TradeSport 207 - Febrero 2013

La edición 2013 de ISPO Munich se ha cerrado con un nuevo récord de visitantes. Según datos facilitados por la organización, el salón reunió a 81.000 profesionales, lo que supone un incremento del 4% respecto al año anterior. Un 66% de estos visitantes procedían de países extranjeros. Según los datos oficiales, y aunque la sensación fue que los visitantes españoles eran pocos, España ha regresado al Top-10 en el ranking de visitantes, un datos significativo teniendo en cuenta el contexto que atraviesa el país. El salón también registró un ligero incremento de expositores, pasando de los 2.344 de 2012 a los 2.481 de este año, con 52 países representados en el salón. Uno de los datos más destacables de la edición 2013 ha sido la buena acogida que han tenido las múltiples actividades paralelas impulsadas por el salón, especialmente las nuevas (como ISPO ACADEMY, donde, por cierto, participó una empresa española, Sportmas). Hasta aquí los datos oficiales de la organización. Algunos perfectamente creíbles, otros, cuanto menos sorprendentes, especialmente el que hace referencia al regreso de España al Top-10. Pero de eso ya hablaremos más adelanta. Veamos, primero, como transcurrieron los cuatro días de feria. UN ARRANQUE POTENTE Como de costumbre, el primer día fue el mejor. Por ser domingo y por las muchas ganas de que la gran fiesta del sector empiece. Ajena a la crisis económica, la feria albergaba este año más expositores que nunca y aunque los ánimos, en este primer día, no son los de otros años -sobre todo entre los profesionales del sur de Europa-, la primera jornada destacó por la alta afluencia de visitantes. Pasillos llenos en casi todos los pabellones, las marcas ocupadas prácticamente todo el día y la precepción general de que este año las cosas serían bastante diferentes a las del año anterior, que pese a no ser malo, se vio muy afectado por la crisis que sufrían muchos países del centro y el sur de Europa. Por los pasillos, como de costumbre, mucho alemán, mucho francés, mucho nórdico y, también, bastante italiano. La crisis empieza a dejarse notar en Italia, y eso quedó reflejado también en la cifra de visitantes de este país, pero aun así, la gran presencia de marcas italianas (cuatro o cinco veces más que españolas) garantiza una buena afluencia de detallistas. En cuanto a España, como hemos dicho la organización ha señalado que nuestro país ha vuelto al top-10 de visitantes, pero la sensación, caminando por los pasillos y hablando con las marcas, es que la cifra de detallistas ha bajado respecto al año anterior (que ya fue bastante baja). Es probable, en este sentido, que esta alta cifra de visitantes nacionales se deba más a la alta presencia de representantes de las marcas que a la cifra de detallistas, que poco ha variado respecto al año anterior. Es decir, los de siempre... aunque con alguna excepción (de más y de menos). Algunas grandes superficies, apenas una quincena de tiendas especialistas (en esquí y, en menor medida, en montaña) y, sobre todo, los grandes operadores online (full Price y outlet) no han faltado a la cita. La segunda jornada de ISPO se cerró, de nuevo, con una buena asistencia de visitantes. Si en la primera jornada la feria ya demostró su gran poder de convocatoria, con un tráfico en los pasillos más alto del registrado en 2012, el lunes registró un volumen similar al del día anterior. Esta segunda jornada sirvió, sobre todo, para constatar que, pese a la crisis económica, el sector está muy vivo en los países del centro y del norte de Europa y, sobre todo, en los países emergentes. El salón, a diferencia del año anterior, no empezó con dudad, y desde el primer instante todo el mundo tenía muy claro que este año el balance sería bueno o, como mínimo, bastante mejor que en los últimos. La tercera jornada fue el principio del fin, aunque se suele trabajar mejor que en los dos primeros días porque el ambiente está menos “cargado”. Los pasillos están mucho menos transitados, pero en los stands las marcas siguen trabajando a muy buen ritmo. La gente de las marcas –la que puedeaprovecha para darse una vuelta por el salón y conocer las novedades de sus competidores o para reunirse con su propio equipo. Más “networking” que ventas, pero necesario. En cuanto al miércoles, día de trámite. La feria bastante vacía, poco negocio y otro día perfecto para que los expositores den una vuelta y empiezan a hacer balance de un año que, después de cuatro o cinco ediciones con muchas dudas, puede y debe calificarse de muy bueno. ESPAÑOLES EN EL MUNDO Este año España estuvo representada en el salón por 49 marcas. Una menos que en 2012. Aun así, teniendo en cuenta cómo están las cosas en nuestro país, la cifra es bastante positiva y demuestra, no sólo la confianza de éstas marcas en ISPO, si no, sobre todo, la necesidad que tienen las empresas nacionales de hacerse fuertes en otros mercados. El sector, en España, está saturado. Inmóvil. Quien quiera crecer no tiene más remedio que hacerlo fuera de nuestras fronteras, y la mejor manera de presentarse al mundo es a través de una ISPO 2013: el sector recupera su fuerza... en casi todos los mercados ISPO ha vuelto a demostrar un año más que, pese a todo, el sector de artículos deportivos está muy vivo. En muchos países empieza a recuperar parte del terreno perdido y en otros es un sector emergente con un gran potencial. El sur de Europa sigue sufriendo, y eso se ha dejado notar en Munich. F E R I A S TS 56

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