Uno de los cambios más importante que se han dado en los últimos años a nivel del comercio, y dejando de lado la creciente competencia que representan otros canales, en especial Internet y las tiendas propias, ha sido el espectacular auge del comercio especialista y la consecuente pérdida de fuerza del comercio multideporte tradicional. El cambio comenzó cuando la moda deportiva ganó protagonismo. En aquellos años la práctica deportiva estaba a unos niveles irrisorios y la gente no hacía deporte. Lo había hecho, sobre todo con el boom de Barcelona’92, pero las cifras habían caído en picado. La tienda de deporte no tenía una muy buena rotación de productos atléticos y lo que tenía más salida era todo lo vinculado al ocio (al llamado sportwear). Las ventas no eran muy buenas porque se estaban atravesando unos años bastante malos, y lo poco que salía de los almacenes de las tiendas tenía muy poco que ver con el deporte. En ese contexto, y en relativamente poco tiempo, explotó la moda deportiva. Del canal y, sobre todo, del mundo de la moda. Y la tienda deportiva, reaccionó. Y lo hizo sin dudar ni un segundo en dejar de lado lo atlético para dar absoluto protagonismo a la moda deportiva. Se mantenían algunas categorías atléticas, sobre todo el fútbol, otros deportes de equipo, y la raqueta (los que en ese momento tenían salida), pero todas las esperanzas se volcaron en la moda deportiva. Las marcas, lógicamente, se apuntaron al carro. La demanda era muy buena y se multiplicó la oferta. Era lo que vendía y después de unos años de crisis, poco importaban la esencia y las raíces. Sobre todo si la rotación era buenísima. Por si fuera poco, las marcas tampoco gastaban muchos esfuerzos en potenciar lo técnico porque la demanda era relativamente débil. Al menos comparada con lo atlético. Pero poco a poco las cosas empezaron a cambiar. La moda deportiva ya no vendía tanto y el auge de determinados deportes como el outdoor o el running cambió las reglas del juego. Unas reglas que se transformaron por completo con el arranque de la crisis. La moda deportiva cayó en picado y la práctica deportiva repuntó. Y el problema es que el consumidor empezó a darse cuenta de que para comprar deporte una tienda multideporte no era la mejor opción. Y en ese contexto la especialización se hizo fuerte. Muy fuerte, hasta el punto de que para muchos gurus de nuestro sector se convirtió en una estrategia de negocio imprescindible para poder sobrevivir en un mercado tan competitivo. Desde hace aproximadamente media década y, sobre todo, desde hace dos años – que haya coincidido con la crisis no es una casualidad- la red de tiendas especialistas se ha multiplicado exponencialmente. Y en todos –o casi todos los sectores-. La mayoría de estas tiendas, sea cual sea su oferta, tienen un denominador común: quienes están al frente de estos nuevos proyectos son apasionados del deporte en el que han decidido especializarse. Son, también, buenos gestores, pero sobre todo es gente que siente pasión por ese deporte… y que conoce muy bien lo que quiere vender y cómo quiere venderlo. Este cambio de perfil del empresariado en las tiendas deportivas también ha comportado un cambio bastante radical en cuanto a la oferta, con un importante reequilibrio de poderes. Las marcas han reaccionado bien y han vuelto a apostar fuerte por lo atlético. Además, se han multiplicado exponencialmente, a la misma velocidad que el comercio, las marcas especializadas y superespecializadas, un cambio que ha puesto fin a la época en la que las grandes marcas tenían la sartén por el mango en todos los segmentos. En relativamente pocos años el comercio especialista ha logrado controlar un porcentaje muy alto de las ventas de material Multideporte y especialistas. Espacio para todos En relativamente pocos años el comercio especialista ha logrado controlar un porcentaje muy alto de las ventas de material técnico. Algunas cadenas multideporte de gran formato siguen manteniendo su cuota, pero la tienda de mediano formato ya no tiene ningún poder a ojos del deportista habitual TS 38 ESPECIAL 200 C O M E R C I O
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