TradeSport 210 - Mayo 2013

Ni baño atlético ni baño moda logran esquivar la crisis y, especialmente el llamado beachwear de marcas deportivas, pierde terreno frente a la moda, mucho más ágil y con precios que se ajustan más a las necesidades actuales del consumidor Después de un invierno bastante frío y lluvioso –algo que muchas tiendas han agradecido-, el verano está a la vuelta de la esquina y somos muchos los que nos morimos de ganas de poder ir a la playa y/o comenzar a nadar un poco en agua salada (los más aplicados y voluntariosos no han dejado de hacerlo durante todo el año en piscina cubierta). Como cada verano, y con permiso de las camisetas de manga corta y de los shorts, el producto estrella de esta época es el bañador. O mejor dicho, el bañador de playa. Las prendas atléticas también mejoran sus ventas en esta época, pero durante todo el año tienen cifras bastante regulares. Ahora, lo que realmente “repunta” es el baño playa; el baño moda. Una categoría, por cierto, que controla aplastantemente un canal que no es el nuestro, el de la moda. Y aunque muchas marcas deportivas habían ganado un poco de terreno al poderosos mundo de la moda, la crisis ha puesto a cada uno en su sitio y la moda ha vuelto a ganar poder. ¿Por qué? Simplemente por una cuestión de precio. Obviamente en todo lo que tiene que ver con el baño atlético el deporte controla la totalidad de las ventas –de momento-, pero en el cómputo global del universo baño más del 85% de las ventas se hacen en el canal moda. El resto, se lo reparten baño atlético y baño “playa” de marcas deportivas. Eso sí, ese 15% es lo suficientemente importante –representa alrededor de 2 millones de prendas- como para que marcas y tiendas mantengan su apuesta por esta categoría, tanto en su vertiente atlética, que como hemos dicho asegura unas ventas bastante regulares durante todo el año, como en la más vinculada a la moda, que siempre han tenido un público bastante fiel. DOS MUNDOS; DOS REALIDADES En el mundo de la moda la totalidad de las ventas, salvo alguna excepción- está vinculada al baño moda. Puede que haya quien se atreva a meterse en la piscina del gimnasio con un bikini de playa o unos shorts, pero lo normal es que las ventas se centren en productos que no han sido pensados para nadar. En la tienda de deporte las cosas son un tanto diferentes. En nuestro canal conviven dos categorías: la del baño atlético y la del baño moda. Y en los últimos años uno y otro han cambiado mucho. Son mundos casi opuestos. En uno, el primero, prima la tecnicidad y la funcionalidad por encima de cualquier otros factores como el diseño o el precio; en el otro, el diseño es prioritario, sobre todo desde que el boom del sportwear y, sobre todo, del llamado beachwear invadió las playas y, también, las calles. El canal, lógicamente, tiene que defender, especialmente ahora, su poder en la venta de baño atlético. Nunca –toquemos madera- otro canal podrá robarnos protagonismo con lo atlético. Eso no significa, ni mucho menos, que no deba aprovechar la ESPECIAL BAÑO El baño atlético es una de las categorías más estables e importantes del sector, y los altos índices de práctica aseguran un volumen de venta a tener muy en cuenta. Y por suerte es el canal deporte quien controla las ventas y, de momento, es un territorio prohibido para la moda. arrastrados por la marea Baño moda y baño atlético: TS 44

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