TradeSport 217 - Enero 2014

TS 41 “Cuando nosotros llegamos al mercado había una gran incertidumbre. Decathlon arrasaba y las tiendas de deporte cada vez lo tenían más difícil. En 2007 llegó la crisis y todo se fue complicando: el consumo, el crédito… Y las marcas nos apoyaron, vieron que podíamos ser una respuesta a algunos de sus problemas. Tiendas pequeñas, que en años anteriores se habrían visto obligadas a integrarse en grupos, pudimos hacer nuestro camino a nuestra manera”. Pues realmente no lo sé. A priori parece que se abren muchas, y a veces con poco criterio. Pero ojo que tiendas de bike o de outdoor hay muchas más (no es lo mismo, pero…). ¿Cuántas de running puede haber en una ciudad como Zaragoza? Yo creo que dos, tres a lo sumo. Ahora tenemos tres y funcionar más o menos bien, funcionan dos. Y somos Zaragoza, con 700.000 habitantes. Dicho esto, cada plaza es diferente. ¿Cuántas tiendas hay en Barcelona o en Valencia? Proporcionalmente muchas más. Pero proporcionalmente también hay mucha más gente que corre en éstas ciudades, el clima es mejor, hay más cultura deportiva… La cuestión es que no es tan fácil. Si el que la abre hace un buen análisis de la zona donde va a abrir, y sobre todo, se piensa en la gestión de la tienda de running igual que si fuera una tienda de ultramarinos, la cosa irá bien. Pero eso no lo veo mucho: , más bien se abre por una mezcla de ilusión, necesidad de autoempleo y la creencia de que esto es fácil. Y de verdad que no lo es… y menos ahora. Hay quien acusa a las marcas de cierta complicidad en esta apertura desmedida de tiendas... Bueno, cuando nosotros abrimos, las tiendas que llevaban años operando pudieron pensar lo mismo. Aunque a decir verdad nos veían como bichos raros y en muchos casos no nos dieron más de seis meses de vida… Es complicado: cada proveedor tiene que hacer un análisis de cómo está cada zona, y decidir. Si el proyecto es serio y fiable, adelante, aunque haya más en la plaza. El problema son los proyectos que no lo son, y en cuatro días se dan cuenta de que para vender, su único argumento ha de ser el precio, que es su muerte, aunque en ese momento piensen que es su salvación. Y entre que cierran y no, los que intentamos sobrevivir haciendo las cosas medio bien pues lo sufrimos. ¿Y cómo afronta esta “competencia”? Aquí, visto el resto de España, estamos medio bien. Tres tiendas y una de tri en la ciudad. Podría ser peor. Nuestro problema este año no ha sido la competencia especializada, sino que los grandes (ECI por ejemplo) han decidido que para vender aún hay que bajar más los precios. Por muy especializados, prestigiosos, organizadores de carreras o guapetones (no lo digo por mí) y muchas cosas más que seamos… ¿alguien se plantea vender más caro que ECI? Ahí tenemos la batalla:ellos han bajado a nuestra arena y hay que pelearlo. Con tanta oferta ¿Qué criterios se siguen para elegir una marca? El primero, el producto. Tienen que tener un calzado magnífico. Con tecnologías que funcionen, buen diseño, a la última en tendencia. El segundo cómo está esa marca en el resto del mercado. Si te la encuentras en el estanco o en la panadería, malo. El tercero los apoyos y condiciones de la marca. Cuánto más fácil te lo pongan y más rentable sea, mejor. ¿Hasta qué punto teme la competencia de las grandes cadenas multimarca o de Decathlon? Pues como ECI, esto es la jungla, y cada uno lucha con lo que tiene. Nosotros tenemos prestigio, cara y ojos, generamos confianza en el consumidor porque cualquiera que venga a la tienda verá que somos corredores, que conocemos profundamente el producto y que somos honestos. Decathlon, Sportzone y otras cadenas tienen otras armas, y apuestan por vender mucho running, como todos, pero salvo por el tema precio, no lo tienen fácil. Tenemos la suerte de que los corredores tienen pocos ídolos. Si quieres vender una bota de fútbol pónsela a Messi o a Cristiano y arreglado. ¿Sabes quién es Kipsang, de nombre Wilson? El récordman del mundo de Maratón. ¿Alguien sabe que zapas lleva? Eso igual es un poco más fácil que ya se encarga Adidas de moverlo. Unas Adidas Adizero Adios Boost. Nadie sabe los nombres de corredores más allá de Chema Martínez, Martín Fiz, Abel Antón y Haile Gebreselassie. Hay que tener en cuenta, además, que los corredores no son fáciles de “engañar”: correr duele, y es muy cansado. Buscan que alguien les diga que con un calzado determinado puede que vayan mejor, y quieren fiarse de él. Buscan el poder fiarse de alguien. ¿Cómo fiarte de alguien que no corre? ¿Cómo va a entenderte? ¿Cómo puede ponerse en tu lugar para intentar ayudarte? Por eso sobrevivimos los especialistas, porque transmitimos confianza, eso sí que es una gran experiencia de compra. ¿Hasta qué punto es importante el servicio en una tienda como la suya? Lo es todo. Amabilidad, rapidez en las gestiones, dedicar el tiempo necesario a cada cliente dando lo mejor de nosotros… El cliente ha de sentir que estamos muy agradecidos de que haya decidido gastarse la pasta en nuestra tienda. Clubes, carreras, salidas… ¿Para un comercio “Nuestro problema este año no ha sido la competencia especializada, sino que los grandes (ECI por ejemplo) han decidido que para vender más hay que bajar todavía más los precios. Ahí tenemos nuestra batalla actual: ellos han bajado a nuestra arena y hay que pelearlo”.

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