TradeSport 218 - Febrero 2014

ha popularizado entre los esquiadores. Han ganado mucho peso en las colecciones de las grandes marcas –ser global es, casi, una obligación- y han “construido” subsegmentos muy fuertes, con una larga lista de marcas superespecializadas. LA ESPADA DE DEMOCLES Pocos deportes, seguramente ninguno, tienen tan poco control sobre su futuro como el esquí. Sobre todo a corto plazo. Y pocos deportes tienen un futuro a largo plazo tan previsible. Cualquiera de nosotros, por ejemplo, podría decir, sin miedo a equivocarse, que este deporte jamás recuperará las cifras de hace 10 ó 15 años, pero es prácticamente imposible saber qué pasará dentro de 12 o 24 meses porque el éxito o el fracaso de una campaña depende, en gran parte, del tiempo que haga en noviembre-diciembre y de cuanto se alargue el frio –y la nieve-. Y así viven tiendas y marcas, con una espada de Democles encima de la cabeza y rezando, desde finales de octubre, para que llegue el frío. Y si es con nieve, mejor. Pero como hemos dicho antes, el esquí tiene muchos más problemas que el tiempo. Problemas que tienen que ver con la cultura, la tradición y, sobre todo, con las dificultades que historicamenye, y ahora todavía más, ha tenido a la hora de atraer a nuevos practicantes. Es un deporte maduro que mueve muchos millones de euros y cuyas ventas siempre oscilaran entre dos límites muy bien definidos por el clima. Este año servirá, como mínimo, para que marcas y tiendas cojan aire, vacíen almacenes y redefinan sus estrategias comerciales. Paradójicamente, en un momento en el que todo el mundo recomienda volcarse en la especialización, algunas tiendas de esquí, manteniendo esta especialización, deberían diversificar un poco la oferta. Poner todos los huevos en el mismo cesto es peligroso, sobre todo si se depende de factores que no pueden controlarse. De momento, sólo nos queda aprovechar este año al máximo, rezar para que la temporada se alargue más allá de marzo y esperar a que los peores augurios sobre el cambio climático –los que dicen que el esquí tienen los días contados a medio o largo plazo- no se cumplan. tradesport Pocos deportes, seguramente ninguno, tienen tan poco control sobre su futuro como el esquí. Sobre todo a corto plazo. Podemos poner la mano en el fuego y decir que jamás recuperará las cifras de hace 10 ó 15 años, pero es prácticamente imposible saber qué pasará con este deporte dentro de 12 meses porque el éxito o el fracaso de una campaña depende, en gran parte, del tiempo que haga en noviembre-diciembre y de cuanto se alargue el frío –y la nieve-.

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx