TradeSport 208 - Marzo 2013

sin necesidad de hacer ejercicio. Sin embargo, aunque su crecimiento ha sido bastante bueno en la última década, especialmente gracias al buen trabajo de marcas como Compex, no podemos negar que, con la crisis, se ha frenado considerablemente su evolución. En cuanto a los pulsómetros, poco que decir que no se haya dicho ya. En los últimos años se han multiplicado las ventas, especialmente entre los habituales del running y, también, del fitness. Su uso siempre es recomendable para los aficionados al deporte, amateur y profesionales, porque cuando practicamos ejercicios aeróbicos que involucran a grandes grupos musculares es bueno saber si la intensidad de nuestro esfuerzo es la adecuada para nuestra edad, condición física, u objetivos en general (mejorar nuestra condición física y perder peso, mantener la forma, prepararnos para participar en maratones populares, etc). La oferta es muy amplia, y el deportista puede encontrar desde modelos básicos que ofrecen información sobre la FC y las calorías quemadas, hasta modelos más sofisticados que, además de medir la FC, nos ofrecen multitud de datos para tener un control total de lo realizado. Algunos, incluso, disponen de Gps y conexión inalámbrica con el ordenador (para analizar y estudiar los datos a fondo). Con la espectacular evolución que ha experimentado este segmento, gracias, sobre todo, al trabajo de marcas como Polar, Timex o Suunto, la demanda de estos aparatos ha experimentado un auge espectacular y hoy por hoy, y a pesar de la crisis, muchas tiendas especializadas en deportes atléticos y, también, muchos comercios multideporte, ya cuentan con ellos en su oferta. Y para muchos se ha convertido en uno de los productos más rentables. APROVECHAR EL POTENCIAL… PESE A TODO El potencial del wellness es obvio. Incluso con los frenos que pone el Gobierno. Los gimnasios van a sufrir mucho y van a tener que reinventarse sí o sí, apostando por el servicio y buscando nuevos argumentos para justificar el aumento en las cuotas. Las soluciones low cost que están ganando peso en los últimos meses no convencen a todo el mundo, porque a pesar de la crisis y del IVA del 21% sigue habiendo mucha gente que quiere algo más que máquinas y duchas. Será difícil y muchos caerán en el camino, pero la gran suerte que tiene el deporte y las instalaciones deportivas es que la salud está ganando mucho terreno y que, pese a la crisis, la gente sigue bastante predispuesta a pagar por mejorar su bienestar. El mundo de los gimnasios y las instalaciones tiene que ser fuerte y estar unido para poder presionar al Gobierno con contundencia. Es difícil volver al 8%, pero hay que luchar para que desde el ejecutivo se impulsen medidas para equilibrar esta nefasta subida. Hay alternativas y los países que las han puesto en marcha han logrado sanear el segmento y atraer mucha más gente al deporte. España, con un índice de obesidad alarmante y con unos gastos sanitarios elevadísimos es, seguramente, uno de los países que más lo necesita. El problema es que el Gobierno, pese al agujero negro de la sanidad pública, sigue pensando que el deporte es un negocio. En cuanto al canal deporte, las cifras de practicantes de deportes de gimnasio (y otras modalidades vinculadas al wellness), pese a todo, son suficientemente interesantes como para que marcas y tiendas luchen por hacerse un hueco en el segmento. El sector no está para ir desaprovechando oportunidades como esta, y sobre todo debe luchar para convencer al consumidor de que deje de ir al gimnasio con camisetas de algodón y calzado casual. Y eso no sólo es responsabilidad de las tiendas y las marcas: los gimnasios deberían ayudar un poco en este tema y promover el material técnico, como sí lo han hecho con los pulsómetros, por ejemplo. Las sinergias son infinitas y pueden ser muy provechosas para ambas partes. La segmentación del fitness y su posterior conversión hacia el wellness, ha roto por completo un segmento que en su momento gozó de un buen volumen de ventas y de una fuerte especialización. ¿El futuro? Es complejo saberlo. El fitness tradicional ya se ha visto anulado por el poder del wellness. Y eso, a la larga, puede ser muy positivo. La gente tiene ganas de estar en forma, y las cifras de practicantes de deportes de gimnasio y otras modalidades vinculadas al fitness/wellness, pese a los palos que el gobierno pone a la rueda, seguramente seguirán creciendo. ESPECIAL FITNESS La situación es compleja, pero hay que ser optimistas. La gente tiene ganas de estar en forma y las cifras de practicantes de deportes de gimnasio y otras modalidades vinculadas al fitness/wellness, pese a los palos que el gobierno pone a la rueda, seguramente seguirán creciendo. TS 70

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx