EDITORIAL El sector de artículos deportivos sufre la mala práctica de sobreofertar en exceso todo lo que va bien. La lista de ejemplos es larga, pero en estos últimos años el pádel se ha convertido en el perfecto paradigma de esta “tradición” tan nuestra. Que a estas alturas se contabilice una oferta de más de 100 marcas de palas de pádel es, simplemente, increíble. Por no decir esperpéntico. Y lo es, básicamente, porque no hay ni habrá mercado para tanta oferta y, sobre todo, porque esta sobreoferta se traduce, como siempre, en prácticas desleales. El pádel está en pleno auge. Y por esto muchos son los aventureros que han apostado por este deporte sin conocimientos básicos del mercado, con escasas garantías, sin estrategias claras y a la postre, hasta sin demasiado pudor. No es muy difícil, disponiendo de un mínimo dinero, el lanzarse como una marca de pádel. Basta con encargar unas pocas palas –y/o una línea textil- e intentar venderlo. O mejor dicho, ‘colocarlo’. Es legítimo y todo el mundo tiene derecho a intentarlo. El problema es que la mayoría de estos nuevos aventureros, que por regla general necesitan de una rápida rentabilidad para hacer frente a su inversión, acaban a muy corto plazo abocados a saltarse a la torera los canales de venta tradicionales (off y online), teniendo que renunciar a cualquier ética para poder colocar en el mercado cuantas más palas mejor. La mayoría de los nuevos “aventureros” acaban a muy corto plazo abocados a saltarse a la torera los canales de venta tradicionales Y lo más triste de todo, es que para poder producir, normalmente acaban utilizando los mismos intermediarios y las mismas fábricas. Y para poder comercializarlos, acaban en la otra cara de la moneda (léase entrenadores, clubes o algunas páginas web…), enredando así toda la cadena de valor. La Comisión del Pádel, creada recientemente en el seno de AFYDAD, se ha marcado como principal objetivo la internacionalización de este deporte. Es un paso muy importante, fundamental, para no morir de éxito y dar un mayor margen de crecimiento al segmento, pero también puede y debe ser un movimiento clave para que la selección natural de la que tanto se habla desde hace tiempo, sea una realidad. Hay que salir hacia fuera para reordenar lo que hay dentro, afirmaba el nuevo presidente de la Comisión. No será nada fácil y se necesitará, si se puede, mucho ingenio, porque los que operan al límite o fuera de la ética comercial tienen muchos cómplices –y más ahora que el precio y las ofertas son la base de la venta-, pero intentar regular el mercado nacional es tan necesario como exportar el pádel a otros mercados. Pero mucho me temo que donde se está acabando para muchos el negocio es aquí, en la cuna del pádel. JAUME FERRER jferrer@tradesport.com AYUDANOS CON TUS SUGERENCIAS: tradesport@tradesport.com No todo vale O P I N I Ó N TRADE 219 ESPECIAL FITNESS DESDE EL AÑO1993 SPORT PANEL EDITA MENSUALMENTE TRADESPORT, LA PRIMERA PUBLICACIÓN DEL SECTOR DEPORTIVO. TRAS MÁS DE 19 AÑOS DE HISTORIA, Y CON LA MISMA INDEPENDENCIA CON LA QUE SE FUNDÓ, TRADESPORT SE HA CONSOLIDADO COMO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN IMPRESCINDIBLE PARA AQUELLOS QUE QUIERAN CONOCER LA EVOLUCIÓN DEL SECTOR. TS 3 España ha sido, tradicionalmente, un país de sol y playa. Y poco más. Fiesta, sangría y siesta. O al menos, así es como nos han visto, durante años, muchos de nuestros vecinos europeos. Los que vienen aquí blancos y vuelven a sus casas rojos. Hemos superado, hace tiempo, esa imagen de país semitercermundista que durante años nos ha pesado como una losa, pero aun así, en el centro y el norte del viejo continente, todavía hay alguno que cree que Europa empieza en los pirineos. España es mucho más que sol y playa. Es cultura, es historia, es naturaleza y, también, es deporte. Mucho deporte. Pero no me toca a mí vender la Marca España (aunque estoy convencido de que lo haría mejor que quien basa sus argumentos en una relaxing cup of cofee en la Plaza Mayor). Lo que me preocupa desde hace tiempo es que las administraciones (la central y, también, las autonómicas y metropolitanas) están construyendo un país al gusto de los turistas. Seguramente la crisis haya obligado a ayuntamientos, diputaciones, Generalitat y Gobierno Central a explotar hasta la saciedad todo aquello que ayude a generar ingresos, y el turismo, lógicamente, es nuestro balón de oxígeno; el sector que, seguramente, ha evitado el temido rescate y una debacle económica todavía más dramática que la que hemos vivido. Lo que me preocupa desde hace tiempo es que las administraciones están construyendo un país al gusto de los turistas. Ahora bien, ¿significa eso que debamos hipotecarlo todo para contentar al turista… y sacarle cuanto más dinero mejor? Desconozco completamente lo que pasa o deja de pasar en Madrid, Valencia, Bilbao, A Coruña, Sevilla u otras muchas grandes ciudades de España, pero en Barcelona, mi ciudad, la situación empieza a ser preocupante. En apenas una década la capital catalana se ha convertido en una ciudad para turistas. Un porcentaje excesivamente alto de los movimientos que hace el ayuntamiento están pensados para contentar a los millones de turistas que cada año pasan por la ciudad. Y aunque en cierta manera es lógico, por los ingresos que supone, muchas de estas decisiones chocan de frente con los intereses de quienes vivimos en esta ciudad. ¿Ejemplos? La lista es larga, pero más allá de tener que pagar por absolutamente todo y de cómo se ha encarecido todo, seguramente lo que más puede llegar a “afectar” al sector y, en especial, al pequeño comercio, es la liberalización de horarios. Vaya por delante que creo que es, a medio y largo plazo, algo inevitable y necesario, pero no deja de ser casi ofensivo, para los que vivimos en Barcelona, que en un entorno tan inflexible en esta materia, el Ayuntamiento se plantee esta liberalización sólo para acontentar a los turistas. Repito, para que no se me mal interprete: no ofende la decisión, ofende el por qué. Y obviamente, a muchos les ofenderá las consecuencias de esta liberalización, de la que, como siempre, sólo se beneficiarán las grandes superficies y cadenas. RAUL BERNAT raul@tradesport.com Turismo TRADE 216 ESPECIAL FÚTBOL TRADE 217 ESPECIAL RUNNING TRADE 218 ESPECIAL INVIERNO
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