EDITORIAL La crisis, como todos sabemos, está transformado las reglas del juego. El consumidor ha cambiado radicalmente sus hábitos de compra, comprando de una forma mucho más racional y redirigiendo sus gastos hacia lo estrictamente necesario y, si tiene la posibilidad, hacia un ocio mucho más asequible (en el que el deporte tiene un rol importante, por cierto). Hemos entrado en la era de la compra responsable y sostenible como criterio de decisión. Uno de los sectores que más está “sufriendo” estos cambios es, lógicamente, el retail. Éste, como la mayoría de empresas proveedoras, se ha visto obligado a redefinir sus estrategias y, sobre todo, a impulsar iniciativas que le permitan atraer a un consumidor poco dispuesto a gastar. Y muchas tiendas han cometido, bajo mi opinión, el error de apostar por el precio como reclamo. Otros segmento que está sufriendo tanto o más que el comercio es el de la prensa, aunque nuestro “calvario” empezó mucho antes que la crisis, cuando Internet se convirtió en un canal de comunicación y cogió a la mayoría de medios completamente despistados. Y en pleno proceso de transformación del trono de poderes de la prensa, lo peor que podía pasar era que llegase una crisis tan duradera como la que estamos viviendo. Si el poder de Internet generó muchas dudas sobre dónde -y cuánto- invertir, las pérdidas que están sufriendo las empresas no ha hecho más que empeorar la situación de muchos medios, especialmente de los que dependen exclusivamente de la publicidad. Todavía sigo pensando que la crisis es un campo propicio de oportunidades. Y no sólo para los ricos; también para los valientes. Los medios estamos obligados a adaptarnos a esta nueva realidad, y no tanto en un plano económico, sino en uno mucho más estratégico, de concepto. El objetivo no es solo cumplir con el viejo tópico de darle al consumidor lo que realmente demanda; ahora, en esta nueva era, necesitamos fidelizarle. ¿Cómo? Pues a base de sorprenderle periódicamente. Y eso es lo que estamos intentando desde esta editorial. La coyuntura es compleja, pero estamos convencidos de que es el momento de hacer valer nuestra experiencia y nuestros conocimientos para encontrar y, sobre todo, consolidar, estas oportunidades. Hace tres años, cuando la crisis ya se había afianzado, lanzamos La Biblia del Outdoor, una guía anual de producto que en poco tiempo se ha convertido en la gran referencia, para marcas, tiendas y consumidores, de este importante segmento. Paralelamente a este lanzamiento pusimos en marcha toda la batería digital, desde un portal especializado en deportes de montaña (www.outdooractual.com), que también se ha posicionado como uno de los medios de comunicación más importantes del mundo Outdoor, hasta social media, apps para iphone y tabletas… Sin olvidarnos de Outdoor mag, una auténtica revista digital interactiva (no un típico PDF). Ahora es el turno de Tradebike (y su versión online www.tradebike.es), una nueva publicación profesional especializada en ciclismo y triatlón cuyo número 1 en print verá la luz este mismo mes. El canal deporte ha cambiado mucho en los últimos años, sobre todo por la creciente especialización que se ha dado. En los medios pasa exactamente lo mismo, y creemos que es importante no mezclar, en una misma revista profesional, el multideporte y el bike. Además, con Tradebike queremos dar respuesta a una demanda que, desde hace años, se hace desde el canal bike/triatlón: una revista profesional específica y con información de mercado rigurosa. No con encuestas de pacotilla hechas a través de un ficticio departamento de sondeos. Lucharemos para adaptarnos a esta realidad cada vez más digital y a unas inversiones que, con la crisis, se han desactivado (en cantidad y en dirección). Y lo haremos teniendo muy claro que tenemos que seguir siendo independientes de la presión publicitaria, pues nuestro sector ya tiene una “madurez emergente”. Y si además lo hacemos con profesionalidad, rigor y mucha pasión, los resultados acabarán llegando. JAUME FERRER jferrer@tradesport.com AYUDANOS CON TUS SUGERENCIAS: tradesport@tradesport.com Avanzamos contigo O P I N I Ó N TRADE 205 ESPECIAL FUTBOL TRADE 206 ESPECIAL RUNNING TRADE 207 ESPECIAL NIÑO TRADE 208 ESPECIAL FITNESS DESDE EL AÑO1993 SPORT PANEL EDITA MENSUALMENTE TRADESPORT, LA PRIMERA PUBLICACIÓN DEL SECTOR DEPORTIVO. TRAS MÁS DE 19 AÑOS DE HISTORIA, Y CON LA MISMA INDEPENDENCIA CON LA QUE SE FUNDÓ, TRADESPORT SE HA CONSOLIDADO COMO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN IMPRESCINDIBLE PARA AQUELLOS QUE QUIERAN CONOCER LA EVOLUCIÓN DEL SECTOR. TS 5 Hace algunos días, no recuerdo muy bien quién (aunque me imagino de que bando) dijo sin tapujos que la imputación de la Infanta Cristina y todo el revuelo que está generando el proceso judicial contra el yerno del Rey dañaban gravemente algo que él denomino la Marca España. Prefiero no entrar en valoraciones sobre temas jurídicos y, mucho menos, sobre la monarquía, pero lo que me parece de juzgado de guardia es que tengamos una clase política que sea incapaz de darse cuenta que quien realmente daña la imagen de nuestro país son ellos. Es una opinión personal, evidentemente, pero no soy, ni mucho menos, el único que la defiende. Sin ir más lejos, hace algunos días tuve la oportunidad de asistir a una interesante charla sobre economía y una de las tesis que defendieron muchos de los ponentes a la hora de hablar de inversiones en nuestro país, es que muchas empresas internacionales están retrasando su apuesta por el mercado español no por la crisis (que para muchos es un aliado), sino por su sistema político. Y eso es muy grave. La imagen negativa que muchos países tienen hoy en día de España no la motiva la crisis. La Europa rica –que la hay- sabe perfectamente que la situación económica de España es pasajera, que tiene su origen y, aunque menos definido, su final. El problema no es ese. El problema es la clase política y los constantes casos de corrupción que hay en ella. De todos los bandos. Y el gran problema es que las cosas difícilmente cambiarán. La crisis, lo hemos dicho, pasará, pero el sistema político no cambiará lo más mínimo. Hay demasiados intereses. Y demasiada gente que pone su vida y su estatus por encima de las responsabilidades de su cargo o, lo que es más grave, por encima de una ética política que no está escrita pero que cualquiera con un mínimo de moral sabría –y debería- cumplir. Afortunadamente, pese al empeño delos políticos de convertir nuestro país en un circo, la Marca España todavía tiene fuerza. Y, en gran parte, se lo debe al deporte. En la última década los éxitos de los deportistas españoles han vuelto a situar en el mapa a un país que, no hace mucho, era poco más que sol, playa y sangría. Ahora el mundo nos respeta y nos ve como una potencia, al menos, en deporte. Campeones del mundo en los principales deportes de equipo, dominio aplastante en motociclismo, tenis, ciclismo y otros muchos deportes individuales, deportistas españoles triunfando en las mejores ligas del mundo… el curriculum es largo. Y todas y cada una de las piezas de este puzzle han sido importantes para acabar de construir esa Marca España que, al parecer, se está derrumbando por haber imputado a la Infanta. No hay peor ciego que el que no quiere ver, y nuestros políticos tienen la habilidad de quitarse de encima, con suma rapidez, cualquier atisbo de culpabilidad. Y casi siempre lo hacen señalando al enemigo. Por desgracia, la crisis es una excusa que les viene perfecta para justificarlo absolutamente todo. Incluso un recorte brutal en las subvenciones a las federaciones deportivas. Y sin dinero, es complejo que se pueda mantener el buen trabajo de base que se ha hecho en los últimos años y que, insisto, ha sido clave en la construcción de esa imagen que tanto temen dañar. Madrid 2020 dará mucho dinero a los constructores, y puede que incluso genere puestos de trabajo, pero si no se apoya el deporte base, puede que mañana no haya deportistas que mantengan los pilares de una Marca España que los políticos se empeñan, día sí y día también, en destruir. RAUL BERNAT raul@tradesport.com Políticos, Deporte y Marca España
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