TradeSport 220 - Abril 2014

GLISS. DEL SURF AL SKATE Durante algunos años ha estado herido de muerte. Las tiendas, que en su día se volcaron a ciegas con este universo, le fueron dando la espalda al mismo ritmo que las ventas caían. Y eso quiere decir muy rápido. Las grandes del gliss han llegado a tambalearse, casi caer, y aunque aún siguen en la UVI, su pronóstico ya no es tan pesimista. El gliss empieza a recuperarse poco a poco. Y seguramente lo hace gracias a una amplia lista de marcas “secundarias”, muchas de ellas vinculadas al mundo del skate, y que, sin renunciar a todo lo que tenga que ver con moda urbana, mantienen su halo de autenticidad. Ese halo que en su día perdieron las grandes multinacionales, que crecieron mucho más rápido de lo que es conveniente y que, con una estructura mastodóntica, han sido muy poco ágiles para seguir aguantando esta travesía en el desierto. En cualquier caso, si hace apenas 12 meses era muy atrevido ser optimista, después de un duro inicio de 2013, los últimos meses han cambiado los ánimos del mundo gliss, dejando claro –por si no lo estaba aún- que la situación no es excesivamente preocupante porque está bastante claro que es pasajera. Cuando la crisis pase, para bien o para mal, la moda deportiva en general y, especialmente, la surfera –con todo el gliss a su rebufo- volverán a ganar peso. La estética surf y skate sigue teniendo mucho tirón, sobre todo entre los más jóvenes, y es casi imposible –toquemos madera- que caigamos más abajo. ¿Recuperarán las grandes su esplendor? Es complejo. Primero tienen que asentarse –y muchas no lo están- y caer en buenas manos. Y luego deberán luchar con una serie de marcas que poco a poco les han ido haciendo sombra y, sobre todo, deberán cambiar sus estrategias comerciales. Que su consumidor haya dejado de verlas como marcas auténticas es un problemón. Sobre todo teniendo en cuenta las alternativas que hay. La moda es así de caprichosa y muchas veces crecer tanto –y a costa de ella- no es bueno. Es mejor ser “alternativo”, algo que, paradójicamente, suele marcar tendencia… UNA DECISIÓN PIONERA… Y CONFLICTIVA La ley del mercado es implacable y por mucho que nos disguste todos y cada uno de los pasos que se dan son inevitables. Uno de estos pasos que, en su día, generó más controversias (que en algunos segmentos aún perduran) es la apuesta de los grandes proveedores por las tiendas monomarca, algunas propias y otras con la ayuda de algún detallista. El objetivo final de esta estrategia, aunque quiera maquillarse apelando a ciertas estrategias de marketing o al mítico concepto del total look, es establecer un contacto directo marca-consumidor para ganar margen y, también, para tener un mayor conocimiento de lo que funciona y lo que no funciona. La lista de marcas que han apostado por esta estrategia de comercialización es infinita pero las que dieron los primeros pasos, las que testaron el modelo (y vieron que era válido), fueron marcas vinculadas al mundo gliss. Mucho antes, incluso, que las grandes multinacionales generalistas. Y obviamente 80 El gliss ha sido, sin duda, uno de los segmentos que más ha sufrido la crisis. Su excesiva vinculación al mundo de la moda fue, en su día, uno de sus peores males, y cuando la crisis empezó a cebarse con el textil, el mundo gliss no pudo esquivar la estampida. Ahora, sin embargo, parece que las cosas están cambiando un poco... El gliss despierta TS

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