TradeSport 200 - Junio 2012

muchos jugadores habituales de tenis se están convirtiendo en jugadores habituales de pádel, dejando de lado el tenis o jugando ocasionalmente (con lo que ello supone a nivel de renovación de material). Eso explicaría, además, la apuesta que las grandes marcas del tenis han hecho por el pádel: el cliente ya lo tienen, y si se pasa al pádel, es posible que siga apostando por la marca con la que juega a tenis. Aún así, las ventas, aunque no crezcan, son buenas –y regulares-; el comercio especializado está muy bien asentado y en el multideporte sigue teniendo una muy buena cobertura, con lo que tanto marcas como detallistas tienen que estar bastante satisfechos con el presente de este deporte. Por familias, el material duro es, obviamente, el producto estrella del segmento y el que más desarrollo tecnológico ha experimentado en estos últimos años. Las marcas dedican muchos esfuerzos en I+D, y hoy en día la oferta es tan amplia que cualquier jugador, sea cual sea su nivel, tiene a su alcance una amplia variedad de modelos que se adaptan perfectamente a sus características de juego. En cuanto al calzado y al textil, aunque su comportamiento esté a años luz del que podría ser si lo comparamos con el volumen que mueve la venta de raquetas, es probable que a corto y medio plazo sean estas dos categorías las que mayor potencial de crecimiento tengan. No en vano, el comportamiento experimentado en los últimos años por las ventas de raquetas, así como las previsiones de algunos estudios en cuanto a evolución de practicantes, hace prever un crecimiento muy lento –aunque regular- del material duro. No hay que olvidar que todos aquellos que juegan al tenis tienen raqueta pero no todos juegan con calzado y textil técnico. El tenis ha sido, durante muchos años, el gran protagonista del segmento de los deportes de raqueta. El pádel le ha robado mucho protagonismo en la última década y, especialmente, en los últimos 5 años, pero aún así se ha mantenido estable y es complejo que retroceda. Juega menos gente de la que cabría esperar, pero quienes juegan son muy fieles. Además, y a diferencia del pádel, hay una buena base, y eso asegura, al menos, una evolución estable. PÁDEL: POTENCIAL INTACTO… DE MOMENTO Hace dos décadas era una modalidad desconocida. Cuando empezó a tener un poco de protagonismo tenía colgada la etiqueta de deporte elitista por sus orígenes, muy vinculados a la aristocracia, pero con una sorprendente rapidez, gano popularidad y se convirtió en uno de los deportes con mayor potencial en practicantes y, también, en ventas. Un deporte que, además, ha esquivado sin problemas las embestidas de la crisis, un dato que confirma el buen momento que atraviesa en nuestro país (uno de los pocos, por cierto, donde se juega) De los motivos que han propiciado este crecimiento del pádel ya hemos hablado en varias ocasiones. Es un deporte divertido, relativamente fácil, asequible, y con un fuerte componente social. Además, a diferencia del tenis, ha logrado acabar fulminantemente con su imagen de deporte elitista. Los clubes sacrifican pistas de tenis para apostar por el pádel y no hay promoción inmobiliaria que, en caso de tener espacio, no esté apostando por el pádel en su zona de ocio. Es complejo saber cuantos jugadores más o menos habituales hay actualmente porque, como el tenis -y otros muchos deportes-, las licencias federativas no son representativas, pero algunos estudios apuntan a que la cifra podría superar, ya, los dos millones, consolidándose como una de las modalidades más practicadas en nuestro país y, lógicamente, una de las que mejor potencial de ventas tiene. Pero este potencial se mantendrá, sobre todo, si se logran superar algunos muros que se han erigido en el camino, tanto a nivel de oferta (sobreoferta), como de venta, mediatización e internacionalización. Como suele ocurrir cuando un deporte –o un producto- se pone de moda, el pádel ha tenido que hacer frente, en estos últimos años, a una proliferación espectacular y excesiva de marcas. Y muchas, además, no vendían –o no venden- de una forma demasiado elegante. Más allá de esta evidencia, y de la demasiado habitual manía del sector de creer que todo el mundo puede distribuir lo que quiera, es obvio que el pádel ha sido uno de los fenómenos más importantes que, a nivel de ventas, se ha dado en el sector en estos últimos años. Su auge ha servido para reactivar –y transformar- el segmento de los deportes de raqueta, dando nuevas oportunidades a las marcas del mundo del tenis, también ha representado una oportunidad única para el comercio, tanto especializado como, sobre todo, multideporte (con o sin oferta de tenis) para aprovecharse de las oportunidades que plantea una modalidad Tenis y pádel son, a día de hoy, los dos deportes de raqueta más fuertes. No hace muchos años, el segundo apenas existía y el primero era, lógicamente, el caballo de batalla del segmento. Las cosas han cambiado, y en apenas una década el pádel ha ganado un protagonismo muy fuerte en este segmento, robando una cuota importante al tenis, tanto en practicantes como, sobre todo, en espacio en la tienda. TS 75 ESPECIAL 200

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