tradesport EL FUTURO ES EL MUNDO Pocos deportes tienen un potencial tan grande… y tan débil como el del pádel. Su margen de recorrido depende de su capacidad para ganar protagonismo en otros países más allá de España y Argentina. Si no lo consigue –y no será fácil- las buenas expectativas –y las fuertes inversionesquedarán en nada. Y más aún si aquí, en España, la crisis se alarga. Los precedentes nos son muy buenos, y no se sabe muy bien por qué, siempre que se ha intentado exportar este deporte al centro de Europa o a países con una fuerte tradición de tenis se ha fracasado. Podría pensarse que es por su nula presencia mediática, pero su progresión en España, sin apoyo de los medios, demuestra que no es así. Hay que seguir intentándolo porque de eso depende el futuro del segmento y, sobre todo, de muchas marcas nacionales especializadas. Éstas, con la ayuda de las grandes del tenis, tienen que buscar soluciones para posicionase en nuevos mercado. Si no lo hacen y el pádel no consigue salir de nuestras fronteras, la madurez se alcanzará más rápido de lo que muchos creen y las inversiones de especialistas y generalistas se frenarán. Y eso sería el principio del fin para un deporte que, a día de hoy, pese al complejo contexto que atravesamos, sigue generando mucho optimismo. PESE A TODO, CONFIANZA Si ni la crisis ha podido enterrar al tenis y frenar en seco la progresión del pádel, parece lógico pensar que, sin ella, la progresión de estos deportes será la misma que tenían antes. Uno, sumido en la estabilidad; el otro, creciendo año tras año. Con el auge del pádel, las posibilidades de que el tenis “pegue un estirón” se han visto muy limitadas, pero el aguante que ha demostrado es un argumento sólido para defender que, ni a corto ni a medio plazo, el tenis va a sufrir. Se seguirá avanzando, poco a poco, y sin grandes sobresaltos, manteniéndose en una madurez que, lejos de ser un freno, debe ser un estímulo para las marcas. Sin nuevos practicantes, será la lucha entre marcas, con la tecnología como eje de las estrategias, la que marcará el futuro de este deporte. El caso del pádel, es diferente, y cómo hemos dicho el futuro lo marcará su capacidad de salir de nuestras fronteras y, sobre todo, la capacidad de las marcas por aunar esfuerzos en esta lucha para internacionalizarse. Practicantes se irán ganando, no hay duda, pero el techo no queda tan lejos si no hay nuevos mercados. En cuanto al comercio, aunque es obvio que para la tienda multideporte (con o sin oferta de tenis) el pádel ha representado una oportunidad única, la lógica impone que las especialistas –físicas y/o onlinevan a ver reforzado su poder. Y no sólo porque cada vez habrá más (con una selección natural, también), sino, sobre todo, porque el deportista habitual se está acostumbrando cada día más a adquirir sus material en tiendas muy especializadas. ¿El tenis? Ni los multideporte ni los especialistas deben renunciar a explotar el boom del pádel, pero tienen que seguir apostando por el tenis porque tradicionalmente ha sido un deporte con una demanda muy regular y las cosas no van a cambiar. Y tienen que aprovechar que el factor marca, en tenis más que en pádel, tiene mucha fuerza. Pocos deportes tienen un potencial tan grande… y tan incierto como el del pádel. Su margen de recorrido depende de su capacidad para ganar protagonismo en otros países más allá de España. Si no lo consigue –y no será fácil- las buenas expectativas –y las fuertes inversionesquedarán en nada. TS 49
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