Si hace apenas un par o tres de años alguien dudaba de si las llamadas primeras capas era un moda pasajera o una tendencia que había llegado para quedarse y que, además, iría ganando cuota con el paso de los años, a estas alturas creo que todo el mundo tiene bastante claro que estamos ante un segmento fuerte, con identidad propia… y con mucho recorrido. Un segmento que ha llegado para quedarse y que cada vez tendrá más peso en la oferta de marcas y tiendas. A diferencia de la moda, en lo técnico, cuando algo gana peso con cierta fuerza, suele consolidare pronto y perdurar en el tiempo. Y eso es lo que ha pasado con las primeras capas. El auge de esta categoría es un buen ejemplo, seguramente el mejor, del buen momento que atraviesa, en plena crisis, lo técnico. El sector está sufriendo, obviamente, pero la vertiente atlética sobrevive con bastante dignidad y equilibra, en parte, las fuertes pérdidas experimentadas por la moda deportiva. Gran parte de este “éxito” se debe, lógicamente, al boom que han experimentado, en practicantes, determinadas modalidades deportivas, especialmente el running, el bike o algunos deportes outdoor, pero sobre todo se debe a una mayor concienciación por parte de los consumidores –y aquí las marcas han tenido que ver- de la importancia que tiene usar prendas técnicas y específicas. Aún queda mucho trabajo de formación, pero viniendo de donde veníamos –correr con zapatillas casual y camiseta de algodón- la evolución ha sido un éxito. No en vano, aunque el contexto no es precisamente el mejor, tanto las gamas altas como las medias están logrando mantener un buen ritmo de ventas. Tanto en textil como en calzado. Dentro de la larga lista de productos técnicos que están ganando terreno en estos últimos años destacan, como hemos dicho antes, las primeras capas. Reservadas hasta no hace mucho tiempo a determinadas modalidades outdoor, incluso, al esquí, el boom de deportes como el running o el bike han abierto mercado a este tipo de productos. Y la evolución, en oferta y tecnicidad, en los últimos años ha sido, simplemente, espectacular. Y lo que queda. De las primeras capas técnicas cuya función básica era calentar el cuerpo –las llamadas prendas térmicashemos pasado a una infinidad de tipologías que, a grandes rasgos, podríamos dividir en tres grandes grupos: las primeras capas térmicas; las primeras capas técnicas pero no térmicas –su función, básicamente, es mantener el cuerpo seco-; y, finalmente, las prendas de compresión – que pueden ser o no ser térmicas. Paradigma de la innovación Una de las razones que, probablemente, haya convertido a las primeras capas en un segmento tan fuerte y con tan potencial es el fuerte protagonismo que ha adquirido la innovación en las estrategias de las grandes marcas de este segmento (especialistas o no). Los esfuerzos que muchas enseñas han volcado en este tipo de productos son tan o más importantes que los que dedican a segundas y terceras capas, a calzado o a cualquier tipo de accesorio técnico. Pero ¿qué es exactamente una primera capa? La primera capa, a grandes rasgos, es la que está en contacto con nuestra piel. Su principal finalidad es ayudar al cuerpo a evaporar el sudor de nuestro cuerpo y mantenernos secos y a una temperatura confortable. Por eso es fundamental que se trate de una prenda muy ESPECIAL PRIMERAS CAPAS Reservadas hasta no hace mucho a determinadas modalidades outdoor o al esquí, el boom de deportes como el running o el bike han abierto mercado a este tipo de productos. Y la evolución, en oferta y tecnicidad, ha sido espectacular. Las primeras capas mantienen su fuerte progresión TS 86
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