TS 41 De la crisis ya hemos hablado demasiado. Ya hemos explicado mil veces quién y cuándo la ha sufrido y las muchas consecuencias que ha tenido para el sector. Y aunque no haya pasado de largo todavía y muchas de estas consecuencias sigan vigentes (y agravadas) no vale la pena llenar más páginas sobre ello. Basta con decir, seguramente, que no todo ha sido negativo, y que determinadas modalidades, como el running, el bike o algunos deportes outdoor, han sabido nadar en la tormenta y se han beneficiado enormemente tanto de la redirección del gasto en ocio como, sobre todo, del papel que ha ganado la práctica deportiva en el día a día de muchos españoles desde que la economía - y más de media España- empezó su vía crucis. Dentro de este caos en el que llevamos inmersos desde hace muchos meses, algunos segmentos han logrado crecer contracorriente y se han convertido en un bote salvavidas para muchas tiendas... y marcas. Y lo que es más paradójico –al menos teniendo en cuenta de dónde veníamos-, es que ha sido la vertiente más atlética del sector la que ha nos ha permitido salir del lodo. Y más concretamente el calzado. Esta categoría siempre ha sido el eje sobre el que han girado segmentos tan fuertes como el running o, en menor medida, el outdoor, pero en estos últimos años su peso se ha consolidado con un volumen de ventas que está desafiando a la crisis. Y, lógicamente, este buen comportamiento ha sido determinante para que muchas tiendas especialistas hayan aguantado el chaparrón con relativa facilidad y, también, para que muchos se hayan atrevido a cambiar de estrategia en su tienda o, incluso, a abrir nuevos puntos de venta. En cuanto a las marcas, el camino seguido – y a seguir- es obvio. La demanda crece y la competencia también. ¿Solución? Innovar, buscar la diferenciación y ofrecer, temporada tras temporada, nuevas soluciones al consumidor. Un consumidor que, pese a todo, está dispuesto a invertir en deporte. RUNNING Y TRAIL, PRINCIPALES MOTORES A estas alturas todo el mundo es consciente que el deporte que más ha crecido en estos últimos meses, en practicantes y en ventas, es el running. Y, lógicamente, uno de los grandes culpables del buen momento que atraviesa el calzado técnico a nivel global es el running. Gracias o por culpa de la crisis cada vez hay más gente que empieza a correr y, sobre todo, cada vez hay más gente que convierte este deporte en un hábito. Además, se han dado dos factores que, aunque no estén estrictamente vinculados a lo atlético, si han servido para impulsar este universo –especialmente las ventas de las marcas-: la tecnicidad se ha impuesto al diseño y las marcas han explotado el look running para crear una nueva categoría en sus colecciones de calzado sportwear. Así, las marcas han logrado, no sólo explotar la parte más técnica, sino, también sacar partido al llamado retro running, que se ha impuesto con mucha fuerza en las calles. Pero volvamos a la parte más técnica.Y a las ventas. En apenas cinco años la cifra de pares vendidos se ha duplicado: en 2009, tras unos años de retroceso, se vendieron alrededor de 1,2 millones de pares; el pasado 2013 se cerró con casi 2,4 millones de unidades vendidas y con un crecimiento respecto al 2012 de más del 24%. Y en plena crisis. Además, y aunque Nike y Adidas dominan con cierta contundencia las ventas – en valor y unidades-, el pastel ha quedado bastante repartido: los primeros precios son casi monopolio de Decathlon), las franjas medias están controladas por las multinacionales –Nike y adidas, principalmente- y algunas marcas nacionales emergentes; y las gamas altas es coto privado para especialistas como Asics, New Balance, Mizuno, Brooks o Saucony –con permiso de los modelos estrella de Nike y Adidas (marcas para las que el running siempre ha sido uno de sus principales caballos de batalla). ¿Hasta cuándo se mantendrá el crecimiento? El running sigue creciendo a muy buen ritmo, especialmente en practicantes, y aunque a nivel comercial el futuro plantea ciertas dudas –por la sobreoferta de tiendas, básicamente- las ventas de calzado mantendrán su buen ritmo. Y eso, para el sector, es una gran noticia, sobre todo teniendo su peso en el global de las ventas de calzado. Hace unos 4 o 5 años había ciertas dudas de lo que pasaría cuando la crisis se dejara atrás, pero hoy en día parece bastante obvio que el running ha llegado para quedarse y que seguirá su progresión sea cual sea el contexto económico. Además, aunque es evidente que cada vez hay más mujeres que corren, este target aún tiene un recorrido enorme (apenas representa el 20% de las ventas) y si en algún momento, a corto plazo, el Hombre se estanca, el crecimiento de la Mujer servirá para mantener esta buena marcha. En cuanto al trail, prácticamente lo mismo. ESPECIAL CALZADO ATLÉTICO En apenas cinco años la venta de zapatillas de running se ha duplicado: en 2009, tras unos años de retroceso, se vendieron alrededor de 1,2 millones de pares; el pasado 2013 se cerró con casi 2,4 millones de unidades vendidas y con un crecimiento respecto al 2012 de más del 24%. Un balón de oxígeno El calzado atlético ha sido el eje sobre el que han girado segmentos tan fuertes como el running o, en menor medida, el outdoor, pero en estos últimos años su peso se ha consolidado con un volumen de ventas que está desafiando a la crisis. Y, lógicamente, este buen comportamiento ha sido determinante para que muchas tiendas especialistas hayan aguantado el chaparrón con relativa facilidad y, también, para que muchos se hayan atrevido a cambiar de estrategia en su tienda o, incluso, a abrir nuevos puntos de venta.
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