TradeSport 209 - Abril 2013

GLISS. DEL SURF AL SKATE Muchos de nosotros, si tuviéramos que señalar al segmento que peor está llevando la crisis económica, apuntaríamos hacia la moda deportiva. Y si hubiera que afinar más, es probable que muchas miradas se centrasen en muchas marcas del llamado universo gliss, con las surferas en cabeza (y a distancia). No vamos a entrar a discutir qué marcas y qué universos pueden meterse en el saco del gliss, pero lo que sí es bastante obvio es que entre quienes lo están pasando peor con la crisis hay muchas marcas vinculadas (aunque sea sólo por estética) con el mundo del surf. Y paradójicamente, otras marcas “gliss”, también convertidas en marcas de moda urbana, aguantan muy bien el chaparrón. Por minoritarias, por estar más cercanas al skate y, seguramente, por una política comercial más leal al comercio que las ha puesto en la calle. La crisis, y eso lo sabemos todos, ha sido mucho más cruel con la moda deportiva que con el material más técnico. Es lógico. Lo primero es completamente prescindible; lo segundo, cuando las cosas van mal, suele ganar peso por los cambios en los hábitos de consumo y de práctica deportiva: a menos dinero para ocio, más inversión en deporte. Por si fuera poco, en los años que precedieron la crisis la moda deportiva ganó un protagonismo excesivo y la fuerza que en muy poco tiempo adquirieron determinadas marcas, especialmente algunas vinculadas al mundo del surf, fue un arma de doble filo. Para la tienda, que metió la pata apostando demasiado fuerte por algo que no deja de ser moda y, sobre todo, para las marcas, que crecieron mucho más rápido de lo que es conveniente. Y ahora, con una estructura mastodóntica, son muy poco ágiles para seguir aguantando esta travesía en el desierto. Travesía en la que ya se han dejado mucho dinero y muchas oportunidades. De todas maneras, como hemos dicho antes, dentro de este universo gliss también ha habido quien ha logrado deslizarse sin parar. Más lento, seguramente, pero en movimiento. Son crecimientos testimoniales, y en algunos casos, bastante lógicos teniendo en cuenta de donde se venía, pero no deja de ser significativo –y crucial para el global del segmento- que deportes como el skate (en tablas pero, sobre todo, en calzado) o, incluso, el patinaje (en material técnico), hayan aguantado bien el tipo en estos últimos meses. Dicho esto, y aunque hoy por hoy no parece que haya demasiados argumentos para ser optimistas, la situación no es excesivamente preocupante porque está bastante claro que es pasajera. Cuando la crisis pase, para bien o para mal, la moda deportiva en general y la surfera –con todo el gliss a su rebufo- volverán a ganar peso. La estética surfera y skater sigue teniendo mucho tirón, sobre todo entre los más jóvenes, y difícilmente se seguirá perdiendo terreno. Esos sí, el auge de nuevas marcas y, sobre todo, el giro descarado hacia la moda que han llevado a cabo algunas marcas líderes les puede pasar factura. Muchos ya no las ven como marcas auténticas, y habiendo tantas alternativas, el consumidor, especialmente el más afín a este universo, puede acabar dando la espalda a estas grandes multinacionales. La moda es así de caprichosa y muchas veces crecer tanto no es bueno. Es mejor ser “alternativo”. Y ahí está un gran elenco de marcas vinculadas al skate (mucho más “trendy” para los jóvenes) para aprovechar la oportunidad… SURF: UN MAR EN CALMA Si hay algo malo para el surf es que el mar esté calmado. Que no haya olas. Y así es como está este mundo, esperando desde hace muchos meses un “gran miércoles”, una buena ola que les permita surfear de nuevo y recuperar parte del terreno perdido. La historia es la misma que han “sufrido” otros muchos segmentos: un fuerte crecimiento, un fuerte batacazo –empeorado con la crisis- y, después de una reflexión, empieza una lenta recuperación (que puede ganar velocidad si se ha aprendido de los errores). Es cierto que los volúmenes que mueven las grandes marcas de este universo ya los quisieran muchas marcas, pero cuanto creces mucho y ganas mucho, adecuas tu estructura a este crecimiento, y cuando pierdes bastante, esta estructura puede tambalearse. Y empiezan los rumores de despidos, de cierre de tienda o, directamente, de la venta de la empresa a algún grupo de capital riesgo, lo más opuesto a los orígenes de la empresa. Unos orígenes que en marcas como Quiksilver, Rip Curl o Billabong quedan muy y muy lejos. Y eso se paga. Son marcas que se han convertido en grandes multinacionales que se han adaptado a las tendencias de la moda para, así, poder tener más público objetivo y seguir creciendo. Eso sí, se les podrán criticar mil y una cosas, desde su apuesta por las El gliss patina TS 74 La empresa seduce a la mujer -y al comercio- con su marca propia BZK (con la que puede fabricar a medida y 100% personalizable) y con las marcas líderes que distribuye.

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