TradeSport 215 - Noviembre 2013

EDITORIAL Aunque ya se estaba gestando desde hacía dos años, hace apenas seis meses que comenzó su andadura la nueva Asociación de Comercios Deportivos de España, ASECODE. Esta nueva ‘patronal’ del comercio es un nuevo intento –el tercero- de aglutinar bajo un mismo paraguas a cuantas más tiendas mejor para, como en anteriores tentativas, defender los intereses del comercio deportivo a nivel nacional y, también, poder jugar un papel institucional a nivel internacional. Aunque esta iniciativa ya cuenta, según sus impulsores, con más de 700 puntos de venta, estos primeros meses de andadura han servido para comprobar que, por muy buen trabajo que estén haciendo sus promotores, su destino puede ser el mismo que el que tuvieron los dos anteriores intentos. Y por la misma razón: la falta de implicación de los tres grandes grupos de compra y, también, de las principales cadenas, especialmente de las nacionales. Imagino que a estas alturas quienes dirigen esta nueva asociación ya habrán llamado a la puerta de todos los grandes de la distribución, pero no nos consta que se haya sumado a esta iniciativa ni tampoco sabemos cuáles son las razones de su absentismo, lo que no deja de ser preocupante, sobre todo porque, nos guste o no, este tipo de iniciativas sólo tienen sentido si los grandes están presentes. Los motivos de este aparente desinterés de las grandes cadenas y de las tres centrales con más facturación los desconozco. Ninguna de las partes da razones públicamente -algún dirigente sí lo hace en privado-, pero imagino que tiene mucho que ver, como antaño, con los egos, las pocas ganas de compartir, un individualismo muy acusado y, también, por tener intereses, a nivel comercial, muy alejados. Seguimos cayendo, como siempre, en el eterno error del divide y vencerás, algo tan español como el quejarse siempre en “petit comité”… y luego no hacer nada cuando está en sus manos. Con este contexto nada esperanzador, empiezo a pensar que el controvertido manual de buenas prácticas de la distribución de ASECODE no tiene como fin principal el trasladar a los proveedores cuales son (desde el punto de vista teórico de la asociación) las problemáticas del comercio, sino que su objetivo principal es intentar despertar del letargo y del pasotismo a quienes pueden tener la llave para que la Asociación llegue a ser más fuerte, más sólida y, sobre todo, tenga representatividad e influencia. Si lo que se pretendían era provocar una reacción, creo que en parte lo han conseguido. Y aunque puede que las formas no hayan sido las más adecuadas y que algunas de sus propuestas, no nos engañemos, sean casi utópicas, hay que reconocer que se ha conseguido dar debate con altavoces. Y esta reacción, de momento, no ha venido solo por parte de los proveedores (nada contentos, por cierto), sino también de muchos comercios -por ahora los más pequeños y los independientes-, que ven que ya va siendo hora de sumar en vez de poner palos a las ruedas de su propio carruaje. El ya controvertido manual pone sobre la mesa problemáticas interesantes y otras que, nos engañemos, por mucho que se quiera ya no tienen marcha atrás. Y aunque no se puede ir contra natura, hablando se entiende la gente. Y tenemos muy buenos ejemplos de ello en países que sí disponen, desde hace años, de asociaciones nacionales potentes, tanto de detallistas como de marcas. JAUME FERRER jferrer@tradesport.com AYUDANOS CON TUS SUGERENCIAS: tradesport@tradesport.com Más... de los mismos O P I N I Ó N DESDE EL AÑO1993 SPORT PANEL EDITA MENSUALMENTE TRADESPORT, LA PRIMERA PUBLICACIÓN DEL SECTOR DEPORTIVO. TRAS MÁS DE 19 AÑOS DE HISTORIA, Y CON LA MISMA INDEPENDENCIA CON LA QUE SE FUNDÓ, TRADESPORT SE HA CONSOLIDADO COMO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN IMPRESCINDIBLE PARA AQUELLOS QUE QUIERAN CONOCER LA EVOLUCIÓN DEL SECTOR. TS 5 Sí, hay crisis. Y sí, nos afecta a todos. A unos más que a otros, pero nadie se salva. Ni económica ni anímicamente. Algunos dicen ver, a lo lejos, brotes verdes, pero no parecen convencer a nadie. El sector sigue anestesiado, sin capacidad ni ganas de reaccionar. Muchas empresas confían en su corto y medio plazo, pero aun así muestran sin reparos sus recelos a que el sector, en su conjunto, pueda levantar cabeza. Demasiado peso para levantar el vuelo. Demasiada gente que se empeña en poner palos en las ruedas. ¿La solución? Soltar lastre. Es cruel, pero necesario. El sector debe aprender a deshacerse de todo aquello que le impide avanzar. Las crisis vienen y van, pero hay enemigos mucho más peligrosos que la economía. Y muchos los tenemos en casa. Gente que se empeña en vivir y en trabajar como hace dos décadas, completamente ajena a cómo ha cambiado el entorno y, sobre todo, a cómo ha cambiado el consumidor. Gente que sigue esperando detrás del mostrador -y detrás de sus mesas de despacho-, a que las cosas cambien solas. O peor, a que las cambien otros. El sector necesita un serio reciclaje. De empresas, de tiendas y, sobre todo, de profesionales. Y el problema no es, sólo, que algunos de quienes controlan las empresas más importante sigan pensando en su empresa y, sobre todo, en ellos; el gran problema es que hay demasiada gente que se ha acostumbrado a no hacer absolutamente nada. A esperar algo que, como quienes esperaban a Godot, nunca llegará. Hay excepciones, afortunadamente, pero desde hace demasiados años somos un sector muy poco proactivo. Nos hemos acostumbrado a que unos tiren del carro y, si podemos, coger el rebufo para ver si cazamos algunas migajas. Hemos dejado que unos pocos acaben controlando mucho. Y lo peor de todo es que lo hemos hecho completamente resignados, sin intentar absolutamente nada. Quejándonos, como siempre, en los pasillos, y rehuyendo cualquier intento de hacernos fuertes, juntos, para frenar esta "invasión". Hemos dejado que otros aprovechen el potencial que tiene nuestro mercado pensando que nada se podía hacer. Y lo hemos hecho, además, viendo como en otros países nos demostraban que sí se podía hacer. Y con cierta facilidad. Bastaba con quererlo. A estas alturas pedirle a según quien que reaccione y actúe es una utopía. Muchos están perfectamente encajados en sus sillas esperando a que les llegue una oportunidad mejor (fuera del sector, si puede ser) o, en el mejor de los casos, a que su vida laboral llegue a su fin. Contar con ellos es una batalla pérdida. La mayoría nunca han dado un paso al frente para apoyar al sector y esperar que lo hagan ahora es absurdo. Es gente cobarde, acomodada, quizás buenos gestores de su empresa, pero malos aliados para el sector. Pero por suerte hay nuevas generaciones que tienen grabado a fuego que para sobrevivir hay que luchar y, sobre todo, que hay que hacerlo con un buen ejercito. El futuro es de los inquietos. De los que saben que si no hacen nada es imposible cambiar las cosas. De los que han entendido que en un año las cosas cambian mucho y que en diez cambian del todo. De los que tienen muy claro que quien manda es quien compra. De los que han entendido que el futuro nunca será de aquellos que están atrapados en el pasado. RAUL BERNAT raul@tradesport.com Atrapados TRADE 213 ESPECIAL COMPLEMENTOS TRADE 214 ESPECIAL CALZADO TRADE 211 ESPECIAL TRIATLÓN TRADE 212 ESPECIAL OUTDOOR

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