B A Ñ O La natación, dicen todas las encuestas, es el deporte más practicado por los españoles. Difícil de creérselo, pero daremos un voto de confianza a los responsables de este tipo de estudios. A priori este dato podría ser bueno –muy bueno- para el sector, pero la natación siempre ha sido un mundo muy complejo para el deporte, básicamente porque un porcentaje muy alto de todos estos que dicen que nadan no lo hacen con bañadores de marcas deportivas, si no con modelos comprados en canales alternativos, nuestra gran competencia. Una competencia a la que es casi imposible rascar cuota. No nos engañemos. Cuando la mayoría de gente piensa en bañadores, los que los relacionan directamente con el deporte son muy pocos, porque en un país de sol y playa como España, el bañador es una prenda para ir a la playa y no para nadar. Una prenda de moda. Así no es extraño que, teniendo en cuenta la espectacular cifra de bañadores que se venden en España cada año, la gran mayoría de estas ventas (y hablamos de un porcentaje espectacular) sean de baño moda y, además, se lleven a cabo, por precio y diseño, en otros canales. Pero para ser justos, y a pesar de las dificultades que conlleva explotar este segmento, en estos últimos años algunas líneas de baño “moda” de determinadas marcas deportivas –casi todas ellas vinculadas al gliss- han tenido una buena aceptación. Además, muchos comercios deportivos han entendido que limitar su oferta a las prendas atléticas no les beneficiaba en absoluto y han empezado a confiar más en las propuestas no técnicas de las marcas de deporte y la oferta habitual de bañadores de piscina se ha transformado, dando mayor protagonismo a bermudas, bikinis y otros tipos de bañador más habituales en el canal de la moda. LA NOCHE Y EL DÍA Es obvio que los bañadores para competición y los que estrictamente se usan para ir a la playa tienen cualidades casi opuestas. En los primeros prima la funcionalidad y se apuesta por prestaciones como la ligereza, la comodidad, el ajuste, la resistencia al cloro, la flotabilidad… En los segundos, diseño y precio son los grandes valores añadidosEmpecemos por lo atlético. Pese a que representa un porcentaje relativamente bajo dentro del total baño, el baño técnico es un segmento fuerte, estable, y con una identidad propia y muy definida. Y la mejor prueba de ello es la fuerte competencia que hay en este segmento, con dos marcas especializadas que dominan gran parte de las ventas (Speedo y Arena), y con varias enseñas nacionales, también especializadas (Efa, Turbo, Mosconi …), que cuentan con una cuota de mercado importante y que, además, año tras año van arañando terreno. A esta lista hay que añadir, además, algunas marcas generalistas que, como adidas, están apostando por este deporte. Como en todo segmento técnico, sobre todo si se trata de un deporte maduro, para ganar cuota en el baño hay que volcarse en la innovación y el desarrollo. Eso significa inver62 Es obvio que los bañadores para competición y los que estrictamente se usan para ir a la playa tienen cualidades casi opuestas. En los primeros prima la funcionalidad y se apuesta por prestaciones como la ligereza, la comodidad, el ajuste, la resistencia al cloro, la flotabilidad… En los segundos, diseño y precio son los grandes valores añadidos. Dos mundos; dos canales TS
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