TradeSport 222 - Junio 2014

tradesport el agua como en este. Creo que salí demasiado pronto, demasiado en medio, y muy cerca de la cuerda, con poca escapatoria. El resultado: los primeros 1.000 metros de natación recibiendo por todas partes, como el resto, imagino. Con tanto golpe se hace difícil coger un ritmo o un estilo, solo intentas avanzar y salir del “banco de hombres de goma” del que estas prisionero. Realmente la situación es bastante estresante, recuerda algunas imágenes de pesca de bancos de atún. A los 1. 000 metros por fin el grupo se va dispersando un poco, coges ritmo e intentas relajarte un poco sin dejar de nadar fuerte, llegas a la playa, sales, realizas una U de unos 30 metros corriendo por la arena, suena el chip, te vuelves a meter en el mar para repetir el circuito, ahora sí que mucho más cómodo. En una de las boyas encuentro a un submarinista unos 10 metros por debajo de mí sacándonos fotos. Curioso. T1 Salgo del agua con 1h y 10 minutos. Corro hacia la bolsa Bike mientras me saco el gorro y las gafas y voy desabrochándome el neopreno. Cojo la bolsa y busco un sitio en la carpa donde sentarme y cambiarme. Fuera neopreno, secado rápido, vaselina, calcetines, perneras, pañuelo talismán, casco, gafas, dorsal, me tomo un gel y de mientras, una amable abuelita me pone crema protectora. Dejo la bolsa a un voluntario, buen detalle ya que en otras carreras tienes que volver a colgarla tu, y corro hacia la bici. La localizo, y, bici en mano, corro hasta la salida de boxes. Un juez marca donde puedes subir a la bici. Bike Me subo y empiezo a pedalear, la verdad es que me encuentro bien, superada la agonía de los primeros 1000 m de natación todo se ve mucho mejor. La natación, para la mayoría de nosotros, es lo más estresante. El día está cubierto, al menos de momento y, como no, en Lanzarote hace un “buen” viento. Pero la verdad es que ya venía mentalizado para ello, y además, casualmente este invierno he salido bastantes días con viento. El tramo de la bici lo encuentro precioso, con muchos toboganes y autenticas subidas y bajadas. Las vistas son preciosas: paisajes de lava fantásticos (Timanfaya) y panorámicas sobre el mar (Mirador de Haria, Mirador del Rio). Es el Ironman más bonito que he hecho hasta el momento. Hay mucho desnivel para ser una carrera de este tipo, pero todo lo que sube, baja, y disfrutamos de unos descensos rapidísimos y divertidísimos. Poco a poco, se han ido retirando las nubes que tan bien nos han ido durante las primeras horas. Voy adelantando gente y eso siempre anima. Aprovecho el tramo de bici para comer bastante, especialmente solido, barritas y plátanos. Luego seguro que no entraran. También tomo algún gel, pastillas de sal, un par de BCAA´S y gominolas. En los últimos 40 kilómetros me preparo un ReCharge en el bidón para ingerir algo de proteína también e ir preparando la Maratón. El tramo de bicicleta me ha encantado, ha sido duro, muy duro por el desnivel, además de por el fuerte viento y por el pésimo asfalto, pero bonito, muy bonito. Finalizo los 180 kilómetros en 6 horas y 56 minutos, contento muy contento y con buenas sensaciones. T2 Tal y como entro en boxes me cogen la bici. Tampoco me había pasado nunca, es perfecto. Voy directo a por la bolsa Run, me cambio de zapatillas, cambio el casco por una gorra, cargo geles y un tubo de magnesio y a por la maratón. Run El maratón consiste en dar dos vueltas de 16 kilómetros que van desde los boxes en Puerto del Carmen hasta Playa Honda, pasando por delante del aeropuerto, siempre costeando, y una última de 10 kilómetros. Es una maratón dura también, pues es ondulada, con algunas cuestas, y el viento sigue soplando. Pero en este caso lo agradezco, pues a pesar del sol la sensación de calor es menor. Como todos los maratones en los Ironman, es agónico, te vas cruzando con todos los participantes, algunos rápidos, otros andando o cojeando, y siempre vas mirando las preciadas pulseras de colores que te ponen en cada vuelta para saber cuánto les falta o cuánto te llevan, es curiosidad pura. Procuras no pensar mucho y avanzar sin parar, recorres kilómetros y metros pero sin parar. Y el público que no para de animar, y no te dejan aflojar, ¡todo el mundo anima! Seguro que ya falta poco, que ya lo tienes: gel, agua, y correr, trotar o andar, más agua, otro gel y procurar de no parar. Kilómetro 35 casi lo tengo y rampa! Rápidamente me tomo un tubo de magnesio, y agua, ando uno 100 m y veo que el musculo se afloja, otro gel e intento volver a trotar, bien, vuelvo a correr, y ya no paró hasta el final. Han sido casi 5 horas, y no recuerdo cuantos geles… En la entrada en meta no hay palabras. Los últimos 200 metros la gente grita tu nombre, por las pulseras saben que ya entras y que acabas, ¡que eres un FINISHER! ¡Finisher! Cruzas la meta, te cuelgan la medalla, y recibes la felicitación de Kennet Gasque, el alma mater de esta prueba, y a su lado Isabelle, mi anfitriona en la Isla, que me da un fuerte abrazo. Todo el esfuerzo y tus pensamientos, tantos pensamientos que te han acompañado durante todo el día, tu cuerpo y tu mente, y con un objetivo acabar, ¡logrado! Toni Amat Director de Tradebike TS 43

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