Hasta no hace demasiado el outdoor había esquivado con bastante pericia las embestidas de la crisis, pero estos últimos meses ha recibido alguna cornada. No excesivamente preocupante, pero ha sido un aviso y ha puesto en alerta a más de uno que pensaba que podría salir indemne de un tsunami del que cada vez hay menos gente que se libra. El consumo en 2012 ha caído en picado. Y por si fuera poco, el tiempo no ha acompañado en nada. Las marcas se han visto obligadas a reaccionar, y como ha sucedido en muchos otros segmentos, está reacción ha provocado un efecto dominó que ha acabado poniendo en pié de guerra a medio segmento. Las estrategias de las marcas para sortear la crisis, apoyándose en el B2C y en los outlets, no han gustado nada al comercio, como era de esperar. Aun así, la nueva realidad del mercado es la que es, y unos y otros no tendrán más remedio que aceptarla si quieren seguir avanzando junto, como han hecho en estos últimos años (algo que, en parte, ha sido clave para el crecimiento del outdoor). EN FORMA PARA AFRONTAR LO QUE VENGA Es complejo saber cómo evolucionará el outdoor a corto plazo. España está como está y no parece que las cosas vayan a cambiar mucho. Verano no ha sido, tradicionalmente, la época buena para el outdoor, pero seguramente por eso, y por los iviernos cálidos que hemos pasado en la última década, cada vez hay más marcas que refuerzan sus colecciones veraniegas. El outdoor, lo hemos dicho en mil ocasiones, tiene mucha tirada como look para el día a día y eso, en verano, también se nota. Y basta con mirar las colecciones de textil y, sobre todo, de calzado, para darse cuenta de el peso que han adquirido estas líneas. Además, el calor que vivimos este año es un buen argumento para apostar por determinadas categorías. Dicho esto, y a pesar de esta incertidumbre de cara a los próximos meses, nadie puede negar que el outdoor es uno de los deportes más en forma del momento, tanto en ventas como, sobre todo, en practicantes. También es, insistimos, uno de los que tienen mejores perspectivas de crecimiento a corto y medio plazo. Prácticamente todos los deportes que engloba este universo han experimentado un crecimiento destacable, especialmente los más “populares”, con trail running, senderismo y trekking ligero a la cabeza, y lo más probable es que este crecimiento se mantenga. Probablemente será más acentuado en practicantes que en ventas, pero eso, a la larga, nos beneficiará. Sobre las causas que han convertido al outdoor en uno de los segmentos con más practicantes, no hay mucho secreto. Como en el running, la crisis ha tenido mucho que ver, porque ha cambiado los hábitos de consumo y, sobre todo, ha redirigido a muchos consumidores hacia un ocio diferente, donde el deporte tiene un peso importante. Además, la gran baza de este universo es el entorno: la naturaleza se ha convertido en un reclamo para muchos consumidores – deportistas y no deportistas- que cansados de la ajetreada vida laboral y urbana se largan a la montaña a “desintoxicarse” en cuanto tienen tiempo libre. Muchos, seguramente, no se consideran practicantes de outdoor, pero a efectos prácticos, sí lo son, tanto por la práctica como, sobre todo, por el producto: muchos se visten de pies a cabeza con material específico y eso, para el sector, representa un volumen de ventas importante. Es cierto, en este sentido, que determinadas modalidades más técnicas –o más exigentes- también han ganado peso y ESPECIAL OUTDOOR TS 28 Pese al ligero retroceso experimentado en los últimos meses nadie puede negar que el outdoor es uno de los deportes más en forma del momento, tanto en ventas como, sobre todo, en practicantes. También es uno de los que tienen mejores perspectivas de crecimiento a medio y largo plazo El outdoor había esquivado la crisis en sus inicios pero al final no ha podido escapar. Las ventas han experimentado un ligero frenazo que, ni mucho menos, pone en entredicho el potencial del que, sin duda, es uno de los segmentos más en forma del sector. La crisis aprieta... pero no ahoga
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