TradeSport 212 - Julio-Agosto 2013

EDITORIAL Un año más, a punto de hacer las maletas para una nueva edición de la Feria Outdoor, se me hace duro pensar que volveremos a perder un montón de horas entre esperas, aviones y más de 150 km en coche de alquiler para llegar a Friedrichshafen y ver las 900 empresas expositoras y las más de 1.200 marcas de outdoor de los cinco continentes que estarán presentes este año en el salón. No me extraña que cada vez haya más profesionales españoles que se borren de este periplo. Un periplo que no acaba en el viaje, sino, también, en la estancia, pues con un poco de suerte y con bastante antelación dormiremos a no menos de 20 km de distancia del evento. Cada año me pregunto, por estas fechas, cómo puedes ser que sólo los alemanes sean capaces de triunfar organizando ferias profesionales -e internacionales-. Y aunque no lo acabo de entender, tiene mérito que lo consigan aunque sea en medio de la Selva Negra alemana. Envidia sana, supongo, aunque últimamente en las grandes ferias de deportes, Ispo y, en especialmente, las que organiza Friedrichshafen -tanto la de outdoor como la de bike- la organización deje bastante que desear. Seguro que gran parte de la culpa esté en que no les queden competidores y puedan repartirse tranquilamente el pastel entre ellos. De todas maneras, no creo que esto sea suficiente excusa como para que un profesional que depende o vive de ello no acuda a Friedrichshafen, y por desgracia este año seguro que los españoles estaremos, una vez más, en familia. Una familia cada vez más reducida, poco unida y con pocas novedades que contarnos. Acabaremos hablando, como siempre, de nuestros males, de lo mal que lo estamos pasando, de que cada vez estamos peor... Nos esperan conversaciones típicas de ancianos, como si estuviéramos en un asilo. Y esto no es más que el claro reflejo de la realidad que vive el sector del outdoor en nuestro país y, en especial en la distribución. Un sector que, lejos de evolucionar, está acercándose poco a poco a la época jurásica. Sólo hay que ver como está estructurada la distribución, donde salvo honrosas excepciones, los especialistas dejan mucho que desear: el mismo perfil de montañeros que hace cincuenta años, expertos en producto y parcos en gestión. Buenos ideólogos pero nada innovadores. Ni más ni menos que el mismo perfil de profesional que utilizan muchas marcas para poderles hablar de tú a tú. Lo curioso del caso es que estamos ante un colectivo -muy especialque ni siquiera con la llegada del outdoorwear se ha renovado. Está más cerca del perfil conservador de las tiendas de caza y pesca que de cualquiera de las más de cien actividades que engrosan nuestro sector. Incluso el bike, que hasta hace muy poco estaba cerca del outdoor, ya está a años luz. A pesar de ser, aún, una de las actividades con mejores perspectivas de crecimiento -según nuestros estudios de mercado-, con unos índices de práctica deportiva creciendo día a día (especialmente el trail, el senderismo o el travel), el outdoor sigue y seguirá lastrado si no hay una importante renovación del retail nacional. Estoy seguro de que estaríamos manejando otras cifras muy distintas con especialistas mucho más profesionalizados. Y curiosamente es la actividad estrella de Decathlon España... Jaume Ferrer DIRECTOR jferrer@tradesport.com AYUDANOS CON TUS SUGERENCIAS: tradesport@tradesport.com Jurásico O P I N I Ó N DESDE EL AÑO1993 SPORT PANEL EDITA MENSUALMENTE TRADESPORT, LA PRIMERA PUBLICACIÓN DEL SECTOR DEPORTIVO. TRAS MÁS DE 19 AÑOS DE HISTORIA, Y CON LA MISMA INDEPENDENCIA CON LA QUE SE FUNDÓ, TRADESPORT SE HA CONSOLIDADO COMO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN IMPRESCINDIBLE PARA AQUELLOS QUE QUIERAN CONOCER LA EVOLUCIÓN DEL SECTOR. TS 5 No es algo que se vaya a dar a corto plazo, y mucho menos teniendo en cuenta como está el mercado actualmente, pero cada vez parece más obvio que el futuro de muchas empresas pasa, no sólo por la internacionalización sino, sobre todo, por una apuesta clara por la relocalización; por acercar la producción a sus mercados de origen. En un mercado tan competitivo, ni precio, ni producto son una garantía fiable de diferenciación. El gran valor añadido hoy y, sobre todo, mañana, es el servicio. Y difícilmente se puede cumplir este compromiso fabricando a 10.000 kilómetros de casa y con unos plazos de entrega exagerados que disparan el riesgo de las marcas y, especialmente, de las tienda. China –o Asia- sigue siendo un buen mercado para producir, pero no nos engañemos: ni es el mejor ni, a la larga, es el más rentable. Una producción próxima (aunque no sea necesariamente en el mismo país) se suele traducir en un mejor servicio. Y la capacidad para adaptarse a la demanda de una forma rápida y, sobre todo, de dar respuesta a las necesidades de la tienda, es vital para que una empresa sobreviva en un entrono como el actual. La llamada relocalización industrial es una tendencia bastante habitual en los últimos años. Y no sólo por un tema de servicio y agilidad; también de calidad. Asia, no nos engañemos, ya no es lo que era. Los costes han subido, y cada vez habrá más marcas que, cuando pongan en la balanza el ahorro y el servicio, se acaban decantando por lo segundo. Hace apenas un año, por ejemplo, adidas anunció un cambio de estrategia de producción para “reducir la fabricación en Asia y potenciarla en países más cercanos a su sede alemana es adidas para conseguir una mejor distribución del riesgo”. Otro grande del deporte que ha apostado por acercar la producción de parte de su oferta es Decathlon. El gigante galo sigue fabricando en Asia un porcentaje importante de sus productos, sobre todo el textil y el calzado, pero hace apenas dos años decidió trasladar parte de la producción de su línea Bike a la ciudad francesa de Lille, en un megacentro de 184.000 metros cuadrados. El grupo ya contaba con centros de producción en países donde es más económico producir que en Francia, pero es consciente de la rentabilidad que puede aportarle acercar esta producción a la demanda (ahorro en transporte, control de stocks, mejor servicio…). Casos como el de adidas o Decathlon hay muchos, pero es obvio que esta relocalización es una tendencia que se dará a un ritmo muy lento, sobre todo ahora que las empresas están obligadas a reducir al máximo los costes para hacer frente a la fuerte caída del consumo que ha habido en la gran mayoría de países europeos. Las cadenas de suministro serán cada vez más complejas y globales y se enfrentarán a cinco desafíos importantes: contención de costes, visibilidad de toda la cadena, gestión de riesgo, clientes más exigentes y la globalización. La relocalización no implica, ni mucho menos, un traslado total de la producción. Habrá productos que seguirá siendo mucho más rentable fabricarlos en Asia que en zonas más próximas, pero otros, en cambio, sí que es aconsejable reubicarlos. Aunque sea muy lentamente, Europa irá ganando fuerza como zona de producción, sobre todo determinados países del este, y no es ningún atrevimiento pensar que, poco a poco, el volumen de producción en Europa y Asia podría llegar a equipararse. RAUL BERNAT raul@tradesport.com Proximidad TRADE 208 ESPECIAL FITNESS TRADE 209 ESPECIAL PÁDEL TRADE 210 ESPECIAL BAÑO TRADE 211 ESPECIAL TRIATLÓN

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