TradeSport 200 - Junio 2012

lidades vinculadas directa o indirectamente al wellness –mejor dejar de lado, ya, el concepto fitness- sigan experimentado un comportamiento positivo. Son modalidades que generalmente son fáciles de practicar, que están al alcance de todo el mundo y, sobre todo, que no están sujetos a horarios, especialmente desde que los gimnasios han entendido que la vida no acaba a las ocho de la tarde. BOOM DE PRACTICANTES… Y CAÍDA DE LAS VENTAS Con todo lo que acabamos de decir, lo lógico es que el segmento también hubiera experimentado un fuerte crecimiento de las ventas de los artículos vinculados al universo del fitness. Nada más lejos de la realidad: el fitness es, desde hace años, el mejor ejemplo para demostrar que no siempre el crecimiento en practicantes implica un crecimiento de las ventas. Si tuviésemos que enumerar alguno de los motivos que han provocado este desfase, seguramente al primero que tendríamos que recurrir es a la ya mencionada complejidad del término fitness en sí mismo y los cambios que ha experimentado su definición. Hace 20 años era fácil “clasificar” qué productos encajaban dentro del mundo del fítness, pero ahora ¿Qué es textil fitness? ¿Qué es calzado fitness? Si todo el mundo que acude al gimnasio llevase material adecuado, apenas nos preocuparíamos de que segmento sale ganando, porque los beneficios económicos para el sector serían considerables, pero cuando uno va al gimnasio y ve que hay quien se sube a la cinta con unas zapatillas del Zara, entiende bastante bien porque el fitness ha caído como ha caído. Por no hablar del textil... Puede que esta tendencia esté cambiando en los últimos años gracias, sobre todo, al trabajo de las marcas especialistas, que se han adaptado a los gustos y necesidades de los practicantes, pero el volumen de ventas que el sector pierde cada año es espectacular. Parece obvio, en este sentido, que una de las prioridades del segmento es convencer al consumidor de que deje de ir al gimnasio con camisetas de algodón y calzado casual que al día siguiente se ponen para ir a trabajar. Es algo en lo que deben trabajar conjuntamente tiendas, marcas y, también, gimnasios, cuyo poder de prescripción es cada día mayor, como se ha demostrado en determinados artículos. Otro de los grandes culpables de este desequilibrio entre practicantes y ventas ha sido la moda. No hace mucho, el material fitness, sobre todo el calzado, creció de manera considerable –seguramente exageradaporque así lo quiso la moda. Las calles se llenaron de modelos diseñados en principio para el gimnasio... pero la moda es moda, y de un día para otro, ese look desapareció y el fitness volvió a su realidad. Una realidad que empieza a cambiar ahora gracias al trabajo de determinadas marcas, en especial Reebok, que ha decidido centrar sus esfuerzos en el fitness y ha puesto en el mercado colecciones técnicas, tanto de textil como, sobre todo, de calzado, que encajan perfectamente en la calle. El comercio tampoco ha “colaborado” demasiado en mantener a flote el fitness. Muchos detallistas siguen creyendo que este segmento, sobre todo la parte de textil, es más un problema que una oportunidad. Las marcas, sin embargo, sí están apostando por ello, y el comportamiento de muchas de ellas, creciendo en un contexto tan complejo, hace prever que poco a poco el fitness, reconvertido en wellness, ganará protagonismo en las tiendas y en los gimnasios. Tiempo al tiempo. No en vano, la cifra de practicantes de deportes de gimnasio y otras modalidades vinculadas al fitness o wellness crecerá a corto y medio plazo y ello, sin duda, debe ser un estímulo para que el sector intente solucionar algunas de las asignaturas pendientes que tiene. Sino serán otros canales los que aprovechen estas tendencias. Es innegable que el auge de practicantes que ha experimentado el fitness (o, mejor dicho, el wellness) obedece a un cambio radical en los hábitos de vida, de consumo y, también, de práctica deportiva, de la gente. El trabajo gana terreno al ocio. El estrés también. Y poco a poco la gente se va dando cuenta de que hacer deporte es una válvula de escape perfecta. Una de las prioridades del segmento es convencer al consumidor de que deje de ir al gimnasio con camisetas de algodón y calzado casual que al día siguiente se ponen para trabajar. Es algo en lo que deben trabajar tiendas, marcas y gimnasios. TS 85 ESPECIAL 200

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