han sido claves para el auge del outdoor, pero la realidad es que han sido las modalidades más light las que han sustentado las bases de la fuerte progresión del outdoor. Sin olvidar, tampoco, el papel que ha jugado –y juega- el llamado outdoorwear. El fin y al cabo, el outdoor, a pesar de ser uno de los segmentos más técnicos del sector, (con muchas modalidades que obligan a tener una excelente preparación física y a usar material muy técnico) es un deporte muy accesible… y asequible. A las llamadas modalidades de bajo impacto puede acceder todo el mundo, y lo mejor de todo es que un porcentaje muy alto de quienes practican estas modalidades también suele apostar por prendas técnicas o, en el peor de los casos, por gamas “urban” de las marcas del segmento (gamas que, también, suelen tener una cierta tecnicidad). Por si fuera poco la oferta se ha disparado en estos últimos años y cualquier perfil de practicante tiene a su alcance una lista infinita de posibilidades para practicar modalidades como el trekking, el senderismo, las travesías o el walking, modalidades muy recreacionales, sin ningún afán competitivo, con una estrecha vinculación con todo el universo wellness y que, además –y esa es otra de sus grandes bazas, tiene un componente más social –y terapéutico- que no deportivo. La fuerza que ha cogido este target ha sido, en parte, la razón que ha llevado a muchas marcas a bajar de los 8.000, es decir, a potenciar colecciones para quienes practican modalidades más accesibles o para quienes, simplemente, les gusta vestir outdoor en su día a día. Y el mejor reflejo de ello es, sin duda, la oferta de las tiendas, que sin renunciar a las líneas más técnicas (que dan imagen) han apostado por este público como eje de sus estrategias. Las grandes han nacido y crecido con lo técnico, con lo extremo incluso, y han seguido apostando por esta tecnicidad máxima (que les da imagen) pero, a la vez, han desarrollado colecciones menos técnicas y más asequibles en precio. Eso si, en ningún caso han renunciado a sus dos grandes valores añadidos: tecnicidad y funcionalidad. Es complejo saber si las marcas han reaccionado a una demanda o la han creado, pero lo que es evidente es que el outdoor se ha impuesto, y con fuerza, en la calle, incluso entre muchos que no han pisado un sendero en su vida –que aún queda alguno, seguro- Esta “invasión2 ha sido, lógicamente, un balón de oxígeno para muchas marcas. El outdoor no había alcanzado la madurez, pero sí hubo un momento en el que era un segmento muy técnico y hasta cierto punto minoritario, reservado a alpinistas y escaladores. Al bajar de cuota las marcas ampliaron público y abonaron el camino para ganar fuerza. No nos engañemos, el poder lo da el volumen, y aunque sigue habiendo marcas muy exclusivas, todo el mundo acaba cediendo a esta realidad. Más allá del look, que como hemos dicho se ha impuesto con fuerza, otro aspecto importante para que el outdoor haya ganado peso en el día a día de los consumidores ha sido la tecnicidad, que ha ganado mucho peso en la mente del consumidor. El practicante habitual siempre ha sido muy consciente de la importancia de utilizar el material adecuado, pero el gran cambio se ha dado cuando el practicante ocasional, o incluso quien viste outdoor en su día a día, se ha ido concienciando de la importancia de utilizar material técnico. Eso ha animado a muchas marcas apotenciar todo lo que tiene que ver con el diseño –que, no nos engañemos, hace un par de décadas dejaba mucho que desear- y con eso se ha logrado que el practicante ocasional no sea tan reacio a comprar –y pagar- material atlético y no anteponga el precio a cualquier otro argumento de compra. No hay que olvidar que, pese al auge del outdoor más popular, se trata de disciplinas atléticas en las que la tecnicidad es el gran caballo de batalla, tanto en textil, como en calzado. Como la mayoría de actividades que se llevan a cabo al aire libre, la práctica de deportes outdoor requiere el uso de un buen equipamiento para mantener un mínimo de seguridad y comodidad. Hasta no hace mucho había quien creía que sólo quienes pretendían subir ochomiles en pleno invierno debían ir bien equipados, pero la realidad es que cualquier deporte al aire libre, sea cual sea su nivel de exigencia -y sea cual sea la época del año-, requiere el uso de material técnico. Tanto si nos vamos dar un paseo alrededor de un pantano como si intentamos subir un 4.000. Hay prendas para cada necesidad, y afortunadamente Un aspecto importante para que el outdoor haya ganado peso en el día a día de los consumidores ha sido la tecnicidad, que ha ganado mucho peso en la mente del consumidor. El practicante habitual siempre ha sido muy consciente de la importancia de utilizar el material adecuado, pero el gran cambio se ha dado cuando el practicante ocasional, o incluso quien viste outdoor en su día a día, se ha ido concienciando de la importancia de utilizar material técnico. TS 29
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