58 TS F E R I A S plataforma como ISPO. Eso explica, en parte, el “no es algo que nos importe mucho” que soltaban prácticamente todas las marcas nacionales cuando se les preguntaba por la poca asistencia de detallistas nacionales. Su objetivo es reforzar lazos con sus distribuidores internacionales y establecer nuevos contactos para entrar en mercados fuertes o con un buen potencial. Y la gran mayoría de empresas con las que hablamos en Munich salieron muy satisfechas de su participación en el encuentro. Tuvieron que aguantar algún tercer grado sobre la situación de nuestro país y alguna que otra broma, pero en general el Made in Spain tiene muy buena imagen a nivel internacional –por fín-. Los altos porcentajes de exportación que tienen algunas marcas nacionales no son casualidad y estamos convencidos de que este año su visita al salón puede ser mucho más rentable que otros años. UN UNIVERSO LLENO DE PLANETAS El paso más acertado que ha dado ISPO en toda su historia ha sido la segmentación de los pabellones. Con ello, aparte de facilitar el trabajo de los visitantes, se crean microuniversos con un ambiente muy definido que dan sentido a las estrategias de marcas y profesionales. Además, pese a que unos pabellones suelen estar muy llenos y otros no tanto, esta distribución redefine los flujos de tráfico y da mucha más coherencia a la exposición. Y eso se nota a la hora de trabajar. En cuanto a los pabellones, poco han cambiado las cosas desde que ISPO apostó por esta segmentación. Desde el primer día los pabellones con más peso –deportes de nieve y outdoor- registraron un buen tráfico. Son dos segmentos prioritarios para ISPO y con un peso muy importante en el global del sector (especialmente en el centro y el norte de Europa) y eso se nota. En cuanto al universo board, como siempre, un mundo aparte. Por el ambiente qualquiera diría que este mundo está atravesando una muy mala racha. Mucha gente –muchos jóvenes alemanes- y un ambiente “diferente”, como si la gente quisiera olvidarse, durante 4 días, de lo que rodea a este universo. No sabemos si durante la feria habrá muchos contactos, lo dudamos (quizás los grandes “rasquen” algo) pero de lo que sí estamos del todo convencidos es que es donde los expositores y los visitantes se lo pasan mejor. Y la cerveza tiene mucho que ver. En cuanto al resto de pabellones, hay un dato que hay que tener muy en cuenta: que haya pabellones más llenos que otros no significa, ni mucho menos, que los resultados de la feria dependan del pabellón en el que se esté ubicado. Es obvio que hay pabellones donde el tráfico de profesionales es considerablemente inferior, pero como insistimos cada año, cantidad y calidad no son dos conceptos que vayan necesariamente de la mano. Es más, en alguno de estos pabellones (performance o sportsyle), es donde más satisfechos se han mostrado los expositores. Hay poca gente, pero la que hay, trabaja. Eso sí, este año el pabellón que albergaba las marcas vinculadas al Home-Fitness desprendía un halo de pesimismo bastante considerable. Otros años, pese a la poca gente que transitaba por ellos, los expositores estaban muy satisfechos, pero en esta edición se ha constatado el mal momento que atraviesa este mundo, que según algunas marcas podría haber caído más de un 30% en los últimos meses. Y eso, obviamente, se ha dejado notar en el ambiente… y en los negocios. En cuanto a los pabellones de sourcing (los chinos, como les llama todo el mundo), la historia de siempre. Nadie va pero te encuentras a todo el mundo. Poco tráfico, mucho trabajo y más de un operador andando mirando el suelo por miedo a ser descubierto. Parece que la gente se avergüence de visitar estos pabellones, como si fabricar en China, Pakistan o Taiwán no fuera con ellos. Y eso que es lo que hace casi todo el mundo. Pero parece que en ISPO no es muy adecuado que se sepa… En fin, si cada año este tipo de empresas llenan 2 pabellones será por algo. Es obvio que la fiesta va por barrios y unos se han ido de ISPO más contentos que otros, pero sobre valoraciones individuales pueden leer las revistas de cualquiera de nuestros colegas. Visto desde fuera, y después de muchos años paseando –y trabajando- por los pasillos de ISPO, la sensación es que las marcas nacionales pueden estar satisfechas de esta edición. Muchas de ellas –todas, me temo- tienen muy claro que la única manera de superar el bache en el que se encuentra nuestro país –y nuestro sector- es pasar página, mirar hacia adelante y “conquistar” otros mercados. “Intentarlo, al menos” como decía una de las marcas que se estrenaban en la feria. En cuanto a los detallistas, la cosa es un poco más compleja, y más viendo quien va y quien deja de ir a ISPO, y quien crece o deja de crecer. Hay miles de retos para el comercio. Miles de guerras que empiezan con batallas ya perdidas, pero como decía el gran Che Guevara “mejor morir de pie que luchar de rodillas”. La situación no invita al optimismo, para que engañarnos, pero no hay peor enemigo que la resignación. Visto desde fuera, y después de muchos años paseando –y trabajandopor los pasillos de ISPO, la sensación es que las marcas nacionales pueden estar satisfechas de esta edición. Muchas de ellas –todas seguramente- tienen muy claro que la única manera de superar el bache en el que se encuentra nuestro país –y nuestro sector- es pasar página, mirar hacia adelante y “conquistar” otros mercados. La edición 2013 de ISPO Munich se ha cerrado con un nuevo récord de visitantes: 81.000 (un incremento del 4% respecto al año anterior). El salón también registró un ligero incremento de expositores, pasando de los 2.344 de 2012 a los 2.481 de este año
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