comercial. El running es el deporte que, en estos últimos cinco años, mayor presencia ha ganado en el panorama comercial, tanto en el comercio multideporte como, sobre todo, en el especialista. Y como suele suceder con todos los deportes que se ponen de moda, en un tiempo récord se han abierto centenares de tiendas especialistas, muchas de ellas, no nos engañemos, con más corazón que cabeza. Evidentemente, teniendo en cuenta la cifra de corredores que hay (y su progresión), parece obvio que muchas de estas tiendas tengan cierto margen para crecer y consolidarse, pero también es bastante obvio que desde hace algunos meses la oferta es bastante superior a la demanda. El “problema” que tiene el running tiene mucho que ver con su fuerte presencia en el comercio multideporte y el porcentaje que éste formato de tienda representa en el total de las ventas. A diferencia de otros deportes que han experimentado una progresión similar, el running siempre ha sido un deporte con mucha presencia en el multideporte, que al ver su progresión en practicantes, también ha decidido apostar por la especialización después de ver como, por su dejadez (y su obsesión por el sportwear), el canal especialista se hacía fuerte y se consolidaba atrayendo al deportista habitual, mucho más exigente en cuanto al material y, también, en cuanto a la tienda. Estas tiendas, además, se esfuerzan, no sólo en vender y generar tráfico hacia sus comercios, sino, también, en promocionar este deporte, sobre todo apoyando o impulsando carreras populares. En este entorno, el multideporte, con la caída en picado del sportwear y el auge de deportes como el outdoor o el running, reaccionó volviendo a los orígenes y para la mayoría, la mejor manera de hacerlo, era apostando por el running. Y algunos han logrado, pese a la fuerza del comercio especializado, muy buenos resultados, demostrando que la especialización no es, necesariamente, volcarse en un solo deporte. Para muchas de estas tiendas el running ha sido, es y, seguramente será, un balón de oxígeno en un momento en el que este tipo de tiendas parece tener los días contados si no se reinventa. UN SEGMENTO INNOVADOR El running, además de convertirse en el deporte estrella en el comercio deportivo, también se ha convertido en el gran campo de batalla entre marcas. Una batalla donde ESPECIAL RUNNING Apostar por el running es una apuesta fácil. Su pasado más reciente y su presente hacen bastante previsible el futuro. Ahora vive un momento excelente, en practicantes y en ventas, y ni un aspecto ni el otro peligran a medio y corto plazo Sin límites El auge del running parece no tener fin. Algunos, hace apenas dos o tres años, ya hablaban de madurez, pero la realidad es que cada año sigue ganando adeptos y aunque el crecimiento de tiendas se ha frenado, las ventas siguen manteniendo un muy buen ritmo. Y sin atisbos de que la cosa vaya a frenarse drásticamente.

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