TradeSport 200 - Junio 2012

El próximo año hará 40 años que empecé a trabajar en el sector de Artículos Deportivos. Durante este tiempo he visto casi nacer al TRADE. Empecé en su adolescencia, pase por su juventud y hoy comparto su madurez. Con mis amigos Jaume, Andrés, Jordi y Xavi, todos unos fanáticos del sector, nos une el tiempo, pero también la voluntad de que nuestro sector crezca y se desarrolle en buena dirección. Compartimos y debatimos mucho, y uno de los temas del que hablamos desde hace mucho tiempo es el crecimiento desmedido. He visto nacer y crecer muchas marcas y muchos comercios… y por naturaleza también los he visto cerrar y morir. Como el mío. Como observador del terreno, he intentado analizar qué produce el éxito o el fracaso. Son múltiples factores que se alinean en un espacio-tiempo, aunque me voy a quedar con uno, que creo que es el más común: la voracidad. Algunos quieren salvar al capitalismo, pero éste, con su voracidad, se ha autodestruido. Y lo mismo les pasa a las marcas y a los comercios. Me voy a centrar en el desarrollo de una marca. Todos conocemos marcas que rozan la excelencia -son pocas-. En nuestro país tenemos una que todos admiramos: Zara. Siempre digo que Zara es un gran ejemplo de multinacional dirigida por un propietario, donde a pesar de que su staff de dirección es profesional, su presidente tiene la mayoría de la compañía. Y aquí radica su éxito, en que los objetivos de crecimiento son siempre los que se pueden conseguir sin ahogar a la compañía ni al mercado. Con múltiples conceptos que crecen a medida que madura el producto y el mercado… Las marcas dirigidas por voraces ejecutivos que pretenden los beneficios a corto para aumentar su ego y su cartera nos obligan a todos a crecer, crecer y crecer. Pero el crecimiento es finito, y crecer al ritmo dos dígitos cada año nos lleva sin remedio a la autodestrucción. Últimamente hay una palabra que está en boca de todos aquellos que hacemos una reflexión sobre los motivos que nos han llevado a estar así. Una palabra que es, por sí misma, una respuesta: SMART (inteligente). Smartphones, SmartTV, Smartcitys, Smart Targeting, Smart Grids, Smart Box… Sí, nos ha faltado inteligencia y nos ha sobrado de todo: orgullo, vanidad, soberbia, especulación… y muchos más adjetivos que tenemos que desterrar de nuestro vocabulario por ser tan negativos y porque nos han llevado la autodestrucción en el momento de la historia donde el hombre occidental parecía más preparado y más culto. Jaume, hoy volvemos a empezar. Hay que volver a diseñar cómo será nuestro sector. Tú hiciste “El libro blanco del Deporte” en los años 90’ y debes convocar a los nuevos jóvenes talentos para que, a partir de ahora, nos convirtamos en Smart Sport y creemos unos caminos de conocimiento sostenible con el planeta y con los que habitamos en él. Sólo así alcanzaremos el objetivo. ¿Que podemos hacer para una sociedad mas humana, más próxima a la salud que a la competición, más próxima al tiempo libre que a la esclavitud por dinero? ¿Cómo podemos avanzar hacia una sociedad que aprenda a socializarse con todo su entorno, donde prevalezca la calidad antes que la cantidad, el valor antes que el precio y que muera por vivir en vez de vivir matando? JORDI PLANAS jordi@plaisol.com Smart sports Las marcas dirigidas por voraces ejecutivos que pretenden los beneficios a corto para aumentar su ego y su cartera nos obligan a todos a crecer, crecer y crecer. Pero el crecimiento es finito, y crecer al ritmo dos dígitos cada año nos lleva sin remedio a la autodestrucción. TS 31 ESPECIAL 200

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