ESPECIAL NIÑO Desde hace muchos años, en estas mismas fechas, dedicamos uno de nuestros reportajes en profundidad a la categoría del Niño. Desde hace tiempo, lo titulares con los que abrimos estos reportajes hacen referencia al estancamiento de esta categoría, al olvido que sufre por parte de la gran mayoría de marcas y, sobre todo, comercios, y, especialmente, a la dificultad de explotar esta categoría (por razones que ya veremos más adelante) en nuestro canal. Ahora, después de mucho tiempo viendo esta categoría como una oportunidad desaprovechada, y tras hablar con varias marcas y, sobre todo, con muchos comercios, la oportunidad ya no es tan clara como parecía y más bien estamos ante un (otra) batalla perdida. ¿Vale la pena apostar por esta categoría? La respuesta es cada vez menos clara y ya hay muchas voces que han abandonado la guerra. Por la falta de respuesta del consumidor y, sobre todo, por la complejo, casi imposible, que resulta luchar contra según que competidores. Pese a quien le pese, ni siquiera en ropa deportiva el canal ha sabido hacerse suyo al niño. En pleno cambio radical del consumo, hablar de oportunidad perdida parece ventajista. Ni siquiera vale la pena lamentarse y contar las veces que el sector ha dejado pasar trenes. Y peor aún: que ha dejado que otros las aprovecharan y dejasen claro cuál era su potencial. Lo ha hecho con lo mujer durante muchos años y lo está haciendo con el niño. La mujer, sin embargo, parece que poco a poco se va “recuperando”. Con un mercado tan saturado y competitivo, las marcas son plenamente conscientes de que la Mujer jugará un papel determinante en los próximos años, y sus inversiones así lo demuestran. Es difícil saber qué pasará a medio y largo plazo, porque es tan probable que consigamos seducirla como que siga dándonos la espalda y las marcas se rindan y busquen, pero en cualquier caso, su potencial es muy diferente al del niño. Y básicamente porque las marcas no creen el él pero, sobre todo, porque la mujer tampoco. Y es que aunque estemos hablando de Niño, la mujer tiene un papel clave en esta categoría porque, al fin y al cabo, es la que compra. Y eso no es precisamente una buena noticia, porque si hay un target que aburre las tiendas y las marcas de deporte –salvo, insistimos, en el material atlético- ese es el de la Mujer. ¿Por qué está desafección? Pues básicamente porque el sector ha estado una eternidad pasando de ella. Siempre (o al menos hasta que la necesidad nos ha obligado a dar un giro estratégico) hemos sido un sector muy masculino. Demasiado. En oferta y, Después de mucho tiempo viendo esta categoría como una oportunidad desaprovechada, la oportunidad ya no es tan clara como parecía y más bien estamos ante un (otra) batalla perdida. ¿Vale la pena apostar por esta categoría? La respuesta es cada vez menos clara y ya hay muchas voces que han abandonado la guerra. Batalla...¿perdida? TS 36
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