TradeSport 224 - Septiembre 2014

Hace apenas cinco meses dedicamos el especial de esta revista al mundo del fitness. De lo que dijimos entonces poco más podemos añadir. Las cosas en estos meses no han cambiado apenas, y el cada vez más extenso universo del fitness, sigue su ritmo, con sus altibajos, y con sus virtudes y sus defectos. Es probable que en estos últimos años su progresión se haya visto frenada ligeramente por la crisis y por decisiones bastante incomprensibles del gobierno, pero este segmento y todos los deportes que engloba, sigue siendo uno de los que mayor potencial tiene a corto y medio plazo. El porqué de su éxito no hace falta explicarlo con muchos detalles. No, porque ya lo hemos hecho y, sobre todo, porque las razones, en el fondo, son muy simple. Y tienen mucho que ver con la transformación de todo este universo y su rebautización bajo el paraguas del llamado wellness. Este nuevo término, que engloba todo lo que tiene que ver con el bienestar, se ha impuesto con fuerza en una sociedad cada vez más estresada y que, por culpa de la crisis, se ha visto obligada a reconducir sus gastos hacia nuevas formas de ocio, muchas de las cuales, afortunadamente, tienen que ver mucho con el deporte. El problema es que justo cuando este mundo empezaba a despegar y se disponía a explotar su gran potencial, al gobierno le dio por subir el IVA. El mundo del fitness, vinculado en muchas ocasiones a los gimnasios, ha experimentado dos grandes puntos de inflexión en las últimas dos décadas. Por un lado, la transformación radical de los gimnasios, que de centros de musculación han pasado a ser verdaderos templos de salud y deporte; y por otro lado, la ya mencionada subida del IVA, que no sólo ha frenado el crecimiento de este mundo sino que, sobre todo, ha obligado a muchos centros a reinventarse. Y, probablemente, haya sido la semilla del que, sin duda, ya es un nuevo punto de inflexión en el mundo del wellness: el boom y consolidación de los gimnasios low cost. Pero empecemos por el IVA. Poco que decir que no se haya dicho ya. La subida del IVA hasta el 21% ha sido un fuerte revés para el sector. Por el cómo, el qué y, sobre todo el cuándo. En el peor momento posible, cuando los gimnasios ya estaba sufriendo una fuerte caída de los socios por culpa de la crisis el Gobierno de Rajoy decidió que ir al gimnasio era un lujo y aplicó una subida de 13 puntos al sector. 13 puntos, es cierto, apenas son 5 o 10 euros en la cuota final, pero esta subida incomprensible ha dejado en la cuneta a miles de profesionales y a una larga lista de clubes. Seguramente haya quien piense que no hay para tanto; que 13 puntos, al final, sólo son 5-10 euros de más en la cuota final, pero las cifras que vamos viendo desde la entrada en vigor de la subida, son muy alarmantes, especialmente entre aquellos gimnasios que han asumido esta subida (cada vez menos). ¿Hay solución? Es difícil –pero no imposible- que el gobierno se eche para atrás en este asunto así que el único camino que nos queda es intentar impulsar medidas para equilibrar esta subida. Medidas como las bonificación del 50% en la cuota íntegra del Impuesto sobre Sociedades a empresas de instalaciones deportivas privadas por la prestación de servicios relacionados con la práctica del deporte o un plan de exenciones, desgravaciones fiscales para aquellas empresas que invierten en programas de salud y bienestar para sus trabajadores, o que los ciudadanos inscritos en un gimnasio o centro deportivo puedan desgravar en su declaración de la renta parte del importe anual satisfecho por las cuotas correspondientes. El gobierno, sin embargo, no está muy por la labor e ignora por completo que, como señalan muchos estudios, cada euro invertido en deporte implica un ahorro en sanidad de tres euros. Y si se quiere mantener el estado del bienestar hay que fomentar el deporte, no ponerle barreras. En cuanto a los gimnasios, y sin ánimos de perder el tiempo discutiendo su cambio fue causa y consecuencia del boom del fitness, es obvio que su transformación ha dado un giro radical a todo este universo y ha sido clave para que el fitness se haya reconvertido en wellness, un término que, al parecer, tiene mucha más tirada. ¿Y la nueva revolución de los low cost? Pues al fin y al cabo es una consecuencia lógica de de este choque entre crisis, IVA y tranformación de los gimnasios. La crisis ha servido para que muchos gimnasios se reinventasen y para que se implantaran nuevos formatos de negocio basados en el precio. Estas nuevas fórmulas de negocio han ganado muchos adeptos y han cambiado radicalmente las preferencias de un target determinado, pero su auge también ha servido para que TS 65 ESPECIAL FITNESS El fitness, vinculado en muchas ocasiones a los gimnasios, ha experimentado dos grandes puntos de inflexión en las últimas dos décadas. Por un lado, la transformación radical de los gimnasios; y por otro lado, la subida del IVA, que ha frenado -momentáneamente- el potencial de este mundo . El fitness se mantiene en forma Crisis y gobierno se han puesto de acuerdo para intentar amargar sus días de gloria al fitness. Y aunque obviamente han tenido un papel clave en su frenazo, no han logrado detener el crecimiento sostenido que mantiene este universo desde hace algunos años. Los baches, por suerte, se van superando y, además, se superan reinventando el segmento.

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