ESPECIAL TRIATLÓN Después de unos años un poco frenéticos, el triatlón parece haberse asentado. Sigue siendo un deporte con un gran potencial, que cada día gana adeptos y que, como todo apunta, seguirá creciendo en practicantes, pero afortunadamente el ritmo desproporcionado que ha tenido en estos últimos años se ha frenado un poco, El crecimiento del triatlón ha sido, con diferencia, uno de los más espectaculares que se recuerdan en los últimos años. Incluso más que el running, en porcentajes. Y claro, como era más que previsible, en un sector mal acostumbrado a exprimir oportunidades, el comercio también ha crecido. Demasiado. Más oferta que demanda y una extraña manía por abrir tiendas de triatlón incluso donde no había el más mínimo potencial (por zona o por competidores). Las claves del éxito Cuando se da una proliferación de tiendas especialistas es señal inequívoca de que los practicantes han crecido. Lo que cabe preguntarse en este contexto es porque este deporte ha ganado tantos adeptos. La primera razón es obvia: engloba a dos de las disciplinas que más han crecido en los últimos años (running y bike). Y con eso ya está casi todo dicho. Además, aunque a muchos les pueda parecer que el triatlón es una disciplina muy exigente y sólo al alcance de grandes deportistas, una de las razones que ha propiciado su auge ha sido su accesibilidad. Seguramente con el afán de popularizar esta modalidad, los organizadores de pruebas –algo que también se ha multiplicado exponencialmente- han jugado muy bien sus cartas y han aprovechado a la perfección las posibilidades que ofrece este deporte en cuanto a distancias, dejando claro que no hace falta ser un superhombre para convertirse en un finisher –así es como se llama a los que completan un triatlón, sea cual sea su distancia- ni la meta es acabar un Ironman (aunque para muchos es su gran aspiración). Cualquiera que tenga un mínimo de preparación física puede afrontar sin problemas algunas de las distancias más cortas (supersprint, sprint e, incluso, Olímpica). Eso sí, es importante conocer muy bien los límites de uno mismo y no pensar, como hacen mucho (demasiados) que terminar un Ironman es cosa de niños. Crisis de los 40 sí, pero con moderación. Otro tema más complejo es si se trata de una modalidad asequible. Y aquí la cosa no está tan clara. Una equipación más o menos decente no baja de los 800-1000 euros (calzado, bici, neopreno…). Además, son muchos los que, a medida que van mejorando sus tiempos, renuevan su material –a mejorde manera que estamos ante un deporte que, tanto a corto como a medio y largo plazo, es caro. Por si fuera poco, la gran razón de ser de esta modalidad, es decir, las pruebas, son cada vez más caras, con lo que la inversión, si se quieren hacer varias pruebas al año, puede dispararse algunos cientos de euros –o miles si se hacen largas distancias nacionales e internacionales- contando la inscripción y el desplazamiento. No es extraño, en este sentido, y teniendo en cuenta que, como en todo, hay excepciones, que el triatleta suela tener poder adquisitivo alto. Y que además sea muy exigente. Obviamente es una generalización, porque también hay perfiles más "bajos", gente que se las apaña con gamas medias/bajas o que, directamente, alquila cuando tiene alguna prueba, pero el grupo más definido es el de aquellos que se gastan el dinero. CRISIS Y SUPERACIÓN Es obvio que hay determinados atletas, de elite, que viven del triatlón. Que compiten para ganar porque ese es su “trabajo”. Pero las razones que han propiciado el auge de este deporte tienen mucho que ver con el espíritu de superación que lleva marcado a fuego. Para casi todo el mundo, sobre todo los que empiezan, un triatlón es un reto. Aunque sea la distancia más corta. Además, como pasa en deportes como el running, la media de edad de los triatletas suele ser relativamente alta, entre los 30 y los 45. Crisis de los 40 dicen algunos. Ya hemos dicho antes que no es un deporte difícil a nivel técnico, y con eso ya se tiene mucho ganado. Además, tiene una relación muy directa con el running, uno de los deportes que más ha crecido en los últimos años y que, lógicamente, ha “derivado” a muchos de sus practicantes al triatlón. Correr se ha convertido en una rutina necesaria para muchos españoles y un paso lógico, para la mayoría, ha sido probar con el triatlón. La larga lista de ventajas que le hemos atribuido al running en artículos anteriores y, también, los motivos que han llevado a muchos españoles a salir a correr por las calles de su ciudad, son perfectamente trasladables al triatlón. Seguramente el running tenga mucho más que ver con un tema de salud y bienestar que el triatlón, pero en ambos la superación personal y la consecución de unos objetivos tienen un peso determinante. Es un reto. A veces por distancia a ves por tiempo, pero cualquier triatleta lo Los problemas llegan cuando el crecimiento en practicantes viene acompañado de una sobreoferta de tiendas. Y como suele pasar en nuestro sector, el triatlón no ha sido una excepción, y en apenas 4 o 5 años se han abierto decenas de tiendas, muchas más de las que el mercado necesita. TS 33 Recuperando el pulso Después de unos últimos años un poco frenéticos el triatlón parece haberse asentado. Calmado. Sigue siendo un deporte con un gran potencial, que cada día gana adeptos y que, como todo apunta, seguirá creciendo en practicantes, pero afortunadamente el ritmo desproporcionado que ha tenido en estos últimos años se ha frenado un poco
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