Si alguien se para mirar la evolución que ha experimentado ispo en los últimos años difícilmente seguramente se sorprendería. Y no porque año tras año ha ido ganando metros cuadrados de exposición y marcas expositores. Ni siquiera porque, en un momento en el que las ferias tradicionales están más tocadas que nunca ha logrado mejorar sus resultados. Lo realmente sorprende es que ha conseguido todo esto en el peo contexto posible, con una crisis económica muy fuerte, especialmente en mercado importantes de Europa, y con el sector deportivo bastante tocado, tanto por la crisis como por las consecuencias que aún acarrean esos años en los que el esquí -y el outdoor en menor medida- cayeron en picado por culpa del calor. Ajena a un contexto, cuanto menos, complicado, ispo volverá a registrar récords de participación en su edición 2013, que se celebrará del 3 al 6 de febrero y que reunirá, en más de 104.000 metros cuadrados, a más de 2.000 marcas (entre las que, obviamente, se encuentran todas la líderes del sector). Aunque a priori pueda costar encontrar alguna explicación al fuerte crecimiento experimentado por ispo en los últimos años, la realidad es que es precisamente en un contexto como el actual cuando los valores añadidos que aporta este punto de encuentro se hacen más necesarios: Ispo garantiza una visión general íntegra de la oferta de artículos deportivos de la próxima temporada, con la máxima cercanía al comercio especializado, en un mismo lugar y una misma fecha. Pero sobre todo es una plataforma óptima –la mejor, sin duda- para abrir mercados potenciales y vías de distribución innovadoras.Y hoy por hoy, con muchas marcas saturadas en sus propios mercados, una plataforma de estas características, clave en la internacionalización, sólo puede seguir creciendo. Ispo, tanto para las empresas ya consolidadas como, sobre todo, para marcas nacionales que quieren explotar su internacionalización, es una cita ineludible. 2012: MAL COMIENZO, BUEN BALANCE La edición del año se cerró con una cifra de visitantes muy similar a la lograda en 2010. El contexto económico marcó a fuego el desarrollo del salón y aunque seguramente se esperaba un mejor balance, crecer un 3% en expositores y reunir a cerca de 80.000 profesionales –de más de 100 países- debe considerarse un éxito, sobre todo teniendo en cuenta el absoluto pesimismo que reinaba en Europa –especialmente en el surlas semanas anteriores al salón. Pesimismo que, por cierto, sigue igual 12 meses después. Uno de los datos más destacables de la edición 2012 fue el incremento de visitantes de países como Rusia, los EE.UU., Turquía, Canadá y China, un dato que reafirma, todavía más, la internacionalización del salón y, especialmente, su importancia para los mercados emergentes. No en vano, el 65 por ciento de los visitantes y el 83 por ciento de los expositores procedían del extranjero. Es probable que esta edición se asemeje mucho a la de 2011. En todo. Los ánimos, seguro, no estarán para muchas fiestas, pero como suele suceder en ISPO, el clima que se crea en los salones acaba despertando incluso a los más pesimistas. Seguramente muchas marcas ya llegan a Munich sabiendo que este año el comercio –de cualquier tamaño y de cualquier formato- va a ser mucho más rácano en sus compras, pero conociendo las reglas del juego, el futuro es mucho menos confuso. Las previsiones para los próximos años no son especialmente buenas para la mayoría de países europeos ni para Estados Unidos, pero por suerte hay muchas oportunidades. E ISPO pone al alcance muchas maneras de aprovecharlas. Hay que mirar para adelante y apostar por nuevos mercados, que ISPO se hace fuerte en el peor contexto El salón creciendo pese a las adversidades y en esta edición 2013 volverá a superar la cifra de expositores, con más de 2.000 empresas. Más de 50 marcas nacionales acudirán al salón F E R I A S 70 TS
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