TradeSport 208 - Marzo 2013

ESPECIAL FITNESS En los últimos años, como ya hemos explicado en varias ocasiones en esta revista, el mundo del fitness ha experimentado un cambio brutal en muchos aspectos. De lo que llamábamos fitness hace apenas una década hemos pasado a un universo mucho más amplio que, bajo el paraguas del Wellness, engloba in sinfín de actividades vinculadas al bienestar físico –y psíquico-. Hablar hoy en día de fítness sin hacer referencia al término –también anglosajónWellness es prácticamente imposible. Tan imposible, casi, como no darse cuenta de que esta nueva filosofía tiene un vínculo directo con el mundo de los gimnasios, otros universo que ha experimentado un cambio radical en los últimos años, seguramente para adaptarse mejor a este nuevo concepto de bienestar, mucho menos vinculado al músculo. Pero vayamos por pasos. En los últimos quince años se han dado dos grandes punto de inflexión en este mundo. El primero, como hemos dicho, cuando el fitness se reconvirtió en wellness y comenzó una nueva época dorada; el segundo, hace apenas siete meses cuando al Gobierno se le ocurrió subir el IVA de los gimnasios 13 puntos y frenó en seco la evolución del segmento, poniendo en peligro la continuidad de muchas instalaciones y, sobre todo, los puestos de trabajo de miles de profesionales. UN CAMBIO DETERMINANTE A mediados de los 80 el fitness, de la mano del aeróbic sobre todo, experimentó un fuerte crecimiento. Sin embargo, pese al potencial que muchos le auguraban, este auge no tuvo continuidad en el tiempo, y el segmento pronto recuperó su estabilidad. Los años iban pasando y el fitness iba perdiendo identidad. El concepto en sí se volvía cada vez más confuso, y las pocas actividades que entonces englobaba, perdían fuelle. Pero poco a poco, seguramente por “culpa” de un ritmo de vida cada vez más frenético, fue construyéndose una nueva cultura del bienestar en la que se vinculaba todo este tipo de actividades a la salud y no al físico. Así, si hay algo que ha sido determinante para consolidar y potenciar este universo y todas las modalidades y submundos que han derivado o que tienen como eje éste, es, sin duda, el nuevo rol que ha adquirido el concepto “salud y bienestar” (una nueva versión más actualizada del clásico “estar en forma”). Los cánones estéticos tienen su importancia, por mucho que algunos se empeñen en relativizarla, pero por suerte, poco a poco, la salud va equilibrado la balanza de prioridades. La fuerza del wellnes, como hemos dicho, hay que buscarla en la amplia variedad de modalidades que engloba y, sobre todo, en la filosofía que hay detrás. Una filosofía que encaja no sólo en los llamados deportes de gimnasio sino, también, en otras modalidades como el running, el bike, el walking o una larga lista de deportes outdoor. Al fin y al cabo, todo aquel que haga un deporte para estar en forma tiene sitio en este basto universo del wellness. El fitness, en su definición más clásica, ha pasado a la historia. Lo que logra el concepto wellness, en definitiva, es aunar salud y deporte y “promover” la práctica deportiva como condición indispensable para estar bien emocionalmente. Uno de los “actores” que ha tenido más influencia en el auge de determinadas modalidades vinculadas al fitness han sido, La subida del IVA frena en seco la evolución del wellness TS 66

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx