TradeSport 222 - Junio 2014

que quiere es superarse. EL COMERCIO SE LO TOMA CON MÁS CALMA Hasta aquí, ningún “reproche” al triatlón. Un fuerte crecimiento en practicantes que, obviamente, ha sido importante para mejorar las ventas de calzado, bicis y neoprenos. El problema llega cuando el crecimiento viene acompañado de una sobreoferta de tiendas. Y como suele pasar en nuestro sector, el triatlón no ha sido una excepción, y en apenas 4 o 5 años se han abierto decenas de tiendas, muchas más de las que el mercado necesita. Somos expertos en explotar una moda hasta ahogarla. Cuando algo funciona, salen inversores y nuevos detallistas por todas partes. Y en estos últimos años lo estamos viviendo con varias modalidades, especialmente con el Running, el bike y el triatlón. ¿Justifica la demanda esta oferta? En triatlón la respuesta es contundente y clara: No. Pero aun así, durante algunos años -y todavía ahora- ha habido muchos inversores-detallistas que han pensado que por ser triatletas y por tener 30 o 40 mil euros la cosa sería fácil. Fácil y rentable. Y claro, el revés ha sido de órdago. Abrir, insistimos, lo puede hacer cualquiera; pero no todo el mundo puede aguantar. Sobre todo porque como hemos dicho, la oferta está por encima de la demanda. Sí, el triatlón se ha disparado, pero venía de muy atrás, y las cifras que se barajan hoy en día no son ni mucho menos para tirar cohetes. Sigue siendo un deporte minoritario y la cifra de practicantes no justifica las innumerables aperturas que ha habido en los últimos años, especialmente en las grandes ciudades. Además, para rentabilizar una tienda de triatlón no basta con especializarse en triatlón; es un deporte muy estacional que obliga a especializarse, también, en sus tres disciplinas, running, bike y natación, por separado. Muchos empresarios han abierto tiendas porque les gustaba este deporte o porque creían que era la gallina de los huevos de oro. Y se han equivocado. Han tomado decisiones con el corazón y no con la cabeza, y no han tardado en ver que las cosas no son tan fáciles y que salir adelante implica un gran esfuerzo. Una tienda especializada requiere mucho trabajo y necesita unos años para funcionar bien, y algunos han abierto convencidos de que bastaba con subir la persiana para empezar a facturar. Una tienda especializada no depende solo de la venta. Ni de los 4 amiguetes que te pueden comprar. Hay que picar mucha piedra para posicionarse. Además, hay que tener muy en cuenta que aunque los neoprenos son un producto muy específico que, generalmente, se vende sólo en tiendas especializadas, el calzado se puede comprar en una tienda de running y las bicis en una de bicicletas. Y eso significa mucha más competencia, sobre todo teniendo en cuenta que tanto bike como running son dos de los segmentos más fuertes del momento y, también, dos de los más especializados a nivel comercial. DARWIN YA HACE DE LAS SUYAS Lo acabamos de decir y no viene mal repetirlo. El triatlón sigue siendo un deporte muy minoritario. Que en determinadas pruebas haya cuatro o cinco mil participantes no refleja, ni mucho menos, la realidad de este deporte. Además, las infraestructuras limitan mucho la cifra de participantes en las pruebas y eso, seguramente, será un freno a su progresión. La demanda crece, pero la oferta es excesiva.Y aunque muchos pensaban que tardaría un poco más en llegar, la selección natural ya está haciendo su trabajo, dejando en evidencia a quienes han puesto más corazón -y dinero- que cabeza. Como en cualquier comercio -especializado o noaguantarán las tiendas que se gestionan con la cabeza y que tienen al frente gente que sabe cómo hacerlo y que conoce muy bien el producto (de triatlón y de cada una de sus modalidades). Aunque esta modalidad goce, aparentemente, de buena salud, para aguantar con la persiana abierta no basta con ser un apasionado de este deporte y encontrar un local más o menos decente. Las marcas, por su parte, deben seguir apostando por este deporte, pero también tienen que asumir sus limitaciones y, especialmente, tienen que cuidar a sus clientes históricos y no dejarse cegar por las constantes aperturas para colocar producto. Si la evolución se cuida, si no se abusa en exceso de una moda que sigue siendo moda, el triatlón aún puede ser una apuesta muy rentable para tiendas y marcas; si lo quemamos, habremos dejados escapar, otra vez, una buena oportunidad. ESPECIAL TRIATLÓN La demanda crece, pero la oferta es excesiva. Y aunque muchos pensaban que tardaría un poco más en llegar, la selección natural ya está haciendo su trabajo, dejando en evidencia a quienes han puesto más corazón -y dinero- que cabeza. Como en cualquier comercio - especializado o no- aguantarán las tiendas que se gestionan con la cabeza y que tienen al frente gente que sabe cómo hacerlo y que conoce muy bien el producto Muchos empresarios han abierto tiendas porque les gustaba este deporte o porque creían que era la gallina de los huevos de oro. Y se han equivocado. Han tomado decisiones con el corazón y no han tardado en ver que salir adelante implica un gran esfuerzo. TS 34

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