TradeSport 203 - Octubre 2012

Lo técnico está ganando cuota a pasos agigantados. Y no sólo en el universo del running. Cada vez hay más gente –deportistas habituales y, también, ocasionales- que tiene perfectamente asumido que la tecnicidad es un plus en su entreno, en su rendimiento, y aunque el contexto no es precisamente el mejor, tanto las gamas altas como las medias están logrando mantener un buen ritmo de ventas. Tanto en textil como en calzada –y dejando de lado las terceras e, incluso, las segundas capas-, hablamos de material bastante asequible y que, además, está focalizando parte del gasto en ocio que muchos han desviado desde que comenzase la crisis. La gente tiene muchos reparos en irse de viaje, salir a cenar con cierta frecuencia o cambiarse el coche, pero no tantos a la hora de pagar 120 euros por unas zapatillas o 50 pero una camiseta técnica. En estos últimos años una de las familias que más ha crecido dentro de la parte más técnica del deporte es, sin duda, la de las primeras capas. Y a diferencia de lo que pasa en el mundo de la moda, no se trata de algo pasajero: en lo técnico, cuando algo gana peso con cierta fuerza, suele consolidare pronto, perdurar en el tiempo y crear un subsegmento con identidad propia. Y eso es lo que ha pasado con las primeras capas. Reservadas hasta no hace mucho tiempo a determinadas modalidades outdoor, incluso, al esquí, el boom de deportes como el running o el bike han abierto mercado a este tipo de productos. De las primeras capas técnicas cuya función básica era calentar el cuerpo –las llamadas prendas térmicas- hemos pasado a una infinidad de tipologías que, a grandes rasgos, podríamos dividir en tres grandes grupos: las primeras capas térmicas; las primeras capas técnicas pero no térmicas –su función, básicamente, es mantener el cuerpo seco-; y, finalmente, las prendas de compresión –que pueden ser o no ser térmicas. UNA EVOLUCIÓN VERTIGINOSA Como hemos dicho en la introducción, este tipo de capas nacieron vinculadas a deportes que se practicaban en condiciones climáticas adversas, sobre todo, frío, y su principal objetivo era maximizar el confort de los deportistas, manteniendo el calor corporal y evacuando el sudor. Más tarde esta categoría abriría su campo de acción a muchos más deportes, sobre todo los más activos, y pondría en el centro de sus prestaciones, el mantener el cuerpo seco para lograr un óptimos rendimiento durante toda la práctica. Con el auge del running, hace apenas media década, se ha acabado de definir un segmento fuerte, con un gran potencial y que ha avanzado a pasos vertiginosos, tanto en oferta como en innovación. Pero ¿qué es exactamente una primera capa? La primera capa, a grandes rasgos, es la que está en contacto con nuestra piel. Lo primero que hay que tener claro cuando hablamos de camisetas o mallas "térmicas/técnicas" es que no dan calor, simplemente consiguen que el calor que nuestro cuerpo genera no se escape: su principal finalidad es ayudar al cuerpo a evaporar el sudor de nuestro cuerpo y mantenernos secos y a una temperatura confortable. Por eso es fundamental que se trate de una prenda muy transpirable, que absorba el sudor de nuestro cuerpo y seque rápidamente para no tener sensación de humedad. También es importante que sea cómoda y que garantice una ESPECIAL PRIMERAS CAPAS En estos últimos años una de las familias que más ha crecido dentro de la parte más técnica del deporte es, sin duda, la de las primeras capas. Y a diferencia de lo que pasa en el mundo de la moda deportiva, no se trata de algo pasajero. Las primeras capas consolidan su crecimiento en un contexto hostil TS 90

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx