TradeSport 200 - Junio 2012

TS 73 Estos días es difícil encontrar en la prensa generalista noticias relacionadas con el outdoor, pues los periódicos están centrados en el seguimiento de la situación económica en la eurozona y la cobertura deportiva se queda, como es habitual, en los deportes de interés mayoritario. Una de las últimas noticias aparecidas en este tipo de prensa sobre el outdoor, más concretamente sobre alpinismo, hablaba de la situación de masificacion que se ha producido en el Everest durante las ultimas semanas. Las imágenes que ilustraban la noticia eran muy gráficas, mostrando una hilera de decenas de alpinistas (el término alpinista debería ponerse en entredicho en esta ocasión) subiendo a la cima más alta del planeta. Desde el punto de vista de negocio, debería estar encantado, pues en las fotografías se veían consumidores y más consumidores equipados para la ocasión, y como no puede ser de otra manera, con las prendas y el material de mayor calidad que se puede encontrar en los catálogos de las marcas más técnicas, como el The North Face Himalayan Suit, habitual en este tipo de ascensiones. Lógicamente, como apasionado del mundo del outdoor, esa noticia, lejos de producirme alegría, me ocasionó muchas dudas y me hizo reflexionar mucho sobre la evolución que está teniendo el outdoor en los últimos años y el papel que estamos teniendo todos los actores del sector implicados (marcas, medios de comunicacion, distribución...). Inmediatamente aparecieron en mi memoria las imágenes en blanco y negro de las primeras ascensiones al Everest o, sin ir tan lejos, y ya en color, las primeras cordadas de nuestro país en la cumbre. Evidentemente el contraste fue brutal. Era como si con el paso de los años el Everest hubiese encogido un par de miles de metros. Estas imágenes me hicieron preguntarme muchas cosas ¿Por qué el Everest? Esta respuesta es obvia... ¿A qué se debe este fenómeno? ¿Cómo está evolucionando el outdoor? ¿Hacia dónde? ¿Qué intereses se mueven? ¿Son propios de la naturaleza humana? ¿Es un reflejo de los valores de la sociedad en la que vivimos? ¿Quién está liderando esta evolución? Un sinfín de preguntas… y muchas dudas. Desde mi privilegiada posición como profesional y amante del outdoor, me gustaría centrarme y profundizar en la posición y responsabilidad que tenemos las marcas y los principales eslabones de la cadena de valor de este sector a la hora de liderar la evolución del outdoor. Todo empieza a partir de numerosos estudios para conocer las necesidades de los consumidores y detectar oportunidades de negocio. Las marcas invierten muchos recursos en investigación e innovación para desarrollar nuevos materiales, prendas y equipos que faciliten la práctica deportiva y ofrezcan mejores experiencias. Los medios de comunicacion especializados, también están teniendo un papel fundamental al proporcionar información muy detallada sobre actividades, formación, consejos, seguimiento de eventos... Lo mismo pasa con las agencias o empresas que organizan actividades, favoreciendo y divulgando la práctica deportiva de forma segura y bajo supervisión de profesionales bien formados. La distribución, obviamente, también juega un papel fundamental, facilitando el acceso a material y asesorando a los practicantes de todos los niveles. Todo ello, junto con el aumento de la cultura del bienestar y los cambios de hábitos en el ocio de la sociedad, promueve el interés y la participación en todas las actividades outdoor. Hasta este punto todo parece muy coherente y correcto, pero la línea es muy estrecha y, teniendo en cuenta la naturaleza humana, basta muy poco para que si todos los actores anteriormente mencionados no somos conscientes, se cruce y lleguemos a situaciones como la masificacion del Everest, que aparte de ser potencialmente muy peligrosas, no favorecen para nada la imagen y el futuro de nuestro sector. Si queremos asegurar un buen futuro para el outdoor debemos liderar la evolución manteniendo y promoviendo los valores que siempre lo han caracterizado y lo han convertido en un deporte especial, siempre lejos de la masificacion y de los medios de comunicación mayoritarios. Valores como el esfuerzo, el sacrificio, la superación, la libertad, el compañerismo y, sobre todo, el respeto y la honestidad, deben seguir siendo los pilares en los que debemos asentar el outdoor en el futuro si queremos dotarlo de una base sólida. Para ello es clave que todos los actores trabajemos de forma estratégica y muy coordinada, aportando valor desde cada una de muestras áreas y sobre todo, teniendo muy clara la visión del outdoor y liderando su evolución. ¡Never Stop Exploring! Evolucionando a través de los valores JOAQUIM TOMÀS Country Sales Manager de The North Face Iberia Si queremos asegurar un buen futuro para el outdoor debemos liderar la evolución manteniendo y promoviendo los valores que siempre lo han caracterizado y lo han convertido en un deporte especial, siempre lejos de la masificacion y de los medios de comunicación. ESPECIAL 200

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