CAPITAL HUMANO TS 30 ¿Cómo empezó la aventura de la familia Carbonell en el mundo del deporte? A principios de los 60 mi padre, Jordi, trabajaba en la barbería familiar. Era la tercera generación de barberos y, la verdad, no le gustaba demasiado la idea de pasarse toda la vida cortando y afeitando, así que decidió dar un giro a su negocio y trabajar en algo que le gustase. Al principio no tenía nada claro lo que podía hacer. Junto con mi madre, Palmira, sopesaron varias posibilidades, desde una parada en el mercado hasta una relojería. Pero un buen día, un buen amigo que viajaba mucho por el mundo les dijo que se olvidaran de mercados y relojes y montasen una tienda de deporte. Y le hicieron caso. Recuerdo que cuando los amigos y los vecinos se enteraron de esta decisión venían preocupados a casa, preguntando a mis padres si estaban seguros de lo que iban a hacer. Más de uno pensaba que estaban locos. Y 50 años después, aquí seguimos. ¿Cuáles son las principales dificultades con los que se encontraron sus padres en esos años? La verdad es que la preocupación de los amigos, en parte, estaba justificada. En esos años el deporte no era, ni de lejos, lo que ha sido desde finales de los 80, y esos primeros años fueron duros, pero con sacrificio y trabajo el negocio se fue consolidando. El deporte no tenía, entonces, ningún vínculo con la salud y la gente no hacia deporte porque sí. Sólo se practicaban deportes como el fútbol, el baloncesto o el Hockey, muy arraigados en la zona, y que fueron el motor de esos primero años. La gente de toda la zona venía hasta Picnic para comprar y poco a poco la tienda fue ganando prestigio. ¿Qué factores fueron claves para consolidar este proyecto? Como he dicho antes, lo más importante, en aquellos años y, también ahora, es el sacrificio; el esfuerzo. Y, lógicamente, trabajar en algo que te guste ayuda mucho. A mis padres les encantaba estar detrás del mostrador y aunque la primera década no fue nada fácil, nunca desistieron en su empeño. Siempre estaban buscando alternativas para que los consumidores entraran en la tienda y para lograr eso que tan de moda está ahora: la diferenciación. Y seguramente esa fue la clave del éxito. Por ejemplo, en su día se apostó por la pesca con muy buenos resultados o, incluso, se vendieron juguetes tipo Scalextric y trenes en miniatura…. También supuso un punto de inflexión, seguramente el más importante, la apuesta que, a mediados de los 70, hicimos por los trofeos. Fue un salto cualitativo importante porque trabajábamos muy bien y no teníamos competencia en muchos kilómetros a la redonda. También me acuerdo de lo que supuso la llegada de los chándales Meyba, las parcas Karhu o de la marca Ellesse y del sportwear en general… Al final, creo que el éxito de haber llegado a estos 50 años es que desde el primer día hemos sabido elegir muy bien nuestra oferta, apostando por deportes que funcionaban y dejándolos si no eran rentables. En 1985 abrió una segunda tienda. Eran buenos años para el deporte, antes de la crisis de principios de los 90… ¿Por qué se apostó por esta nueva tienda? Nosotros, por suerte, no notamos en absoluto la crisis de los primeros 90, al contrario, fueron años muy buenos para Picnic. De hecho, creo que hasta este 2012 nunca hemos pasado ninguna crisis. A mediados de los 80 nos dimos cuenta de que El Vendrell estaba creciendo mucho y que la tienda se estaba quedando pequeña. Había algunos artículos que, por espacio, no podíamos exponer, así que decidimos abrir una segunda tienda para poder tener mayor oferta y, además, tenerla mejor expuesta, diferenciando muy bien los espacios. El terreno era nuestro así la apuesta fue relativamente fácil. Además, tomamos la que, sin duda, fue una de las mejores deJAUME CARBONELL Propietario de Esports Picnic “Nuestra prioridad en estos 50 años ha sido que el cliente, compre o no compre, salga contento de la tienda” “Recuerdo que cuando los amigos de mis padres se enteraron de que habían decidido abrir una tienda de deportes, venían preocupados a casa, preguntándoles si estaban seguros de lo que iban a hacer. Más de uno pensaba que estaban locos. Y 50 años después, aquí seguimos”. El pasado 10 de julio, Esports Picnic, en El Vendrell, celebró sus 50 años de vida, un logro que, por desgracia, es poco habitual en nuestros sector. Fue en 1962 cuando Jordi Carbonell y su mujer Palmira decidieron, ante la incredulidad de sus amigos, abrir una tienda de deportes, y aunque las cosas no fueron fáciles al principio, con trabajo, esfuerzo y, sobre todo, pasión, la tienda fue consolidándose hasta convertirse en el punto de venta de referencia en la zona. Gestionada actualmente por Jaume Carbonell -el “Nen Picnic”, como lo conocen muchos de sus amigos-Esports Picnic (que cuenta actualmente con dos tiendas en la localidad tarraconense) sigue luchando cada día con las mismas bazas con las que emprendió esta aventura hace cinco décadas: una buena oferta, un buen servicio… y mucha pasión. I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I
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