TradeSport 218 - Febrero 2014

EDITORIAL ISPO, un año más, ha marcado un punto de inflexión. Después de cuatro días paseando por los pasillos del salón bávaro y charlando con profesionales españoles de todos los ámbitos, he vuelto con la clara sensación de que el optimismo ha vuelto a nuestro mercado. Prácticamente todos los profesionales con los que coincidimos en ISPO -que por cierto fueron muchos más que otros años-, se mostraron muy satisfechos de cómo estaba yendo la temporada de invierno y, sobre todo, tenían puestas muchas esperanzas en la reactivación del consumo a corto y medio plazo. Es cierto que nuestra economía había tocado fondo -pues difícilmente podría ir a peor-, pero este cambio de chip es fundamental para encarar la próxima campaña con otras maneras y, sobre todo, con otras formas menos tendenciosas, que estos últimos años han sido la base de todas las negociaciones. El sector de artículos deportivos siempre ha sido propenso a los altibajos anímicos. Parece que no haya término medio. Pasamos de un extremo a otro; del optimismo desmesurado en una campaña al pesimismo trágico de la siguiente. Y así llevamos muchos años, pues como los payeses, seguimos dependiendo en demasía del factor climático. A diferencia de otros años, esta temporada hemos tenido más suerte. Si, suerte. El clima ha jugado a nuestro favor –por fin- y dos segmentos con tanto peso como el esquí y el outdoor han logrado buenos resultados en los últimos meses. Las estaciones de esquí tienen un gran tráfico de esquiadores los fines de semana y, también, entre semana. El textil outdoor, ligeramente tocado en los últimos años, genera demanda (para la práctica o para el día a día) y otras modalidades como el bike o el running, que en invierno solían perder fuellen, mantienen su buena marcha a pesar del frío. Obviamente, después de lo que hemos vivido en los últimos años, el sector es mucho más cauto a la hora de lanzar las campanas al vuelo, pero en el ambiente se palpa una confianza que hace años que no se veía. La situación es compleja, pero el repunte del consumo, a pesar del paro, se ve mucho más cerca que hace algunos meses. Hay mucha más disposición a hacer cosas, a ser proactivo. Hay voluntad y ganas. Y ese es el primer paso para empezar la recuperación. Anímica y económica. Pero no sólo son buenas las sensaciones. Las cifras también lo constatan. Las primeras estimaciones que tenemos sobre el cierre del ejercicio 2013 dan un ligero crecimiento del mercado. Crecimiento impulsado, sobre todo, por los resultados de los últimos meses y por el buen comportamiento de especialistas en segmentos como el running o el bike. Para ser justos, hay que reconocer que no era muy difícil mejorar las cifras de 2012, uno de los peores años del sector, pero cualquier auge suele marcar el inicio de un cambio. La luz al final del túnel se ve, todavía, muy difusa, y aún queda mucho camino por recorrer y muchas barreras que superar. Una de las que más nos va a costar es, paro aparte, la morosidad, un problema que está afectando a toda la economía en general y del que, en nuestro sector, nadie se escapa, ni las marcas ni las centrales de compra (cuyos directivos se están viendo obligados a tomar decisiones difíciles con sus asociados para salvar su cuenta de resultados). Sea como sea, lo que está claro es que el sector necesitaba una inyección de optimismo. Ahora que la actitud parece que está cambiando, también hay que desterrar el conformismo de quienes esperan a que pase el temporal. Es la hora de los emprendedores, del empuje y la creatividad, pues todavía en este camino -la selección natural- irá haciendo, paso a paso, su trabajo. Los que hemos aguantado tenemos ganas de empezar a correr. JAUME FERRER jferrer@tradesport.com AYUDANOS CON TUS SUGERENCIAS: tradesport@tradesport.com Buenas sensaciones O P I N I Ó N DESDE EL AÑO1993 SPORT PANEL EDITA MENSUALMENTE TRADESPORT, LA PRIMERA PUBLICACIÓN DEL SECTOR DEPORTIVO. TRAS MÁS DE 19 AÑOS DE HISTORIA, Y CON LA MISMA INDEPENDENCIA CON LA QUE SE FUNDÓ, TRADESPORT SE HA CONSOLIDADO COMO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN IMPRESCINDIBLE PARA AQUELLOS QUE QUIERAN CONOCER LA EVOLUCIÓN DEL SECTOR. TS 3 La marcha del sector en estos últimos años tan complejos está poniendo a cada uno en su sitio. Navegar en un mar en calma o con la corriente a favor, es fácil. Cualquiera puede. Hacerlo en plena tormenta es mucho más complicado. Y casi siempre suele dejar en evidencia a aquellos que no saben manejar el timón en un mar revuelto. El sector, poco a poco, va recuperando el pulso. Después de unos años duros, donde sólo el buen funcionamiento de determinadas modalidades deportivas ha evitado la catástrofe, marcas y tiendas empiezan a remontar el vuelo. Y muchas, lo han hecho, gracias a un cambio radical en sus estrategias y, también, en sus estructuras. Especialización, plantillas mucho menos sobredimensionadas, una relación con el cliente (tienda o consumidor) mucho más fluida y orientada al servicio y al win to win, o una gestión mucho más eficaz de la información han sido claves para adaptarse a una nueva realidad que no tiene absolutamente nada que ver con la que teníamos antes de que comenzase la tormenta. Y mucho menos con la de hace una década (en la que muchos aún parecen vivir). El sector deportivo es dinámico. Siempre lo ha sido. A veces no lo parece, pero se mueve. Y mucho. Y para bien o para mal el ritmo ya no lo marca nadie del sector. Ni las grandes marcas ni las grandes tiendas. Eso ha quedado atrás. Ahora el ritmo lo marca el consumidor. Un consumidor que, además, cambia sus hábitos y sus gustos a una velocidad de vértigo. Y la clave, con o sin crisis, y sea cual sea el contexto, es tener la agilidad suficiente para adaptarse a estos cambios. Por suerte, la mayoría de grandes compañías (de dentro y de fuera del sector) han entendido y asimilado este cambio de poderes. Pero no nos engañemos. No todo el mundo tiene esa capacidad para adaptarse a este nuevo entorno. Por edad (poca o demasiada), por formación, por capacidades, por voluntad… Por mil razones. Las nuevas generaciones, pese a quien le pese, vienen mejor preparadas. Y no me refiero, ni mucho menos, a la juventud, sino a aquellos que han entendido los cambios y lo que se necesita para sobrevivir a ellos. Gente que se ha formado y se forma en base al entorno. Constantemente. Reinventándose y adaptando a un mercado que cada vez tiene un presente más volátil. Puede que algunos no tengan experiencia y que conozcan poco el sector, pero muchos de ellos son muy buenos gestores –que es lo que ahora necesitan las empresas- y tienen la misma (o más) pasión por el deporte que muchos de nosotros. No siempre basta con tener un MBA o un pasado glorioso en alguna multinacional. Hay cosas más importantes. Y a veces lo olvidamos. Meterse en una tormenta sin tener ni idea de navegar (y sin haber querido aprender a hacerlo cuando empezaron a caer las primeras gotas) cuando el barco es tuyo y apenas llevas pasaje, es un problema relativamente pequeño; cada cual con su vida, que dicen. Pero si llevamos un transatlántico con muchos pasajeros que dependen de nuestra pericia al timón, es obvio que las cosas son mucho más complicadas. Y mucho. Y ahora el sector tiene la sensación de que algunos de estos grandes transatlánticos están en manos de un patrón con tanta pericia como la de quien capitaneaba el Costa Concordia. Que, por cierto, fue el primero en abandonar el barco. RAUL BERNAT raul@tradesport.com Capitanes TRADE 214 ESPECIAL CALZADO TRADE 215 ESPECIAL TRAIL TRADE 216 ESPECIAL FÚTBOL TRADE 217 ESPECIAL RUNNING

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