TradeSport 223 - Julio-Agosto 2014

En los últimos años, fruto del desarrollo de internet, los dispositivos móviles, las aplicaciones, etc, es imposible no escuchar, continuamente, la necesidad absoluta de volcarse en el mundo online, conectar el mundo online y offline, visión 360º, y un largo etcétera de expresiones de este tipo que nos instan a invertir en clics. No negaré las posibilidades de todo el mundo virtual, el ecommerce, etc, pero resulta curioso observar el creciente interés de muchas empresas por lograr ser el líder de los clics y las redes sociales, y al mismo tiempo observar su bajo interés por hacer de su empresa, su tienda o su marca un lugar excelente donde se atienda de manera excepcional a los clientes, se resuelvan problemas y donde la satisfacción de trabajadores, clientes y proveedores con la misma sea alta. No cabe duda de que el mundo online está cobrando una importancia cada vez mayor, y que todo apunta a que en el futuro una parte importante del comercio derivará de este entorno, ahora bien, tener una preocupación tan pertinaz por este entorno, y al mismo tiempo una grave desidia con las relaciones offline, me causa una enorme impresión. Imagino que buena parte de esta enorme inquietud deriva de la maravillosa capacidad del mundo online de magnificar sus virtudes, y el gran altavoz que encuentra entre las personas y los medios de comunicación para lanzar a los cuatro vientos las mismas. Un ejemplo maravilloso de esta “necesidad” es Google y el posicionamiento. Es cierto, según todos los estudios, que si uno no está posicionado en la primera página de resultados de Google (buscador en que se ejecutan la práctica totalidad de búsquedas en nuestro país) difícilmente será visible, (incluso en esa primera página fuera de las tres primeras posiciones ya es difícil lograr clics). Consciente de ello, Google ofrece diversas modalidades de acceder a esa primera página a todos aquellos, la absoluta mayoría, que no pueden aparecer allí de manera orgánica. Para suerte de Google, encuentra presupuestos de inversión por doquier deseosos de estar ahí y dispuestos a invertir lo que sea necesario con el objetivo de la presencia online y un posicionamiento alto. No diré que ocurra en todos los casos, pero si uno hace una búsqueda en Google e intenta comunicarse con los resultados de esa primera página (orgánicos o de pago) , es posible que no quede satisfecho en un buen número de ocasiones con la comunicación offline, e incluso tampoco con la comunicación online, lo que puede plantear el conflicto de porqué necesita una empresa o marca aparecer ahí, y está dispuesta a gastar buena parte de su presupuesto de comunicación en ese lugar, si posteriormente no es capaz de atender las necesidades de sus clientes, o potenciales clientes, desde esa vía o desde cualquier otro canal de comunicación. Estamos inmersos en una espiral infinita de locura de presencia en la red, y de acompañar la misma con comunicación de diverso tipo y por diversos canales, y muchas veces descuidamos a nuestra red de clientes, nuestros partners o nuestro personal. Les pondré un ejemplo, ¿De qué sirve que un Restaurante esté perfectamente posicionado en Google, si sus aseos están sucios, el servicio es malo o la materia prima con la que trabajan no es de calidad? ¿De qué le serviría a este Restaurante estar en esa primera página, si después no tiene interés en contar con un buen cocinero o con un bueno equipo humano? ¿Cuánto tiempo podría soportar la ficción online la realidad offline? No quiero trasladar esta comparativa a una marca, distribuidor, grupo o tienda del sector deportivo, aunque no será muy difícil para aquel que quiera reflexionar un poco, encontrar déficit en cuestiones básicas de las mismas, mientras alardean de su app, su web, su facebook o su posición en Google. En mi opinión, antes de pensar en posicionarse en Google o desarrollar la relación online con el cliente, cualquier operador debería pensar en conseguir la excelencia en su trabajo, probablemente, llegado ese momento, dependerá en menor medida de Google, y más de su gran capacidad para asegurar que su presupuesto online generará beneficios. Si hace muy poco tiempo la palabra omnipresente en el sector era verticalización, hoy la panacea se define como multicanalidad, y en ambos casos estoy convencido que si los grandes esfuerzos y presupuestos que se han gastado y se gastarán en estos conceptos, fueran previamente dirigidos a buscar la excelencia de la empresa y las fortalezas de la misma, esos presupuestos podrían ser menores y con mayor ROI, sin embargo creo que es imparable la creciente inversión en clics por encima de cualquier otra. En mi opinión, antes de construir castillos en el aire, asegurar el mismo con unos buenos cimientos es mucho más rentable y con más garantía de éxito. ¿De qué sirve que un restaurante esté perfectamente posicionado en Google si sus aseos están sucios, el servicio es malo o la materia prima con la que trabajan no es de calidad? ¿Cuanto tiempo podría soportar la ficción online la realidad offline? INVERTIR EN CLICS ARTÍCULO DEL MES Carlos Grande Secretario general de ASECODE TS 24 No negaré las posibilidades de todo el mundo virtual pero resulta curioso observar el creciente interés de muchas empresas por lograr ser el líder de los clics y las redes sociales, y al mismo tiempo observar su bajo interés por hacer de su empresa un lugar excelente

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