que piense que estamos en un callejón sin salida. El potencial es evidente y las causas de este bache están bastante identificadas, algo primordial para poder seguir avanzando. Las razones que justifican este optimismo tienen mucho que ver, como hemos dicho antes, con el creciente apego a la naturaleza que hay entre los españoles (aquí si que, quizás, podríamos dar las gracias a la crisis) y a la mayor accesibilidad. Hoy por hoy no sólo todo el mundo quiere –y necesita- escaparse a la montaña de vez en cuando, sino que, además, es mucho más fácil hacerlo. Algunos se irán al Montblanc o a escalar otros cuatromiles; otros correrán por los pequeños montes que tienen cerca de donde viven; otros irán a buscar setas; y otros muchos, simplemente, se perderán andando por la naturaleza. La montaña es de todos y, por suerte, hay modalidades como el trekking, el senderismo, las travesías o el walking que están al alcance de todo el mundo y que, además, cada día tienen más adeptos. Durante muchos años estas modalidades de bajo impacto y cuya dificultad técnica es bastante baja han sido el motor del outdoor, al menos hasta que el trail ha cogido la fuerza que ha cogido. Han sumado practicante a un ritmo espectacular y han sido un impulso, también, para que otras modalidades más técnicas ganarán cuota. Este crecimiento en practicantes, lógicamente, se ha traducido en un crecimiento de las ventas, tanto de textil como, sobre todo, de calzado (donde generalmente el consumidor suele apostar más por las gamas medias o altas). La base, en este sentido, es sólida. Sigue habiendo muchos consumidores potenciales y cada día habrá más. Por si fuera poco, aún hay demasiada gente que se atreve a ir a la montaña con cualquier cosa y eso, además de ser un problema, es también una oportunidad. Es más, las modalidades que hay en lo alto de la pirámide -las más técnicas-, ganan practicantes a un ritmo regular pero lento y el target más importante para marcas y tiendas es, a día de hoy, el que hay debajo de todo: gente que va poco a la montaña (y muchas veces mal equipada) o que, simplemente, les gusta el look outdoor para su día a día. Las marcas lo saben perfectamente y han tardado muy poco en bajar de la cumbre y adaptar sus colecciones a esta realidad. Sin renunciar a sus líneas más técnicas, han entendido que no todo el mundo va a subir al Everest, y aunque la tecnicidad sigue siendo uno de los grandes reclamos de este tipo de prendas, para desconectar, hacer un poco de deporte y disfrutar de la naturaleza –lo que quiere la mayoría de gente- no es necesario tener una chaqueta de 700 euros con una columna de agua de 50.000 ni unas botas de 200 euros que han sido diseñadas para alpinistas expertos. Si tuviéramos que destacar el gran punto de inflexión de la última década en el mundo outdoor seguramente deberíamos hablar de esta “reconversión” de las marcas, que por la razón que sea –básicamente para sobrevivir- se han adaptado a la realidad del mercado y han impulsado con fuerza líneas más “populares”, tanto en funcionalidad como en precio. Evidentemente marcas y tiendas tienen que seguir apostando fuerte por las gamas más técnicas –está en sus raíces-, pero es obvio que unos y otros, incluso los más especialistas, tienen que cuidar mucho a este perfil más bajo porque es el que da el volumen necesario para sobrevivir y seguir creciendo. EL TRAIL AMORTIGUA EL MIEDO La lista de modalidades que en estos últimos años han ganado practicantes dentro del mundo outdoor es bastante larga. Incluso los deportes más exigentes han bebido de la base que lleva años construyéndose. Pero si hay alguno que destaca por encima de los demás este es, con diferencia, el trail. Su progresión ha sido espectacular tanto antes como, sobre todo, durante la crisis, y sólo el running asfáltico puede presumir de crecimientos similares. Además, por sus características, ha atrapado tanto a corredores noveles, como a quienes practicaban running o algún deporte de montaña. Tiene, al fin y al cabo, lo mejor del running y lo mejor del outdoor. Y no es un deporte excesivamente exigente a nivel físico –como el running, los límites se los marca cada uno-, lo que le convierte en una opción ideal para quienes quieren mantenerse en La lista de modalidades que en estos últimos años han ganado practicantes dentro del mundo outdoor es bastante larga. Incluso los deportes más exigentes han bebido de la base que lleva años construyéndose. Pero si hay alguno que destaca por encima de los demás este es, con diferencia, el trail. TS 39 El outdoor está sufriendo, eso es obvio, pero también lo es que llevaba muchos años creciendo a un muy buen ritmo y que lo lógico era que, tarde o temprano, viera frenada esta progresión. Con la crisis el frenazo ha sido brusco y la progresión se ha convertido en regresión, quizás por eso la situación se ve, desde muchas partes, como alarmante, pero en el cómputo global, poniendo en el mismo saco todos los deportes outdoor, la queja se suaviza bastante.
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