TradeSport 207 - Febrero 2013

sobre todo, el repunte de la obesidad infantil que en la última década ha crecido a un ritmo alarmante (en 2012 el 20% de los niños de entre 3 y 14 años tenía sobrepeso). Que los niños prefieran hacer mil cosas, la mayoría sentados en el sofá, antes que hacer deporte es muy preocupante, tanto para la sanidad como, siendo egoístas, para el deporte. Los pequeños sedentarios enganchados a la Play, a Internet o a la tele son enfermos potenciales en una o dos décadas y, obviamente, son ventas pérdidas para el sector, porque no nos engañemos, por mucho boom que haya ahora con el running o el bike, el porcentaje de niños que no hacen deporte y que luego, en la adolescencia o la madurez comienzan a hacerlo, es bastante bajo. Por suerte, el deporte escolar, la fuerza de algunas marcas y las preferencias de los niños por determinadas marcas han servido para que la caída de las ventas no fuera proporcional a la caía de los índices, pero ello no significa que, viendo como están las cosas en esta categoría y, también, en otros grupos de edad, las marcas –y las tiendas- no tengan que empezar asumir responsabilidades en este asunto. Aunque sea por puro egoísmo, ya va siendo hora de que el sector haga algo para que los niños hagan más deporte. El deporte es mucho más que la competición y todos esos niños que se quedan en casa y no hacen m´´as deporte que el que le imponen en el cole, también, son nuestro futuro, y aunque sea una inversión a largo plazo, hay que priorizar el fomento de la práctica deportiva, algo que, afortunadamente, y aunque a muchos les cueste reconocerlo, sí que ha hecho Decathlon. Con o sin ayudas, pero lo ha hecho. Y PESE A TODO, ALGUNOS INSISTEN… Pese a la férrea competencia que suponen Decathlon y los canales alternativos, aún hay varias marcas que siguen creyendo en el potencial de sus colecciones para los más pequeños. Las mismas que, seguramente, creen que tienen argumentos de peso para posicionar sus colecciones para mujer en nuestro canal… o en otros. La mayoría tienen depositadas gran parte de sus esperanzas en las líneas más atléticas, pero también hay quien cree que puede luchar de tú a tú con Inditex, H&M, Primark y compañía. La realidad, a pesar de que muchas de nuestras reflexiones han pecado de pesimismo, sobre todo por lo difícil que resulta para marcas y tiendas luchar contra según qué operadores, la categoría Niño sigue siendo una de las que mayor potencial tiene para el sector de artículos deportivos si éste sabe aprovechar sus ventajas. No será fácil, y eso lo tenemos todos claro, convencer a los padres de que para comprar un chándal es mejor entrar en una tienda de deportes que en una cadena de moda, pero el hecho de que cada vez haya más marcas del sector que tengan una oferta más variada, asequible y, sobre todo, adaptada a lo que buscan los niños -y lo spadres- nos hace ser optimistas, sobre todo si tenemos en cuenta que, pese al estancamiento de estos dos últimos años –la crisis ha sido clave-, se trata de una de las categorías que más he evolucionado en la última década. Muchas marcas están siendo capaces de luchar contra el factor precio ofreciendo productos que, en PVP no se alejan mucho de los de Decathlon o Zara. Y eso la tienda debe aprovecharlo. La oferta la tenemos; ahora falta lo más complejo: atraer la demanda. El principal valor diferencial de la moda respecto al deporte es el precio, pero hay muchos otros argumentos que nos dejan en evidencia y ponen en bandeja de plata la decisión a los padres: el diseño de las prendas, la variedad de oferta, la rotación de productos, la imagen de las tiendas.... TS 39

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx