TradeSport 212 - Julio-Agosto 2013

Aunque tarde, la crisis ha acabado afectando al outdoor. En los primero años de recesión, los deportes de montaña no sólo no se vieron afectados por el la caída del consumo sino que, además, crecieron. En ventas y, también, en practicantes. La gente cada vez tenía menos capacidad de ahorro, más miedo a gastar y menos poder adquisitivo. El ocio cambio por completo y muchos vieron en el deporte una forma sana y asequible en la que redirigir sus gastos y su tiempo. Y dentro de toda esta transformación, uno de los segmentos que se vio más beneficiado, con permiso del running, fue el outdoor, especialmente sus modalidades más populares y/o accesibles, con senderismo y, especialmente trail, en cabeza. Su crecimiento, teniendo en cuenta como estaba el contexto, era espectacular. Cada vez más adeptos y, también, cada vez más tiendas especializadas y más marcas superespecializadas. Pero como era de esperar –y todo el mundo, incluso los más optimistas, sabía - la crisis llegó, también, al outdoor. A nivel de practicantes la cosa seguía muy dinámica, pero las ventas se estabilizaron primero y bajaron ligeramente luego. El tiempo tampoco acompañó demasiado: inviernos calurosos y veranos –la época floja del outdoor- que tampoco propiciaban el sell-out. El pesimismo caló hondo en el segmento, que preveía el revés pero esperaba que fuera muncho más suave. Y no fue así. Durante los primeros meses se pasó bastante mal y más de uno ya se veía cerrando la persiana, pero la tormenta no fue tan fuerte como parecía y poco a poco el frenazo se fue suavizando. Aunque el contexto sea el que es, el outdoor es un segmento con un enorme potencial que depende mucho de la climatología –para bien y para mal- y que tiene la gran suerte de tener, hoy en día, un pilar como el trail running , capaz de cargar a sus espaldas todo este universo. SEGMENTO DE ESPECIALISTAS Si hay algo destacable en el comportamiento del outdoor en estos últimos años es, sin duda, la especialización que se ha dado. Especialización y, sobre todo, superespecialización. Y este cambio se ha dado tanto a nivel de marcas como de tiendas. El outdoor, no lo olvidemos, fue uno de los segmentos donde primero se aposto por la especialización, y no es extraño que, hoy en día, sea uno de los deportes con una red de tiendas especializadas más sólida. Tiendas que, además, controlan gran parte de las ventas de las gamas más técnicas en todas las categorías. Un poder que también tiene, en franjas medias y medias-bajas de precio, Decathlon, que ha robado mucha cuota en las gamas bajas y medias (de precio) y que poco a poco ha ido ganando un áurea de tecnicidad que a corto y medio plazo puede acarrear muchos problemas a las marcas. ¿Podrá hacer sombra a las grandes del outdoor en gamas muy técnicas? Con el gigante galo mejor no apostar nada, porque hace diez año nos hubiéramos reído si alguien decía que una marca de Decathlon dominaría el outdoor y ahora Quechua es la marca con más cuota de mercado. Ante este panorama el gran reto lo tiene el comercio mutideporte. Un reto que puede superarse perfectamente gracias al buen comportamiento que están teniendo algunas disciplinas como el trail o el travel, que además de tener un buena demanda, tienen muchas más posibilidades de encajar en según qué tiendas multideporte que otros deportes vinculados al outdoor que son mucho más técnicos y que, por lo tanto, requieren una mayor especialización. Este tipo de tiendas tiene que asumir que será muy complicado, casi imposible, captar a un cliente que ya se ha fidelizado con el comerESPECIAL OUTDOOR TS 30 Como era de esperar –y todo el mundo, incluso los más optimistas, sabíala crisis llegó, también, al outdoor. A nivel de practicantes la cosa seguía muy dinámica, pero las ventas se estabilizaron primero y bajaron ligeramente luego. El outdoor sobrevive a las dificultades

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